Más
allá de la protesta contra la privatización de la educación en Colombia
Por
Hernando Uribe Castro
Magíster en Sociología
Ha quedado claramente evidenciado que en Colombia,
la protesta social contra la reforma de la Ley 30, reforma promovida por el gobierno
nacional tiene un trasfondo mucho más complejo y poderoso, en que el que se
pueden caracterizar, por lo menos, dos elementos entre otros que muy
seguramente existirán.
El primero tiene que ver con lo siguiente: lo que
evidenció el país, al igual que en otros lugares de América latina y en Europa,
a pesar de las particularidades locales de cada nación, es una protesta contra
un modelo educativo que se ha venido imponiendo en el marco de la estrategia de
la mercantilización de la educación por parte de las fuerzas hegemónicas
globales responsables de la economía-mundo capitalista. Usando el término más
apropiado para este tipo de protesta en el contexto actual mundial, una indignación contra un modelo que
perturba y pone en cuidados intensivos la educación pública como
responsabilidad del Estado. Un modelo que hace de la educación una mercancía y
al estudiante un consumidor. La movilización estudiantil confronta no sólo
estas iniciativas propuestas por su gobierno, sino que confronta las
directrices marcadas desde los centros de poder hegemónica donde las leyes del
mercado tienen peso importante.
El segundo sería: la protesta contra las reformas
educativas en Colombia, así como en Chile, y en otros lugares del mundo como
España, se caracteriza por la participación de un movimiento estudiantil que ha
logrado establecer alianzas estratégicas con otros sectores sensibles a la
problemática. Pero estos movimientos estudiantiles son sólo una parte de lo que
podría denominarse como un gran movimiento de jóvenes, de jóvenes indignados
por un sistema que los ha excluido y marginado. La participación de los jóvenes
no sólo como actores físicos que recurren a los repertorios tradicionales de la
acción colectiva sino como creadores de nuevas formas de repertorios a través
de las redes virtuales, apuntala una nueva dimensión para los análisis de las
teorías del comportamiento colectivo y la acción colectiva contenciosa. Gritan los
jóvenes: “la educación no se vende, se defiende”. En el movimiento de los
indignados donde la participación de jóvenes es amplia, se presta una dinámica
importante a partir de las redes virtuales que los jóvenes manejan y conocen
muy bien. Y esto de alguna manera, ha logrado que estos movimientos se
globalicen no sólo en términos de lugares donde se pueden presentar otras
movilizaciones sino en términos de la rapidez con la que ocurren los eventos y
con la que se entran en contacto entre unos líderes con otros.
En tiempo record, líderes estudiantiles chilenos
entraron en contacto con líderes colombianos y estos con grupos de indignados y
movimiento estudiantil en España y Estados Unidos. Un claro ejemplo de ello, es
lograr promover conjuntamente lo que se ha dado en conocer POR UNA MARCHA
BINACIONAL POR LA EDUCACIÓN. CHILE Y COLOMBIA UNIDOS, promovida a través de
medios y de redes como el Facebook y el Twitter.
17 de noviembre de 2011