Lo interdisciplinar de y en las disciplinas
Por: Hernando Uribe Castro[1]
Introducción
Este
es un documento reflexivo donde se plantea que en el proceso de
interdisciplinariedad, no es la totalidad de los componentes de la disciplina
los que participan, sino solo aquellos elementos que, desde la perspectiva y
las consideraciones de los especialistas y agentes del campo disciplinar son
posibles y pertinentes de llevar, compartir, aportar y acoplar a ese otro espacio
y/o plano interdisciplinar para construir como equipo objetos de investigación.
Para
abordar este asunto es necesario que hagamos una distinción entre comprender lo
interdisciplinar, de las disciplinas y comprender lo interdisciplinar en
las disciplinas. Por consiguiente, a la pregunta ¿qué es lo interdisciplinar de y en
las disciplinas?, se procede con la necesaria precisión de tres procesos interdependientes:
la interdisciplinarización, la interdisciplina y lo interdisciplinario.
La
interdisciplinariedad será entendida aquí como un plano emergente de producción
de nuevo conocimiento, de carácter complejo y sistémico, resultado de las
intenciones, motivaciones o intereses de diversos agentes disciplinares,
quienes a partir de una postura de actitud y apertura mental logran interactuar
entre sí para articular científicamente algunos de los componentes disciplinares
como teorías, conceptos y métodos, para estudiar e investigar de modo diferente
-a como lo harían las disciplinas-, distintas problemáticas que como sistemas complejos
se expresan en el mundo.
De
este modo, la interdisciplinariedad se ha convertido en un reto epistemológico que
genera tensiones en las disciplinas en tanto la interacción, interconexión y
retroalimentación, como características del proceso de producción
interdisciplinar, puede tener repercusiones e incidencias mutuas tanto en las
disciplinas como en la interdisciplina.
Después
de que los agentes armados de fortaleza y con algunos elementos
disciplinares se encaminan y participan
en el plano interdisciplinar, agentes y disciplinas tienden a transformarse y
actualizarse. Entre las repercusiones, seguramente, estará presentes los temas
de las validaciones de los resultados obtenidos por la investigación
interdisciplinar, las disputas por la confiabilidad de la información y de los
hallazgos y, por supuesto, las discusiones por los impactos de la investigación
para el mismo campo disciplinar como para la sociedad. Siempre será objeto de
atención y discusión la construcción del objeto interdisciplinar.
En
este sentido, se pone todavía más en evidencia dos ideas que han sido ya
señaladas por Pierre Bourdieu (2000), pero que a veces pasan todavía
desapercibidas y como ideas ingenuas que parecen prevalecer en el sentido común
de la comunidad científica: la primera es que frente a la imagen del sentido
del orden y estabilidad al interior de las disciplinas, estas se encuentran de
modo permanente en relaciones de caos, complejidad e incertidumbre. Y el
segundo, que las luchas dadas al interior del campo científico y de los campos
disciplinares transforma aquella imagen de ser escenarios pacíficos y
pacificados (Bourdieu, 2000), por una imagen que pone en evidencia competencias,
intereses y confrontaciones constantes y permanentes por validar o refutar los
resultados investigativos, así como también, las posturas en las que se
confronta la participación disciplinar en el espacio interdisciplinar.
La
sola discusión por la interdisciplina en las disciplinas genera turbulencias y
remezones que pueden ser divergentes y/o complementarias, unas a favor y otras
en contra, unas que dicen que si es posible y otras que expresan que no lo es. Estas
turbulencias, desde nuestra apreciación y comprensión son positivas porque
exigen de los agentes, sea que están a favor o en contra de la interdisciplina,
una vigilancia constante de su campo y una exploración más profunda de los
estatutos epistemológicos, teóricos y metodológicos que han fundamentado y caracterizado
sus campos disciplinares a lo largo del tiempo.
Incluso,
el reto interdisciplinar lleva a una profunda reflexión epistémica sobre los
límites, los alcances, las restricciones y las posibilidades disciplinarias. Vigilancia
permanente que significa que las disciplinas no pueden considerarse como
territorios que están definidos para “siempre”, que no son estáticos ni tampoco
campos congelados en el tiempo, en los que pareciera que todo está resuelto de
por vida, sino campos históricos en permanente transformación y revolución.
- No toda la disciplina va para la interdisciplina
Se
debe recordar que la existencia objetiva de la disciplina (su existencia
material y simbólica) se logra cuando la producción científica (teórica,
epistémica, metodológica, empírica) realizada a lo largo de la historia por
toda la tradición de los pensadores, intelectuales, investigadores y especialistas
son institucionalizadas (identificados, reunidos y etiquetados) en unidades e
identidades académicas bajo rótulos o denominaciones que se han hecho universales
en el espacio académico y científico tales como física, química, historia,
sociología, geografía, biología, etc.
Una
vez institucionalizadas, estas unidades académicas son difundidas y dinamizadas
por currículos académicos, revistas especializadas, congresos, textos escolares
y universitarios, seminarios, asociaciones, sociedades de especialistas y
mercado universitario. Las instituciones académicas y el sistema educativo de
los Estados, integran estrategias para que desde los primeros años de vida
escolar se alimente el conocimiento disciplinar para garantizar las
generaciones futuros consumidores y especialistas. El conjunto de estos
elementos es lo que Bourdieu denomina la producción y circulación de los bienes
científicos:
“Al mismo tiempo que la circulación de
productores (o de los reproductores) y
de los consumidores de esos bienes, es decir, el sistema de enseñanza, único
capaz de asegurar a la ciencia oficial la permanencia y consagración
inculcándola sistemáticamente (habitus científico) al conjunto de los
destinatarios de la acción pedagógica, y en particular, a todos los recién
llegados al campo de producción propiamente dicho” (Bourdieu, 2000:33)
Y
es el conjunto de estos elementos como bienes simbólicos y materiales
institucionalizados, los que le proporcionan la sostenibilidad y existencia
disciplinar. Rolando García expresa que “las disciplinas (o ramas de la
ciencia) se han ido definiendo
históricamente y han establecido fronteras arbitrarias, dejando de lado
problemas que cubren dominios de dos o más disciplinas sin pertenecer
íntegramente a ninguna de ellas. Esto ha conducido a establecer “puentes” entre
las diversas disciplinas.” (1994) Pero también significa que por más que una
disciplina considere que ha alcanzado una precisión en la definición de su
objeto, estos objetos son porosos y difícilmente pueden blindarse frente a las
misma exigencias de la ciencia y sus descubrimientos.
No
obstante lo anterior, me parece percibir que una de las faltas que se ha venido
cometiendo a la hora de plantear las cuestiones sobre la interdisciplinariedad,
está relacionada con una visión ingenua de la conexión entre la disciplina con
la interdisciplina.
Cuando
se plantea que es necesario caminar hacia la búsqueda de la
interdisciplinariedad, lo primero que imaginamos es una disciplina que tal y
como es, con todo su campo material y simbólico, busca unirse con otras para
resolver problemas de la vida real. Como si la interdisciplinariedad fuera un
recipiente en el que se depositan el conjunto de disciplinas que como “monolitos”
caen en el plato interdisciplinar. Considero que esta es una posición confusa,
que desubica y que deforma el sentido de la interdisciplinariedad.
Primero
diría que la interdisciplina no es un receptáculo físico que está dispuesto de
antemano, sino un plano emergente que se construye con la participación de
agentes o grupos diversos de especialistas que en conjunto definen sistemas
complejos como objetos de estudio. Segundo, y en esto me apego a la expresión
de Rolando García, “la realidad no es disciplinaria”. “la realidad no presenta
sus problemas cuidadosamente clasificados en correspondencia con las
disciplinas que han ido surgiendo en la historia de la ciencia (1994). La existencia
de lo que se llama “la realidad” no existe sólo para servirle a la ciencia.
Por
ello es necesario abordar un conjunto de preguntas: ¿La disciplina en su
totalidad se interdisciplinariza? o más complejo aun, ¿qué es lo que de la
disciplinas se puede interdisciplinar? Y sobre todo ¿de qué modo una disciplina
se interdisciplina? Estas preguntas serían interesantes, pero antes se debe
resolver un problema aún más profundo: ¿qué se interdisciplinariza, la
disciplina o los dinamizadores de la disciplina, es decir, los agentes del
campo disciplinar? ¿O acaso los componentes disciplinares como métodos,
conceptos y teorías?
Esta
últimas preguntas son importantes porque a veces percibo que cuando se habla de
interdisciplinariedad, pareciese que este proceso fuera dinamizado por
elementos abstractos y pocas veces se hace referencia a los agentes del campo
que son los que dinamizan u obstaculizan la disciplina y son los que se deciden
a participar en la interdisciplinariedad y son los que en conjunto con otros
pueden construir sistemas complejos como objetos interdisciplinares.
Al
fin y al cabo, teorías, conceptos y metodologías llevadas y realizadas por
investigadores en investigaciones, reflexiones, eventos y textos, aportan a la
materialización de la disciplina como campo científico.[2]
Son los agentes los que conociendo ese mundo del campo disciplinar, estiman,
valoran y deciden qué cuestiones son las que pondrán en juego en el momento de
entrar en diálogo con otras disciplinas y saberes. Son estos agentes
especialistas de sus campos y abiertos a ingresar a otros, los que determinan a
partir de su experticia el reconocer que existen objetos complejos que superan
sus posibilidades y capacidades y que en este sentido pueden ser abordarlos
mediante encuentros colaborativos con otros colegas o expertos de campos
distintos.
Un
claro ejemplo de esta dinámica nos lo aporta la bióloga Lynn Margulis, en su
bello texto Planeta simbiótico de 2002. En este texto ella plantea que:
“En
Berkeley no había ninguna relación entre los miembros del departamento de
paleontología, donde estudiaba la evolución y los del departamento de genética,
donde la evolución era escasamente mencionada. Puesto que yo buscaba una
educación en todos los aspectos de la evolución, la paleontología y la genética
que pudiera iluminar la historia evolutiva de las células, al principio me
impresionó el rigor del apartheid académico. Cada departamento parecía ajeno a
las personas y materias que estaban fuera de sus fronteras.” (2002:38)
Algunos
conceptos centrales son compartidos en otros campos, usados a veces de modo
similar o distinto, y del mismo modo sucede con las metodologías y las
reflexiones. El que una teoría, un concepto o unas metodologías se lleven de lo
disciplinar a lo interdisciplinar tiene que ver no solo con la decisión y
capacidad del agente que se supone tiene absoluto conocimiento sobre el
concepto, sus limitaciones y alcances, sino también del modo como logre
justificar ese desplazamiento frente a sus competidores, colegas o especialistas
para acoplarlo a las necesidades del sistema complejo como objeto de
investigación interdisciplinar. García nos aclara este punto de modo preciso:
“En
otros términos, no partimos de una definición de "interdisciplina"
in-abstracto, que luego aplicamos a ese objeto de estudio particular que es un
sistema complejo. Por el contrario, definimos primero el objeto de estudio, y
luego nos planteamos la manera de estudiarlo. Este cambio del "punto de
partida" tiene implicaciones importantes: las características de los
sistemas complejos no sólo establecen la necesidad de estudiarlos con una
metodología adecuada, de carácter interdisciplinario, sino que determinan en
buena medida, cuáles son las condiciones que debe reunir dicha metodología. En
este contexto, metodología "adecuada" significa que debe servir como
instrumento de análisis de los procesos que tienen lugar en un sistema complejo
y que explican su comportamiento y evolución como totalidad organizada […]
Ningún análisis de tales sistemas puede prescindir de estudios especializados.
Sin embargo, tan ricos y necesarios como pueden llegar a ser dichos estudios,
la simple suma de ellos rara vez podría, por si sola, conducir a una
interpretación de los procesos que determinan el funcionamiento del sistema
como tal, es decir, como totalidad organizada […] Un estudio integrado de un
sistema complejo, donde esté en juego el funcionamiento de la totalidad del
sistema sólo puede ser obra de un equipo con marcos epistémicos, conceptuales y
metodológicos compartidos.” (1994).
- El “de” y el “en” se entienden distinto
De
este modo, deseo expresar que es necesario diferenciar entonces dos sentidos:
a) Lo interdisciplinar de una disciplina
refiere aquellos aspectos que como teorías, conceptos, metodologías pueden y se
disponen a aportar a la construcción de explicaciones y conocimientos
interdisciplinares. Es el paso anterior que existe en el momento de decidir y
valorar si los elementos seleccionados por el actor pueden ingresar a aportar a
la interdisciplinariedad. Es el momento de la valoración determinación con que una disciplina puede
aportar a la interdisciplina. De modo más sencillo, qué de aquí puede estar
allá. El de es de pertenencia.
Existen aspectos
de las disciplinas que solo son posibles de aplicar y entender en ella y que
por fuera de ella pueden perder todo sentido y objetivo. O para matizar un poco
esto, son aspectos que pueden presentar una mayor dificultad a la hora de
ponerlos en contacto con el ambiente extra-disciplinar.
Incluso, sabemos
que las disciplinas no son campos homogéneos y libres de batallas o
confrontaciones. Contrario a ello, en
ellas habitan las luchas por la aceptación de ideas, de innovaciones, de
competencias, de autoridad intelectual. Existen tendencias diversas y
perspectivas diferentes. Esto implica que no todo lo disciplinar se puede
interdisciplinar.
b) lo interdisciplinar en las disciplinas,
refiere a aquellos elementos que ya se han integrado en el proceso
interdisciplinar y que están aportando a la emergencia de lo interdisciplinar y
que aportan tanto a la emergencia interdisciplinar como a la reflexividad
disciplinar.
Para
diferenciar más claramente el de, que
es pertenencia, es decir, la reflexión sobre qué dé la disciplina puede ir al
plano interdisciplinar; por su parte el en
es la presencia interdisciplinar dentro de la disciplina, lo que de ella ya se
interdisciplinarizó y aportó al plano interdisciplinar.
Por
tanto, la disposición a transitar el espacio y plano interdisciplinar, y que
parte de las disposiciones, intenciones, intereses de los agentes científicos,
debe materializarse entonces en programas y proyectos de investigación, cuyos
resultados alimentan la docencia, por una parte y por otra la extensión y la
proyección social en las instituciones. Resultados que se manifiestan en la
responsabilidad social de la universidad con su entorno inmediato, próximo y
lejano.
De
este modo, el que la interdisciplinariedad logre aportar con hechos materiales,
verificables y concretos, permite avances importantes en la ciencia, puesto que
la ciencia avanza en la medida en que aprende de los errores y los aciertos. Y
las investigaciones interdisciplinarias no escapan a estas cuestiones, para no
hablar de leyes.
La
interdisciplinariedad debe marcar hitos importantes en términos del uso de
metodologías alternativas a las tradicionales positivistas, porque al exigir
apertura mental y nuevas disposiciones, seguramente y en cualquier momento
emerge el conocimiento local o comunitario como gran aportante a la explicación
y comprensión de los fenómenos. Las comunidades poseen conocimientos locales
extremadamente importantes que para acceder a ellos se requieren mecanismos de
comunicación e interacción con ellas.
Interacción
y comunicación que debe tener como principio garantizar el respeto por la
propiedad de esa conocimiento comunitario que pertenece a la comunidad y
garantizar y velar para que ese conocimiento no caiga en manos criminales o
malévolos que puede ser usado para fines que pongan en riesgo la integridad y
existencia de la misma comunidad, de la humanidad y el sistema viviente en la
naturaleza.
Pero
surge otra inquietud importante ¿cómo saber que algo es interdisciplinar? ¿Cómo
saber que el resultado de un trabajo de agentes e investigadores dispuestos a
encontrar sus teorías, sus metodologías y sus conceptos aportó a la
construcción de un todo interdisciplinar diferentes a las disciplinas? ¿Quién
determina que un producto es interdisciplinar?
Estas
preguntas desbordan este documento, no obstante por ahora sólo señalaré lo
siguiente. Lo interdisciplinar es una emergencia de la interacción y articulación
de investigadores y sus dispositivos teóricos, conceptuales, epistemológicos y
metodológicos con los que participa en su encuentro con otros agentes e
investigadores también armados con sus dispositivos disciplinares.
Este
encuentro que se da a partir de los procesos comunicativos entre unos y otros,
que pueden ser de disensos, consensos o divergencias o emergencias producen un
nuevo producto que no se corresponde ni con los agentes ni con los elementos
disciplinares que han participado, sino que emerge con un híbrido, como algo
nuevo que contiene y que lo componen los aportes de cada agente y sus
dispositivos disciplinares.
Por
tanto la valoración de que ese producto es interdisciplinar proviene no solo de
parte de los agentes que participaron en el proceso de construcción de ese
nuevo conocimiento, sino también del grupo de pares y comunidad científica
quienes validaran a partir de sus apreciaciones y conocimiento si efectivamente
se corresponde con aportes que superan las barreras disciplinares.
Los
criterios de la interdisciplina deben ser compartidos por la comunidad
académica y científica con los cuales se valora cada nuevo producto. En la
propuesta interdisciplinar deben participar equipos de trabajo. Equipos de
trabajo deben poseer agentes o investigadores abiertos a nuevas experiencias
intelectuales y académicas. Interés de aproximarse a otros campos distantes y
diferentes a los de la formación inicial. Formulación de programas o proyectos
de investigación que aborden problemáticas complejas y sistemáticas. Deben
existir los apoyos institucionales y condiciones efectivas para los equipos de
trabajo. En el proceso de investigación interdisciplinar debe tener apertura a
la comunicación. El disenso y el consenso deben estar presentes.
En
términos concretos, la comunidad científica está coincidiendo en acuerdo básico
para que algo sea considerado interdisciplinar:
-
Cumplir
con los requisitos de la formulación científica, como cualquier otro proyecto o
programa de investigación, cuyos objetos sean sistemas complejos que implique
la participación de equipos de especialistas y que incluya además los alcances
y limitaciones de la producción interdisciplinar.
-
Los
objetos interdisciplinares son sistemas complejos.
-
El
nuevo conocimiento o producto construido no debe ser disciplinar y que no se
haya quedado anclado al presupuesto, epistemología y metodología disciplinaria.
-
Que
logre combinar de modo coherente, riguroso y sistémico, teorías, conceptos y metodologías, en donde se logre evidenciar un
acuerdo epistémico sobre estos asuntos por parte del equipo de investigación.
-
Las
metodologías tienen que evidenciar cierta combinación de enfoques, de sus
métodos y de sus técnicas de recolección de información del tal modo que pueden
ser verificables y validables.
La
triangulación y los cruces para el análisis de los datos es parte central, así
como la confiabilidad y validación de la información; que el proceso de
investigación y sus productos produzcan nuevos conocimientos más complejos que
tengan la capacidad de jalonar el desarrollo de los futuros estudios
interdisciplinarios, así como también el de jalonar los desarrollos en las
propias disciplinas. Los productos resultantes y su proceso de difusión deben
poseer el poder de convocar a disímiles agentes especializados y no
especializados, y que produzca cierta motivación hacia la interdisciplina.
Finalmente,
que los criterios de llevar a cabo investigaciones interdisciplinarias deben
contener, rigurosidad y flexibilidad. La rigurosidad de los marcos de
producción de conocimiento exigidos por la ciencia, así como la flexibilidad de
aceptar otras teorías, conceptos, métodos, mediciones y técnicas alternativas.
- La necesaria aclaración conceptual: la interdisciplinarización, la interdisciplinariedad y lo interdisciplinario
Me
parece que aún es necesario seguir abordando discusiones de conceptos como la interdisciplinariedad,
la interdisciplinarización y lo interdisciplinario, y no tomarlo como algo dado
y aclarado, porque todos estos conceptos, si bien están relacionados, son
procesos diferentes puesto que cada uno refiere a diversos aspectos del trabajo
intelectual y académico. Recuerde que se consideran como tres procesos
interdependientes.
No
tengo respuestas a estas preguntas solo algunos comentarios generales porque
considero que estas deben ser respuesta colectivas que atañen al conjunto de la
ciencia, tanto normal (hegemónica) como posnormal (alternativa). Además, porque
esta debe ser una discusión que debe arrancar por los mismos bloques
disciplinares en la idea de reconocer hasta dónde es posible llegar y qué tanto
de la disciplina se puede interdisciplinar.
Por
lo pronto, diremos que la interdisciplinarización
es el proceso de disposición y/o disposiciones de un actor o grupo de actores
en establecer y decidir, interesada o desinteresadamente, ampliar las bases de
su conocimiento construidos e incorporados hasta ahora a partir de la
aproximación que hacen la producción de los otros campos de conocimientos
ajenos, próximos o lejanos, en la idea de comprender más ampliamente las
cuestiones y problemáticas que le son de su interés o que hacen parte de los
fenómenos del mundo.
Es
este actor o grupo de actores quienes, percibiendo las limitaciones, obstáculos
o fronteras de su campo, se dan cuenta que requieren de otras bases para
afrontar las problemáticas que le son de su interés. En general es el camino
hacia la interdisciplinariedad de parte de actores que buscan complejizar el
conocimiento.
La
interdisciplinariedad es el proceso
mediante el cual, a partir del encuentro entre los distintos actores, emergen
explicaciones, reflexiones, críticas distintas en ese otro espacio y plano
desde el que se pretende dar respuestas de modo complejo, sistémico, integral y
holístico a las problemáticas atendidas, a partir de los usos de teorías,
epistemologías y metodologías, dispuestas para tal fin. Aquí retomo nuevamente
el párrafo de la introducción de este documento: un plano emergente de producción de nuevo conocimiento, de carácter
complejo y sistémico, resultado de las intenciones, motivaciones o intereses de
diversos agentes disciplinares, quienes a partir de una postura de actitud y
apertura mental logran interactuar entre sí para articular científicamente
algunos de los componentes disciplinares como teorías, conceptos y métodos,
para estudiar e investigar de modo diferente -a como lo harían las
disciplinas-, distintas problemáticas que como sistemas complejos se expresan
en el mundo.
Lo
interdisciplinario es el proceso de
la interdisciplinariedad, lo que le da desde la emergencia interdisciplinaria,
la identidad y personalidad de ser lo que es a ese otro espacio y plano que se
ubica por fuera de la disciplina pero en potencial relación con ellas. Lo
interdisciplinario es ese producto emergente que ya no son las disciplinas,
sino que es un todo explicativo distinto, novedoso, innovador de los fenómenos
y de los hechos.
En
mi caso particular, hasta ahí llego. La discusión me desborda por las
limitaciones que tengo frente al campo de conocimiento al que me adscribí y me
formé, las ciencias sociales y humanas, aunque hago esfuerzos sobrehumanos no
solo para aprender más sobre ello sino también para llegar a las ciencias
básicas y de la naturaleza.
En
esta perspectiva, me asombran grandes intelectuales que buscaron superar estas
fronteras rígidas de su pensamiento para darse la posibilidad de ampliar el
espectro de conocimiento del mundo, integrándose a otros campos diferentes a
los de su tradición. Por ejemplo Ilya Prigogine, Leví Strauss y Sigmund Freud. Por
ejemplo, Prigogine plantea al respecto que:
“La
verdad es que yo mismo me siento un ser híbrido, interesado por las dos
culturas: las ciencias humanísticas y las letras por un lado, y las ciencias
llamadas exactas por el otro. Advertí efectivamente este conflicto entre las
dos culturas de un modo muy intenso en el curso de mis estudios y también en
las lecturas que hacía. Se ha dicho que la división entre las dos culturas era
debido al hecho de que los no científicos no leían a Einstein, y que los que se
ocupaban de ciencias carecían de cultura literaria. Pienso que esta es una
manera muy superficial de ver las cosas.” (2012:36).
De
hecho, observando el sentido en que expresa Prigogine su experiencia de
formación intelectual, el camino hacia la interdisciplinariedad y lo que
inicialmente se interdisciplinariza es la mente a partir de la disposición y/o
disposiciones del agente que está en el campo o campos de conocimiento. La
búsqueda de esa hibridación mental es tal vez el primer paso abrirse hacia la
interdisciplinariedad.
Cuando
E. Morin (2005), plantea las diferentes formas posibles de lograr la
interdisciplinariedad, recae en señalar personas aportando a la apertura
disciplinar sea mediante la usurpación, la migración o trasladando conceptos,
teorías, epistemologías y metodologías que fueron elaborados por otras mentes o
por ellos, y que esos productos, ahora aportan en una dimensión más compleja de
construcción de conocimiento como lo es la interdisciplinariedad.
De
este modo, Morin (2005) define: Darwin como un ejemplo claro de apertura de “un
amateur esclarecido” que no había tenido formación universitaria especialista;
a Schorodinjer como ejemplo de usurpación, contacto y transferencia entre
disciplinas porque logró proyectar “sobre el organismo biológico los problemas
de la organización física”; Claude Levi Strauss quien logro migrar esquemas
cognitivos de la lingüística a la antropología estructural.
Seres
humanos que, cargados y armados de la tradición y el peso del conocimiento amateur
(de la experiencia) o disciplinar como epistemes, teorías, metodologías, etc.,
se disponen a integrarse y ser integrados con otros para afrontar los
obstáculos que imponen la construcción y deconstrucción de las explicaciones
existentes en el mundo. Pero no todas las teorías, metodologías y conceptos son
posibles de llevar a ese otro plano interdisciplinar. Ahí está la complejidad
del ejercicio de integración de agentes en la búsqueda del diálogo de saberes y
de disciplinas en el espacio interdisciplinar.
- La inter y Transdisciplinariedad: posibilidades y limitaciones
Para
Enrique Leff, las respuestas a la crisis del conocimiento no se pueden ubicar
solo en la interdisciplinariedad. Aunque sin ella, el panorama para la
construcción de un conocimiento institucional no lograría trascender, de todas
maneras, la interdisciplina no puede resolver esta crisis. Las Universidades
tienen la libertad o no de abrirse el camino a este proceso pero siendo
conscientes de las posibilidades o restricciones que ello puede implicar.
La
cuestión de fondo es que cuando se piensa en interdisciplinariedad, este
pensamiento no logra romper con las estructuras institucionales de construir
conocimiento, pues todavía se están en el juego del encuentro y del diálogo
disciplinar. Para expresarlo mejor, se está todavía en el espacio de dominio
del homus académicus, un dominio que
como campo no logró resolver la cuestión del conocimiento y la crisis
civilizatoria. Lo interdisciplinar tiene dificultades para desbordar las
rígidas estructuras institucionales que reposan sobre los hombros de quienes
intentan abrirse en estas aguas, por el peso de la tradición científica que reposa
en las bases de disciplinares de los agentes, así como en las restricciones o
posibilidades que puede brindar las instituciones que financian estos tipos de
investigaciones.
La
propuesta que se enmarca en el diálogo de saberes como lo ha afirmado Enrique
Leff es entonces superar incluso esta interdisciplinariedad, para abrir el paso
al diálogo de saberes que fractura el espacio institucional, universitario y
hegemónico para despejar el camino a esas otras voces de la otredad no
institucionalizada y que se ubican por fuera del campo académico del homus académico, como por ejemplo el
conocimiento que se encuentra y se produce en los espacios ubicados por fuera
de la instituciones educativas, como por ejemplo, el comunitario, el popular,
el gremial o de los grupos étnicos.
En
el diálogo de saberes no fluyen como si fueran suyos los paradigmas hegemónicos
de la ciencia como únicos espacios que razonan y piensan sobre la realidad y la
verdad. El diálogo de saberes de Leff, se enfoca el encuentro entre seres
culturales diferenciados política, ontológica, y no estrictamente
epistemológica. Por ello, no es sólo articular conocimientos o saberes, sino
que es un proceso de afirmación del ser
cultural hecho de sus saberes. Un sujeto que como “otro” posee conocimiento,
tiene una historia y fue formado, transformado por su espacio de producción
cultural. Sujetos que están por fuera del espacio institucional porque habitan
el espacio de sus territorios.
Por
esta razón, el diálogo de saberes no es un diálogo interdisciplinario, sino un
diálogo que escapa a la lógica hegemónica del homus académico. Como escapa a este espacio, en el diálogo de
saberes se comprende que ese otro tiene un modo de ser en el mundo. Como
claramente lo expresa Leff, el saber ambiental reafirma el ser, respeta las
identidades en los territorios, y en ello la diversidad cultural y todo su
conocimiento.
Por
tanto, una verdadera revolución del conocimiento capaz de transformar el papel
que desempeña la misma ciencia puede estar en transcender lo que hoy en
nuestros espacios institucionales se entiende por producción de conocimiento y
por diálogo, no solo como diálogo disciplinar.
Al ubicarse el
diálogo de saberes por fuera del espacio institucional se reta entonces la
racionalidad científica orientada siempre en el rígido esquema de ciencia
normal en términos de sus teorías, epistemologías y metodologías. Leff
considera que el saber ambiental “ha puesto en comunicación al estructuralismo
con el postestructuralismo; a la modernidad con la posmodernidad; al método
científico y la racionalidad económica con los saberes populares; a la ética
con el conocimiento” (2006:15). Para Leff, el saber ambiental “nace en el campo
de la externalidad de las ciencias, y se cuela por los intersticios de los
paradigmas del conocimiento. (2006:16)
- Finalmente, una confrontación que aparece oculta
La
integración de los agentes disciplinares en procesos interdisciplinarios es de
algún modo, una expresión de confrontación que hacen estos agentes con la rígida
tradición ortodoxa de la disciplina a su encerramiento y blindaje, lo que
supone un cambio, una movilidad y un movimiento, manifiesto o latente, al
interior de las luchas del campo con respecto a los reconocimientos socialmente
construidos de autoridad científica o competencia científica.
De
este modo, en el campo científico, lo interdisciplinar produce una complejidad
más a las complejidades ya existentes en el campo. Como espacio de
confrontación, encuentro y de lucha, lo interdisciplinar lleva a reflexionar
sobre ¿quién valida la producción interdisciplinar? y también ¿Cómo se
construye la autoridad intelectual en un plano donde el modo de construir,
producir y evaluar el conocimiento difiere, en cierto sentido, al modo como se
hace en las disciplinas?
Por
ejemplo, la comunidad académica ha reconocido como autoridades intelectuales
del pensamiento interdisciplinar y complejo a importantes intelectuales como
Edgar Morin y Manfred Max-Neff. Estos autores no solo aportan en la
construcción epistemológica y, en general filosófica, de la interdisciplina,
sino que en algunos casos la han llevado a ejercicios prácticos como sucede con
la propuesta de la Multiversidad de Morin.
Lo
que deseo expresar es que las relaciones interdisciplinarias conllevan a que la
valoración de lo que es una autoridad científica se transforme. Los agentes ya
no serán autoridad científica por la erudición en el campo propio, sino por la
capacidad de producir de modo articulado y con importantes aportaciones en
campos y tierras que no son propios. El agente interdisciplinario, integral o
híbrido transforma su habitus
disciplinar por uno interdisciplinar.
Son
estos dispositivos incorporados y reincorporados por cada actor, mediante el habitus en términos de Bourdieu, los que
le permiten y le dan autoridad y pase (pasaporte) para integrar estos grupos
interdisciplinarios. El habitus es la
incorporación del oficio del campo de conocimiento y ese habitus es el que entra a jugar un papel central a la hora del
encuentro de saberes y disciplinas.
Por
esta razón, considero que una de las bases fundamentales que dinamiza los
procesos interdisciplinarios es el diálogo de saberes y el diálogo disciplinar
(Serna 2007), porque es el encuentro de mentes diversas pensando problemáticas
comunes y compartidas. Que ha tenido como previa el diálogo que en sí mismo,
debe tener cada actor para tomar la decisión de dar el paso hacia espacios más
complejos.
Referencias bibliográficas
- Bourdieu, Pierre. Los usos sociales de la ciencia. Buenos Aires: ediciones nueva visión, 2000.
- García, Rolando. Interdisciplinariedad y sistemas complejos. En: Leff, Enrique (comp.), “Ciencias Sociales y Formación Ambiental”, Ed. Gedisa, UNAM, 1994, Barcelona, España.
- Leff, Enrique. (2006). Complejidad, racionalidad ambiental y diálogo de saberes. Ponencia presentada en el I Congreso internacional interdisciplinar de participación, animación e intervención socioeducativa. Barcelona, España. Noviembre.
- Leff, Enrique. (2006). Aventuras de la epistemología ambiental: de la articulación de ciencias al diálogo de saberes. México: Siglo XXI.
- Margulis, Lynn. Planeta simbiótico. Un nuevo punto de vista sobre la evolución. Madrid: Editorial Debate, 2002.
- Morin, Edgar. (2005). Sobre la interdisciplinariedad. Centre International de Recherches et Études transdisciplinaires. (CIRET).
- Prigogine, Ilya. El nacimiento del tiempo. Buenos Aires: Tusquets Editores, 2012.
- Serna Dimas, Adrián. Hacia una caracterización de la interdisciplina. sobre las formas de articulación de las ciencias humanas y sociales. En: La cuestión interdisciplinaria. De las cuestiones epistemológicas a los imperativos estratégicos para la investigación social. Fernando Bravo León, et al. Bogotá: Universidad Francisco José de Caldas, 2007.
[1] Profesor del
Departamento de Ciencias Sociales, Universidad Autónoma de Occidente.
Estudiante del Doctorado Interinstitucional en Ciencias Ambientales.
huribe@uao.edu.co
[2] Para
Bourdieu, “El campo científico, como sistema de relaciones objetivas entre
posiciones adquiridas (en las luchas anteriores), es el lugar (es decir, el
espacio de juego) de una lucha competitiva que tiene por desafío específico el
monopolio de la autoridad científica, inseparablemente definida como capacidad
técnica y como poder social, o si se prefiere, el monopolio de la competencia
científica que es socialmente reconocida a un agente determinado, entendida en
el sentido de capacidad de hablar e intervenir legítimamente (es decir, de
manera autorizada y con autoridad) en materia de ciencia” (2000:12)