REPRODUCCIÓN DE LA
CIUDAD INFORMAL EN COLOMBIA
Por:
Hernando Uribe Castro
Magíster en Sociología,
Prof. Universidad Autónoma de Occidente.
Los
asentamientos informales hacen parte de la reproducción de la ciudad informal
que en Colombia se empieza a configurar en la década de los años sesentas y
ochentas del siglo XX. El gobierno ha explicado que este es un problema que
obedece a las intenciones de unos pobladores que, necesitados, deciden invadir
terrenos. Desde nuestra perspectiva, este explicación es banal y se considera
que el fenómeno se puede considerar como una expresión de la combinación de
tres fuerzas relacionadas: las contradicciones de las fuerzas del Mercado y del
Estado encargadas de la configuración de la ciudad capitalista utilizada hoy
como medio a través del cual se puede acceder a la reproducción de excedentes
de capital; por otro lado, las luchas
sociales urbanas lideraras por grupos y comunidades ante el Estado, que como
fuerzas sociales, pretenden acceder a beneficios tales como propiedad sobre la
tierra, la posesión de vivienda y el acceso de servicios básicos, de los que
han sido marginados y excluidos, o que por sus condiciones de precariedad no
pueden acceder a ellos a través de medios legales.
Las
comunidades, hoy en día más organizadas y con mayor experiencia, exigen del
Estado respuestas que les beneficie y les garantice la solución a sus problemas
de exclusión y marginación, por lo que buscan y llevan a cabo mecanismos a
través de los cuales pretenden demandar del Estado protección y cumplimiento.
La respuesta del Estado a veces se realiza mediante represión y fuerza policial
y pocas veces se entra en procesos de negociación. No obstante esta situación,
las ciudades ven polarizadas y segregadas su población entre las áreas donde se
reproducen los excedentes de capital construidas especialmente para turistas y
elites económicas, y la otra ciudad, la ciudad de la gente marginada y excluida
de estos procesos de distribución tanto de la tierra urbana como de la riqueza.
Ciudades que son la expresión de la crisis ambiental de un modelo de desarrollo
insostenible.
Las
respuestas que se demandan por parte de las comunidades y las emanadas por el
Estado, deben comprenderse en el marco de las Políticas Públicas, más que como
respuestas coyunturales –como históricamente se han presentado-. Estas deben
ser concebidas como respuestas de tipo estructural, que implican un cambio en
la concepción de un período de gobierno, para ser insertas en la agenda pública
estructural, como parte de las Políticas de Estado.