UNA LUCHA IMPARABLE: RECONOCIMIENTO POLÍTICO Y SOCIAL DEL LGBTI
Por
Hernando Uribe Castro
Magíster en Sociología y Candidato a Doctor en Ciencias Ambientales
Universidad del Valle
Prof. Universidad Autónoma de Occidente
Se están presentando importantes
transformaciones en la sociedad y una de ellas es, precisamente, el espacio que
poco a poco la comunidad LGBTI ha ganado con una lucha que ha buscado más el
reconocimiento político. Y esto se evidencia en los logros alcanzados en
términos de legislación con respecto a la protección social, la adopción, el matrimonio y la
herencia, en el mundo y en Colombia.
No obstante estos logros alcanzados, la
comunidad es aún foco del rechazo de parte de sectores políticos conservadores, radicales de la
iglesia católica, grupos religiosos ortodoxos, sectas, neonazis, fanáticos y familias común y corriente poco educadas. Un rechazo que ha provocado, incluso, que algunos jóvenes ante la presión social decidan el camino del suicidio, como claramente se ha visto en varios casos aquí en Colombia y el triste episodio del joven Sergio Urrego. Esto
indica que tanto el Estado, garante de derechos, como la sociedad civil, debe continuar el duro trabajo por el reconocimiento social.
Mientras esto sucede, lentamente, en
las diferentes esferas políticas y sociales del mundo se están dando pasos
importantes para reconocer la diversidad sexual y de género como un hecho significativo y
de cambio social. Y en ello, el aporte de las ciencias sociales y los campos afines
ha sido central al brindar los dispositivos necesarios para argumentar y
neutralizar los ataques de posturas conservadoras que pretenden negar y
silenciar la existencia de la diversidad humana.
La comunidad defensora de la
diversidad sexual y de géneros sabe que este proceso no es fácil, pero que se
debe continuar con los esfuerzos para alcanzar tanto el reconocimiento legal como
también el reconocimiento
social. Esta es una lucha imparable, sobre todo si se continúa
abriendo el debate al escenario público.
Ya el prestigioso sociólogo Manuel
Castells había señalado en su libro La Era de la Información que
la comunidad que defiende la diversidad sexual y de género no puede recluirse y
ocultarse. Que es necesario continuar la lucha inteligente, abierta, respetuosa
y decidida de la revolución sexual que enfrenta el patriarcado y las posiciones
retardatarias de sectores de la sociedad.
También Pierre Bourdieu decía que la
comunidad gay debía mantenerse integrada a la dinámica social, nunca
aislada: “Dado que por razones sociológicas, los homosexuales (al menos sus
líderes) poseen un capital cultural considerable, podrían jugar un papel en el
trabajo de subversión simbólica indispensable para el progreso social.”
(Bourdieu, 1998) (2)
Continuar construyendo ese reconocimiento
social, a la par con el reconocimiento de derechos, es la clave para enfrentar
la exclusión, la discriminación y la injusticia social. Es la mejor estrategia para que las muertes de estos jóvenes y la memoria de quienes han dado su vida en esta tarea de tanto riesgo no quede en la impunidad. También es un aliento de respaldo para todos aquellos(as) que se van autoreconociendo en medio de las adversidades, los estigmas y los señalamientos.
La comunidad LGBTI, como estrategia para lograr una aceptación social más respetuosa de parte de la sociedad debe continuar con su labor social, de lucha contra la pobreza y la marginación de sectores humanos;
apoyar procesos comunitarios; intervenir socialmente de modo propositivo y
positivo para el cambio social dirigido, así como el tratar de alcanzar mejores
niveles de educación y acceso a estudios superiores. Todos estos espacios y
escenarios de actuación y de formación son propicios para abrir las puertas del reconocimiento
social. Ir más allá con la creatividad cultural como medio de integración a la sociedad.
La comunidad LGBTI tiene que seguir buscando alianzas y
apoyos con los agentes del Estado, las universidades, los intelectuales y las
organizaciones sociales. Así mismo con sindicatos, gremios, organizaciones sociales, ONGS,
asociaciones, economías solidarias, grupos religiosos. Capitalizar las oportunidades política que brinda el poder acceder a un nuevo
discurso que contenga la importancia de la dimensión social y del respeto por la
vida. La comunidad como parte de la sociedad es parte también de una especie
humana que está enfrentando el peor momento de crisis ambiental.Debe hacer parte de estas búsquedas creativas del respeto no solo
por la vida sino también por la naturaleza.
Cuando la sociedad vea estos
aportes, cuando la sociedad vea que el LGBTI aporta a un mundo en equilibrio
con la naturaleza, que respeta la vida, que ayuda a construir un futuro
diferente, más justo, es cuando la sociedad misma defenderá el movimiento LGBTI,
saldrá a su favor y será la sociedad misma la que enfrentará a los grupos más retardatarios, que por cierto, se quedarán sin argumentos de ataque.
Por ejemplo, es importante comprender que una mayor integración de las personas con orientación homosexual en las relaciones sociales de la vida cotidiana como de amistad, de familia, comerciales y educativas, con otras personas y ampliando la red de grupos, puede fortalecer los sentimientos aceptación,
reconocimiento y solidaridad. Al ampliar las redes sociales se amplían las
posibilidades de su reconocimiento social.
Esta lucha es imparable. Las discusiones
recientes en Colombia por los manuales educativos y por la incorporación en las
agendas educativas de las cátedras de educación sexual lideradas por el Ministerio
de Educación, continuarán; pero estas confrontaciones son parte del proceso de
construcción de una sociedad que muestra esa dinámica de cambio social, que muestra los niveles de lucha y que sin duda representa oportunidades de seguir buscando soluciones creativas frente a ese estigma social. Debe recordarse que el hecho que motivó el que la
Corte Constitucional de Colombia produjera una Sentencia sobre la incorporación del tema de la diversidad sexual y de género, así como de educación sexual en lo colegios, tuvo como origen las acciones discriminatorias que llevaron a que un colombiano decidiera el camino de la muerte antes que enfrentar la discriminación. Esto no puede volver a repetirse en una sociedad que se dice es democrática y respetuosa de la libertad y la justicia. Si existe una Sentencia, esta debe acatarse y punto.
Muy a pesar de aquellas personas y grupos que niegan, rechazan, discriminan, eliminan, denigran e irrespetan al LGBTI, ésta seguirá trabajando para alcanzar los logros,
ampliando las redes de aceptación y el construyendo el reconocimiento social.
Seguramente, esto será una motivación
para que aquellos que usando el disfraz del odio, el rechazo, la
discriminación, la homofobia, con el que esconden su verdadera orientación
sexual, salgan de sus cárceles mentales, rompan con las cadenas que los atan y
se abran felices y de lleno al mundo tal y como son.