AMOR CUÁNTICO,
micronotas para uno que no fue...
(fragmentos de un libro en proceso)
Por:
Hernando Uribe Castro
El que nuestras existencias llegaran al encuentro,
significaba todo un movimiento cósmico, desde las partículas hasta el universo.
Un encuentro en el que no se trataba de convencernos
mutuamente, sino del darnos cuenta del importante significado que adquiría el
pensamiento, no como fragmentos (el tuyo y el mío), sino como un todo sistémico,
como el nuestro.
Dispuestos a danzar en nuestras ideas, adornábamos
cualquier espacio, fuera el que fuere, con los transcendentales argumentos,
palabras, gestos y miradas. Construimos cuentos, poemas e historias… como nunca
lo habíamos hecho con nadie.
Bajábamos del universo constelaciones y cometas. Sacábamos
del fondo oceánico, las estrellas y caballitos de mar. Hacíamos brotar de la
imaginación seres mágicos y extraños y del microcosmos los protones y electrones para que todo junto, acompañaran como
destellos nuestras ideas e iluminaran los oscuros espacios de nuestros miedos… Fue
mágico!
El mundo humano ya no existía…
En ese momento sólo era posible el nuestro, el mundo
que nos pertenecía.
Pero lo más lindo de todo es que cuando quedábamos
en silencio y la mente se detenía de tanta creatividad y en medio de todo ese mundo de objetos flotando sobre nuestro espacio, emergía de inmediato el
amor, como un estado de nuestro ser…
Un amor que sin precedente alguno nos era
incomprensible… un amor que podía crear lo no creado y de imaginar lo no
imaginado…
Ahí me di cuenta que contigo era posible el amor, un amor cuántico...
Inédito y fascinante... que
aparecía y desaparecía…
Donde era, o todo o nada…
Al final fue nada...