Este es un espacio que propone reflexiones y debates sobre la inter-retro-conexión sociedad en la Naturaleza y la Naturaleza en la sociedad.

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miércoles, 11 de marzo de 2015

LO INTERDISCIPLINAR DE Y EN LAS DISCIPLINAS

Lo interdisciplinar de y en las disciplinas

Por: Hernando Uribe Castro[1]

Introducción

Este es un documento reflexivo donde se plantea que en el proceso de interdisciplinariedad, no es la totalidad de los componentes de la disciplina los que participan, sino solo aquellos elementos que, desde la perspectiva y las consideraciones de los especialistas y agentes del campo disciplinar son posibles y pertinentes de llevar, compartir, aportar y acoplar a ese otro espacio y/o plano interdisciplinar para construir como equipo objetos de investigación.

Para abordar este asunto es necesario que hagamos una distinción entre comprender lo interdisciplinar, de las disciplinas y comprender lo interdisciplinar en las disciplinas. Por consiguiente, a la pregunta ¿qué es lo interdisciplinar de y en las disciplinas?, se procede con la necesaria precisión de tres procesos interdependientes: la interdisciplinarización, la interdisciplina y lo interdisciplinario.

La interdisciplinariedad será entendida aquí como un plano emergente de producción de nuevo conocimiento, de carácter complejo y sistémico, resultado de las intenciones, motivaciones o intereses de diversos agentes disciplinares, quienes a partir de una postura de actitud y apertura mental logran interactuar entre sí para articular científicamente algunos de los componentes disciplinares como teorías, conceptos y métodos, para estudiar e investigar de modo diferente -a como lo harían las disciplinas-, distintas problemáticas que como sistemas complejos se expresan en el mundo.

De este modo, la interdisciplinariedad se ha convertido en un reto epistemológico que genera tensiones en las disciplinas en tanto la interacción, interconexión y retroalimentación, como características del proceso de producción interdisciplinar, puede tener repercusiones e incidencias mutuas tanto en las disciplinas como en la interdisciplina.

Después de que los agentes armados de fortaleza y con algunos elementos disciplinares  se encaminan y participan en el plano interdisciplinar, agentes y disciplinas tienden a transformarse y actualizarse. Entre las repercusiones, seguramente, estará presentes los temas de las validaciones de los resultados obtenidos por la investigación interdisciplinar, las disputas por la confiabilidad de la información y de los hallazgos y, por supuesto, las discusiones por los impactos de la investigación para el mismo campo disciplinar como para la sociedad. Siempre será objeto de atención y discusión la construcción del objeto interdisciplinar.    

En este sentido, se pone todavía más en evidencia dos ideas que han sido ya señaladas por Pierre Bourdieu (2000), pero que a veces pasan todavía desapercibidas y como ideas ingenuas que parecen prevalecer en el sentido común de la comunidad científica: la primera es que frente a la imagen del sentido del orden y estabilidad al interior de las disciplinas, estas se encuentran de modo permanente en relaciones de caos, complejidad e incertidumbre. Y el segundo, que las luchas dadas al interior del campo científico y de los campos disciplinares transforma aquella imagen de ser escenarios pacíficos y pacificados (Bourdieu, 2000), por una imagen que pone en evidencia competencias, intereses y confrontaciones constantes y permanentes por validar o refutar los resultados investigativos, así como también, las posturas en las que se confronta la participación disciplinar en el espacio interdisciplinar.

La sola discusión por la interdisciplina en las disciplinas genera turbulencias y remezones que pueden ser divergentes y/o complementarias, unas a favor y otras en contra, unas que dicen que si es posible y otras que expresan que no lo es. Estas turbulencias, desde nuestra apreciación y comprensión son positivas porque exigen de los agentes, sea que están a favor o en contra de la interdisciplina, una vigilancia constante de su campo y una exploración más profunda de los estatutos epistemológicos, teóricos y metodológicos que han fundamentado y caracterizado sus campos disciplinares a lo largo del tiempo.

Incluso, el reto interdisciplinar lleva a una profunda reflexión epistémica sobre los límites, los alcances, las restricciones y las posibilidades disciplinarias. Vigilancia permanente que significa que las disciplinas no pueden considerarse como territorios que están definidos para “siempre”, que no son estáticos ni tampoco campos congelados en el tiempo, en los que pareciera que todo está resuelto de por vida, sino campos históricos en permanente transformación y revolución.


  • No toda la disciplina va para la interdisciplina


Se debe recordar que la existencia objetiva de la disciplina (su existencia material y simbólica) se logra cuando la producción científica (teórica, epistémica, metodológica, empírica) realizada a lo largo de la historia por toda la tradición de los pensadores, intelectuales, investigadores y especialistas son institucionalizadas (identificados, reunidos y etiquetados) en unidades e identidades académicas bajo rótulos o denominaciones que se han hecho universales en el espacio académico y científico tales como física, química, historia, sociología, geografía, biología, etc.  

Una vez institucionalizadas, estas unidades académicas son difundidas y dinamizadas por currículos académicos, revistas especializadas, congresos, textos escolares y universitarios, seminarios, asociaciones, sociedades de especialistas y mercado universitario. Las instituciones académicas y el sistema educativo de los Estados, integran estrategias para que desde los primeros años de vida escolar se alimente el conocimiento disciplinar para garantizar las generaciones futuros consumidores y especialistas. El conjunto de estos elementos es lo que Bourdieu denomina la producción y circulación de los bienes científicos:

“Al mismo tiempo que la circulación de productores  (o de los reproductores) y de los consumidores de esos bienes, es decir, el sistema de enseñanza, único capaz de asegurar a la ciencia oficial la permanencia y consagración inculcándola sistemáticamente (habitus científico) al conjunto de los destinatarios de la acción pedagógica, y en particular, a todos los recién llegados al campo de producción propiamente dicho” (Bourdieu, 2000:33)

Y es el conjunto de estos elementos como bienes simbólicos y materiales institucionalizados, los que le proporcionan la sostenibilidad y existencia disciplinar. Rolando García expresa que “las disciplinas (o ramas de la ciencia) se han  ido definiendo históricamente y han establecido fronteras arbitrarias, dejando de lado problemas que cubren dominios de dos o más disciplinas sin pertenecer íntegramente a ninguna de ellas. Esto ha conducido a establecer “puentes” entre las diversas disciplinas.” (1994) Pero también significa que por más que una disciplina considere que ha alcanzado una precisión en la definición de su objeto, estos objetos son porosos y difícilmente pueden blindarse frente a las misma exigencias de la ciencia y sus descubrimientos.

No obstante lo anterior, me parece percibir que una de las faltas que se ha venido cometiendo a la hora de plantear las cuestiones sobre la interdisciplinariedad, está relacionada con una visión ingenua de la conexión entre la disciplina con la interdisciplina.

Cuando se plantea que es necesario caminar hacia la búsqueda de la interdisciplinariedad, lo primero que imaginamos es una disciplina que tal y como es, con todo su campo material y simbólico, busca unirse con otras para resolver problemas de la vida real. Como si la interdisciplinariedad fuera un recipiente en el que se depositan el conjunto de disciplinas que como “monolitos” caen en el plato interdisciplinar. Considero que esta es una posición confusa, que desubica y que deforma el sentido de la interdisciplinariedad.

Primero diría que la interdisciplina no es un receptáculo físico que está dispuesto de antemano, sino un plano emergente que se construye con la participación de agentes o grupos diversos de especialistas que en conjunto definen sistemas complejos como objetos de estudio. Segundo, y en esto me apego a la expresión de Rolando García, “la realidad no es disciplinaria”. “la realidad no presenta sus problemas cuidadosamente clasificados en correspondencia con las disciplinas que han ido surgiendo en la historia de la ciencia (1994). La existencia de lo que se llama “la realidad” no existe sólo para servirle a la ciencia.

Por ello es necesario abordar un conjunto de preguntas: ¿La disciplina en su totalidad se interdisciplinariza? o más complejo aun, ¿qué es lo que de la disciplinas se puede interdisciplinar? Y sobre todo ¿de qué modo una disciplina se interdisciplina? Estas preguntas serían interesantes, pero antes se debe resolver un problema aún más profundo: ¿qué se interdisciplinariza, la disciplina o los dinamizadores de la disciplina, es decir, los agentes del campo disciplinar? ¿O acaso los componentes disciplinares como métodos, conceptos y teorías?

Esta últimas preguntas son importantes porque a veces percibo que cuando se habla de interdisciplinariedad, pareciese que este proceso fuera dinamizado por elementos abstractos y pocas veces se hace referencia a los agentes del campo que son los que dinamizan u obstaculizan la disciplina y son los que se deciden a participar en la interdisciplinariedad y son los que en conjunto con otros pueden construir sistemas complejos como objetos interdisciplinares.
Al fin y al cabo, teorías, conceptos y metodologías llevadas y realizadas por investigadores en investigaciones, reflexiones, eventos y textos, aportan a la materialización de la disciplina como campo científico.[2] Son los agentes los que conociendo ese mundo del campo disciplinar, estiman, valoran y deciden qué cuestiones son las que pondrán en juego en el momento de entrar en diálogo con otras disciplinas y saberes. Son estos agentes especialistas de sus campos y abiertos a ingresar a otros, los que determinan a partir de su experticia el reconocer que existen objetos complejos que superan sus posibilidades y capacidades y que en este sentido pueden ser abordarlos mediante encuentros colaborativos con otros colegas o expertos de campos distintos.

Un claro ejemplo de esta dinámica nos lo aporta la bióloga Lynn Margulis, en su bello texto Planeta simbiótico de 2002. En este texto ella plantea que:

“En Berkeley no había ninguna relación entre los miembros del departamento de paleontología, donde estudiaba la evolución y los del departamento de genética, donde la evolución era escasamente mencionada. Puesto que yo buscaba una educación en todos los aspectos de la evolución, la paleontología y la genética que pudiera iluminar la historia evolutiva de las células, al principio me impresionó el rigor del apartheid académico. Cada departamento parecía ajeno a las personas y materias que estaban fuera de sus fronteras.” (2002:38)

Algunos conceptos centrales son compartidos en otros campos, usados a veces de modo similar o distinto, y del mismo modo sucede con las metodologías y las reflexiones. El que una teoría, un concepto o unas metodologías se lleven de lo disciplinar a lo interdisciplinar tiene que ver no solo con la decisión y capacidad del agente que se supone tiene absoluto conocimiento sobre el concepto, sus limitaciones y alcances, sino también del modo como logre justificar ese desplazamiento frente a sus competidores, colegas o especialistas para acoplarlo a las necesidades del sistema complejo como objeto de investigación interdisciplinar. García nos aclara este punto de modo preciso:

“En otros términos, no partimos de una definición de "interdisciplina" in-abstracto, que luego aplicamos a ese objeto de estudio particular que es un sistema complejo. Por el contrario, definimos primero el objeto de estudio, y luego nos planteamos la manera de estudiarlo. Este cambio del "punto de partida" tiene implicaciones importantes: las características de los sistemas complejos no sólo establecen la necesidad de estudiarlos con una metodología adecuada, de carácter interdisciplinario, sino que determinan en buena medida, cuáles son las condiciones que debe reunir dicha metodología. En este contexto, metodología "adecuada" significa que debe servir como instrumento de análisis de los procesos que tienen lugar en un sistema complejo y que explican su comportamiento y evolución como totalidad organizada […] Ningún análisis de tales sistemas puede prescindir de estudios especializados. Sin embargo, tan ricos y necesarios como pueden llegar a ser dichos estudios, la simple suma de ellos rara vez podría, por si sola, conducir a una interpretación de los procesos que determinan el funcionamiento del sistema como tal, es decir, como totalidad organizada […] Un estudio integrado de un sistema complejo, donde esté en juego el funcionamiento de la totalidad del sistema sólo puede ser obra de un equipo con marcos epistémicos, conceptuales y metodológicos compartidos.” (1994).


  • El “de” y el “en” se entienden distinto


De este modo, deseo expresar que es necesario diferenciar entonces dos sentidos:

a) Lo interdisciplinar de una disciplina refiere aquellos aspectos que como teorías, conceptos, metodologías pueden y se disponen a aportar a la construcción de explicaciones y conocimientos interdisciplinares. Es el paso anterior que existe en el momento de decidir y valorar si los elementos seleccionados por el actor pueden ingresar a aportar a la interdisciplinariedad. Es el momento de la valoración  determinación con que una disciplina puede aportar a la interdisciplina. De modo más sencillo, qué de aquí puede estar allá. El de es de pertenencia.

Existen aspectos de las disciplinas que solo son posibles de aplicar y entender en ella y que por fuera de ella pueden perder todo sentido y objetivo. O para matizar un poco esto, son aspectos que pueden presentar una mayor dificultad a la hora de ponerlos en contacto con el ambiente extra-disciplinar.

Incluso, sabemos que las disciplinas no son campos homogéneos y libres de batallas o confrontaciones.  Contrario a ello, en ellas habitan las luchas por la aceptación de ideas, de innovaciones, de competencias, de autoridad intelectual. Existen tendencias diversas y perspectivas diferentes. Esto implica que no todo lo disciplinar se puede interdisciplinar.

b) lo interdisciplinar en las disciplinas, refiere a aquellos elementos que ya se han integrado en el proceso interdisciplinar y que están aportando a la emergencia de lo interdisciplinar y que aportan tanto a la emergencia interdisciplinar como a la reflexividad disciplinar.

Para diferenciar más claramente el de, que es pertenencia, es decir, la reflexión sobre qué dé la disciplina puede ir al plano interdisciplinar; por su parte el en es la presencia interdisciplinar dentro de la disciplina, lo que de ella ya se interdisciplinarizó y aportó al plano interdisciplinar.

Por tanto, la disposición a transitar el espacio y plano interdisciplinar, y que parte de las disposiciones, intenciones, intereses de los agentes científicos, debe materializarse entonces en programas y proyectos de investigación, cuyos resultados alimentan la docencia, por una parte y por otra la extensión y la proyección social en las instituciones. Resultados que se manifiestan en la responsabilidad social de la universidad con su entorno inmediato, próximo y lejano.

De este modo, el que la interdisciplinariedad logre aportar con hechos materiales, verificables y concretos, permite avances importantes en la ciencia, puesto que la ciencia avanza en la medida en que aprende de los errores y los aciertos. Y las investigaciones interdisciplinarias no escapan a estas cuestiones, para no hablar de leyes.

La interdisciplinariedad debe marcar hitos importantes en términos del uso de metodologías alternativas a las tradicionales positivistas, porque al exigir apertura mental y nuevas disposiciones, seguramente y en cualquier momento emerge el conocimiento local o comunitario como gran aportante a la explicación y comprensión de los fenómenos. Las comunidades poseen conocimientos locales extremadamente importantes que para acceder a ellos se requieren mecanismos de comunicación e interacción con ellas.

Interacción y comunicación que debe tener como principio garantizar el respeto por la propiedad de esa conocimiento comunitario que pertenece a la comunidad y garantizar y velar para que ese conocimiento no caiga en manos criminales o malévolos que puede ser usado para fines que pongan en riesgo la integridad y existencia de la misma comunidad, de la humanidad y el sistema viviente en la naturaleza.

Pero surge otra inquietud importante ¿cómo saber que algo es interdisciplinar? ¿Cómo saber que el resultado de un trabajo de agentes e investigadores dispuestos a encontrar sus teorías, sus metodologías y sus conceptos aportó a la construcción de un todo interdisciplinar diferentes a las disciplinas? ¿Quién determina que un producto es interdisciplinar?

Estas preguntas desbordan este documento, no obstante por ahora sólo señalaré lo siguiente. Lo interdisciplinar es una emergencia de la interacción y articulación de investigadores y sus dispositivos teóricos, conceptuales, epistemológicos y metodológicos con los que participa en su encuentro con otros agentes e investigadores también armados con sus dispositivos disciplinares.

Este encuentro que se da a partir de los procesos comunicativos entre unos y otros, que pueden ser de disensos, consensos o divergencias o emergencias producen un nuevo producto que no se corresponde ni con los agentes ni con los elementos disciplinares que han participado, sino que emerge con un híbrido, como algo nuevo que contiene y que lo componen los aportes de cada agente y sus dispositivos disciplinares.

Por tanto la valoración de que ese producto es interdisciplinar proviene no solo de parte de los agentes que participaron en el proceso de construcción de ese nuevo conocimiento, sino también del grupo de pares y comunidad científica quienes validaran a partir de sus apreciaciones y conocimiento si efectivamente se corresponde con aportes que superan las barreras disciplinares.

Los criterios de la interdisciplina deben ser compartidos por la comunidad académica y científica con los cuales se valora cada nuevo producto. En la propuesta interdisciplinar deben participar equipos de trabajo. Equipos de trabajo deben poseer agentes o investigadores abiertos a nuevas experiencias intelectuales y académicas. Interés de aproximarse a otros campos distantes y diferentes a los de la formación inicial. Formulación de programas o proyectos de investigación que aborden problemáticas complejas y sistemáticas. Deben existir los apoyos institucionales y condiciones efectivas para los equipos de trabajo. En el proceso de investigación interdisciplinar debe tener apertura a la comunicación. El disenso y el consenso deben estar presentes.

En términos concretos, la comunidad científica está coincidiendo en acuerdo básico para que algo sea considerado interdisciplinar:

-   Cumplir con los requisitos de la formulación científica, como cualquier otro proyecto o programa de investigación, cuyos objetos sean sistemas complejos que implique la participación de equipos de especialistas y que incluya además los alcances y limitaciones de la producción interdisciplinar.
-   Los objetos interdisciplinares son sistemas complejos.
-   El nuevo conocimiento o producto construido no debe ser disciplinar y que no se haya quedado anclado al presupuesto, epistemología y metodología disciplinaria.  
-   Que logre combinar de modo coherente, riguroso y sistémico, teorías, conceptos y  metodologías, en donde se logre evidenciar un acuerdo epistémico sobre estos asuntos por parte del equipo de investigación.  
-   Las metodologías tienen que evidenciar cierta combinación de enfoques, de sus métodos y de sus técnicas de recolección de información del tal modo que pueden ser verificables y validables.

La triangulación y los cruces para el análisis de los datos es parte central, así como la confiabilidad y validación de la información; que el proceso de investigación y sus productos produzcan nuevos conocimientos más complejos que tengan la capacidad de jalonar el desarrollo de los futuros estudios interdisciplinarios, así como también el de jalonar los desarrollos en las propias disciplinas. Los productos resultantes y su proceso de difusión deben poseer el poder de convocar a disímiles agentes especializados y no especializados, y que produzca cierta motivación hacia la interdisciplina.

Finalmente, que los criterios de llevar a cabo investigaciones interdisciplinarias deben contener, rigurosidad y flexibilidad. La rigurosidad de los marcos de producción de conocimiento exigidos por la ciencia, así como la flexibilidad de aceptar otras teorías, conceptos, métodos, mediciones y técnicas alternativas.


  • La necesaria aclaración conceptual: la interdisciplinarización, la interdisciplinariedad y lo interdisciplinario


Me parece que aún es necesario seguir abordando discusiones de conceptos como la interdisciplinariedad, la interdisciplinarización y lo interdisciplinario, y no tomarlo como algo dado y aclarado, porque todos estos conceptos, si bien están relacionados, son procesos diferentes puesto que cada uno refiere a diversos aspectos del trabajo intelectual y académico. Recuerde que se consideran como tres procesos interdependientes.

No tengo respuestas a estas preguntas solo algunos comentarios generales porque considero que estas deben ser respuesta colectivas que atañen al conjunto de la ciencia, tanto normal (hegemónica) como posnormal (alternativa). Además, porque esta debe ser una discusión que debe arrancar por los mismos bloques disciplinares en la idea de reconocer hasta dónde es posible llegar y qué tanto de la disciplina se puede interdisciplinar.

Por lo pronto, diremos que la interdisciplinarización es el proceso de disposición y/o disposiciones de un actor o grupo de actores en establecer y decidir, interesada o desinteresadamente, ampliar las bases de su conocimiento construidos e incorporados hasta ahora a partir de la aproximación que hacen la producción de los otros campos de conocimientos ajenos, próximos o lejanos, en la idea de comprender más ampliamente las cuestiones y problemáticas que le son de su interés o que hacen parte de los fenómenos del mundo.

Es este actor o grupo de actores quienes, percibiendo las limitaciones, obstáculos o fronteras de su campo, se dan cuenta que requieren de otras bases para afrontar las problemáticas que le son de su interés. En general es el camino hacia la interdisciplinariedad de parte de actores que buscan complejizar el conocimiento.

La interdisciplinariedad es el proceso mediante el cual, a partir del encuentro entre los distintos actores, emergen explicaciones, reflexiones, críticas distintas en ese otro espacio y plano desde el que se pretende dar respuestas de modo complejo, sistémico, integral y holístico a las problemáticas atendidas, a partir de los usos de teorías, epistemologías y metodologías, dispuestas para tal fin. Aquí retomo nuevamente el párrafo de la introducción de este documento: un plano emergente de producción de nuevo conocimiento, de carácter complejo y sistémico, resultado de las intenciones, motivaciones o intereses de diversos agentes disciplinares, quienes a partir de una postura de actitud y apertura mental logran interactuar entre sí para articular científicamente algunos de los componentes disciplinares como teorías, conceptos y métodos, para estudiar e investigar de modo diferente -a como lo harían las disciplinas-, distintas problemáticas que como sistemas complejos se expresan en el mundo.

Lo interdisciplinario es el proceso de la interdisciplinariedad, lo que le da desde la emergencia interdisciplinaria, la identidad y personalidad de ser lo que es a ese otro espacio y plano que se ubica por fuera de la disciplina pero en potencial relación con ellas. Lo interdisciplinario es ese producto emergente que ya no son las disciplinas, sino que es un todo explicativo distinto, novedoso, innovador de los fenómenos y de los hechos.

En mi caso particular, hasta ahí llego. La discusión me desborda por las limitaciones que tengo frente al campo de conocimiento al que me adscribí y me formé, las ciencias sociales y humanas, aunque hago esfuerzos sobrehumanos no solo para aprender más sobre ello sino también para llegar a las ciencias básicas y de la naturaleza.

En esta perspectiva, me asombran grandes intelectuales que buscaron superar estas fronteras rígidas de su pensamiento para darse la posibilidad de ampliar el espectro de conocimiento del mundo, integrándose a otros campos diferentes a los de su tradición. Por ejemplo Ilya Prigogine, Leví Strauss y Sigmund Freud. Por ejemplo, Prigogine plantea al respecto que:

“La verdad es que yo mismo me siento un ser híbrido, interesado por las dos culturas: las ciencias humanísticas y las letras por un lado, y las ciencias llamadas exactas por el otro. Advertí efectivamente este conflicto entre las dos culturas de un modo muy intenso en el curso de mis estudios y también en las lecturas que hacía. Se ha dicho que la división entre las dos culturas era debido al hecho de que los no científicos no leían a Einstein, y que los que se ocupaban de ciencias carecían de cultura literaria. Pienso que esta es una manera muy superficial de ver las cosas.” (2012:36).

De hecho, observando el sentido en que expresa Prigogine su experiencia de formación intelectual, el camino hacia la interdisciplinariedad y lo que inicialmente se interdisciplinariza es la mente a partir de la disposición y/o disposiciones del agente que está en el campo o campos de conocimiento. La búsqueda de esa hibridación mental es tal vez el primer paso abrirse hacia la interdisciplinariedad.

Cuando E. Morin (2005), plantea las diferentes formas posibles de lograr la interdisciplinariedad, recae en señalar personas aportando a la apertura disciplinar sea mediante la usurpación, la migración o trasladando conceptos, teorías, epistemologías y metodologías que fueron elaborados por otras mentes o por ellos, y que esos productos, ahora aportan en una dimensión más compleja de construcción de conocimiento como lo es la interdisciplinariedad.

De este modo, Morin (2005) define: Darwin como un ejemplo claro de apertura de “un amateur esclarecido” que no había tenido formación universitaria especialista; a Schorodinjer como ejemplo de usurpación, contacto y transferencia entre disciplinas porque logró proyectar “sobre el organismo biológico los problemas de la organización física”; Claude Levi Strauss quien logro migrar esquemas cognitivos de la lingüística a la antropología estructural.

Seres humanos que, cargados y armados de la tradición y el peso del conocimiento amateur (de la experiencia) o disciplinar como epistemes, teorías, metodologías, etc., se disponen a integrarse y ser integrados con otros para afrontar los obstáculos que imponen la construcción y deconstrucción de las explicaciones existentes en el mundo. Pero no todas las teorías, metodologías y conceptos son posibles de llevar a ese otro plano interdisciplinar. Ahí está la complejidad del ejercicio de integración de agentes en la búsqueda del diálogo de saberes y de disciplinas en el espacio interdisciplinar.


  • La inter y Transdisciplinariedad: posibilidades y limitaciones


Para Enrique Leff, las respuestas a la crisis del conocimiento no se pueden ubicar solo en la interdisciplinariedad. Aunque sin ella, el panorama para la construcción de un conocimiento institucional no lograría trascender, de todas maneras, la interdisciplina no puede resolver esta crisis. Las Universidades tienen la libertad o no de abrirse el camino a este proceso pero siendo conscientes de las posibilidades o restricciones que ello puede implicar.

La cuestión de fondo es que cuando se piensa en interdisciplinariedad, este pensamiento no logra romper con las estructuras institucionales de construir conocimiento, pues todavía se están en el juego del encuentro y del diálogo disciplinar. Para expresarlo mejor, se está todavía en el espacio de dominio del homus académicus, un dominio que como campo no logró resolver la cuestión del conocimiento y la crisis civilizatoria. Lo interdisciplinar tiene dificultades para desbordar las rígidas estructuras institucionales que reposan sobre los hombros de quienes intentan abrirse en estas aguas, por el peso de la tradición científica que reposa en las bases de disciplinares de los agentes, así como en las restricciones o posibilidades que puede brindar las instituciones que financian estos tipos de investigaciones.

La propuesta que se enmarca en el diálogo de saberes como lo ha afirmado Enrique Leff es entonces superar incluso esta interdisciplinariedad, para abrir el paso al diálogo de saberes que fractura el espacio institucional, universitario y hegemónico para despejar el camino a esas otras voces de la otredad no institucionalizada y que se ubican por fuera del campo académico del homus académico, como por ejemplo el conocimiento que se encuentra y se produce en los espacios ubicados por fuera de la instituciones educativas, como por ejemplo, el comunitario, el popular, el gremial o de los grupos étnicos.

En el diálogo de saberes no fluyen como si fueran suyos los paradigmas hegemónicos de la ciencia como únicos espacios que razonan y piensan sobre la realidad y la verdad. El diálogo de saberes de Leff, se enfoca el encuentro entre seres culturales diferenciados política, ontológica, y no estrictamente epistemológica. Por ello, no es sólo articular conocimientos o saberes, sino que es un proceso de afirmación  del ser cultural hecho de sus saberes. Un sujeto que como “otro” posee conocimiento, tiene una historia y fue formado, transformado por su espacio de producción cultural. Sujetos que están por fuera del espacio institucional porque habitan el espacio de sus territorios.

Por esta razón, el diálogo de saberes no es un diálogo interdisciplinario, sino un diálogo que escapa a la lógica hegemónica del homus académico. Como escapa a este espacio, en el diálogo de saberes se comprende que ese otro tiene un modo de ser en el mundo. Como claramente lo expresa Leff, el saber ambiental reafirma el ser, respeta las identidades en los territorios, y en ello la diversidad cultural y todo su conocimiento.

Por tanto, una verdadera revolución del conocimiento capaz de transformar el papel que desempeña la misma ciencia puede estar en transcender lo que hoy en nuestros espacios institucionales se entiende por producción de conocimiento y por diálogo, no solo como diálogo disciplinar.

Al ubicarse el diálogo de saberes por fuera del espacio institucional se reta entonces la racionalidad científica orientada siempre en el rígido esquema de ciencia normal en términos de sus teorías, epistemologías y metodologías. Leff considera que el saber ambiental “ha puesto en comunicación al estructuralismo con el postestructuralismo; a la modernidad con la posmodernidad; al método científico y la racionalidad económica con los saberes populares; a la ética con el conocimiento” (2006:15). Para Leff, el saber ambiental “nace en el campo de la externalidad de las ciencias, y se cuela por los intersticios de los paradigmas del conocimiento. (2006:16)


  • Finalmente, una confrontación que aparece oculta


La integración de los agentes disciplinares en procesos interdisciplinarios es de algún modo, una expresión de confrontación que hacen estos agentes con la rígida tradición ortodoxa de la disciplina a su encerramiento y blindaje, lo que supone un cambio, una movilidad y un movimiento, manifiesto o latente, al interior de las luchas del campo con respecto a los reconocimientos socialmente construidos de autoridad científica o competencia científica.

De este modo, en el campo científico, lo interdisciplinar produce una complejidad más a las complejidades ya existentes en el campo. Como espacio de confrontación, encuentro y de lucha, lo interdisciplinar lleva a reflexionar sobre ¿quién valida la producción interdisciplinar? y también ¿Cómo se construye la autoridad intelectual en un plano donde el modo de construir, producir y evaluar el conocimiento difiere, en cierto sentido, al modo como se hace en las disciplinas?

Por ejemplo, la comunidad académica ha reconocido como autoridades intelectuales del pensamiento interdisciplinar y complejo a importantes intelectuales como Edgar Morin y Manfred Max-Neff. Estos autores no solo aportan en la construcción epistemológica y, en general filosófica, de la interdisciplina, sino que en algunos casos la han llevado a ejercicios prácticos como sucede con la propuesta de la Multiversidad de Morin.

Lo que deseo expresar es que las relaciones interdisciplinarias conllevan a que la valoración de lo que es una autoridad científica se transforme. Los agentes ya no serán autoridad científica por la erudición en el campo propio, sino por la capacidad de producir de modo articulado y con importantes aportaciones en campos y tierras que no son propios. El agente interdisciplinario, integral o híbrido transforma su habitus disciplinar por uno interdisciplinar.

Son estos dispositivos incorporados y reincorporados por cada actor, mediante el habitus en términos de Bourdieu, los que le permiten y le dan autoridad y pase (pasaporte) para integrar estos grupos interdisciplinarios. El habitus es la incorporación del oficio del campo de conocimiento y ese habitus es el que entra a jugar un papel central a la hora del encuentro de saberes y disciplinas.

Por esta razón, considero que una de las bases fundamentales que dinamiza los procesos interdisciplinarios es el diálogo de saberes y el diálogo disciplinar (Serna 2007), porque es el encuentro de mentes diversas pensando problemáticas comunes y compartidas. Que ha tenido como previa el diálogo que en sí mismo, debe tener cada actor para tomar la decisión de dar el paso hacia espacios más complejos.
  


Referencias bibliográficas

  1. Bourdieu, Pierre. Los usos sociales de la ciencia. Buenos Aires: ediciones nueva visión, 2000.
  2. García, Rolando. Interdisciplinariedad y sistemas complejos. En: Leff, Enrique (comp.), “Ciencias Sociales y Formación Ambiental”, Ed. Gedisa, UNAM, 1994, Barcelona, España.
  3. Leff, Enrique. (2006). Complejidad, racionalidad ambiental y diálogo de saberes. Ponencia  presentada en el I Congreso internacional interdisciplinar de participación, animación e intervención socioeducativa. Barcelona, España. Noviembre.
  4. Leff, Enrique. (2006). Aventuras de la epistemología ambiental: de la articulación de ciencias al diálogo de saberes. México: Siglo XXI.
  5. Margulis, Lynn.  Planeta simbiótico. Un nuevo punto de vista sobre la evolución. Madrid: Editorial Debate, 2002.
  6. Morin, Edgar.   (2005).  Sobre la interdisciplinariedad. Centre International de Recherches et Études transdisciplinaires. (CIRET).
  7. Prigogine, Ilya. El nacimiento del tiempo. Buenos Aires: Tusquets Editores, 2012.
  8. Serna Dimas, Adrián. Hacia una caracterización de la interdisciplina. sobre las formas de articulación de las ciencias humanas y sociales. En: La cuestión interdisciplinaria. De las cuestiones epistemológicas a los imperativos estratégicos para la investigación social. Fernando Bravo León, et al. Bogotá: Universidad Francisco José de Caldas, 2007.





[1] Profesor del Departamento de Ciencias Sociales, Universidad Autónoma de Occidente. Estudiante del Doctorado Interinstitucional en Ciencias Ambientales. huribe@uao.edu.co
[2] Para Bourdieu, “El campo científico, como sistema de relaciones objetivas entre posiciones adquiridas (en las luchas anteriores), es el lugar (es decir, el espacio de juego) de una lucha competitiva que tiene por desafío específico el monopolio de la autoridad científica, inseparablemente definida como capacidad técnica y como poder social, o si se prefiere, el monopolio de la competencia científica que es socialmente reconocida a un agente determinado, entendida en el sentido de capacidad de hablar e intervenir legítimamente (es decir, de manera autorizada y con autoridad) en materia de ciencia” (2000:12)