Por una sociología “impertinente para ser pertinente”[1]
Por
Hernando
Uribe Castro
Magister
en Sociología
La sociología puede
ser entendida como impertinente y molesta para algunos, pero en especial para
los grupos que detentan el poder y que lo usan como medio para generar
injusticia social, desigualdad y violaciones a la dignidad humana; es en este
momento cuando la sociología deja de ser impertinente y adquiere su carácter de
pertinente, de campo intelectual necesario que tiene la capacidad para
enfrentar y develar estos males.
Como lo expresó en
su momento Pierre Bourdieu, la sociología no invita a moralizarse sino a
politizarse. A brindar dispositivos a través de los cuales, se puedan combatir
estos grandes males, hoy más globalizados, más generalizados y más desastrosos
que nunca.
La capacidad que
tienen los dispositivos sociológicos de develar las acciones, ideologías y
prácticas ocultas es central, en un mundo donde operan estos mecanismos para la
dominación de los ciudadanos. Develar las trampas del discurso que se esconden
en concepciones que han sido vulgarizadas como la democracia y la ciudadanía,
así como las fuerzas opresoras que hace el Mercado sobre el sistema social y
sus individuos.
Un modelo de Mercado
que ha hecho creer de manera generalizada que no existe otro estilo de vida,
más que el estilo de vida impuesto por sus mismas leyes, donde las fuerzas del
sistema financiero, banqueros que actúan como dioses, la formación de
generaciones de consumidores sin control y la producción de un número amplio de
necesidades banales como necesidades vitales humanas, son estrategias de su
sostenibilidad, eficiencia, eficacia y rentabilidad.
La sociología debe
incomodar, debe molestar, debe neutralizar todas estas prácticas perversas de
un sistema que atormenta a la mayor parte de la población mundial, que carente
de los medios y de las decisiones, se forman como fuerza de trabajo, fuerza de
manipulación para mantener las hegemonías de poder que dominan este, nuestro
mundo.
Y puede incomodar,
molestar y neutralizar a partir de demostrar cómo actúan estos procesos de
manipulación sobre cada individuo, haciendo sus discursos más próximos al
ciudadano, más entendibles y comprensibles. Tratar de que la mayor parte de los
ciudadanos conozcan, evidencien y comprendan cómo se les usa en un sistema que
abusa de ese uso.
En el marco del
Sistema Mundo Moderno capitalista, se requiere de una sociología pública como
lo expresó el sociólogo Michel Burawoy
en su conferencia The Challenges
of Global Sociology, que invite a
todos los ciudadanos para seguir develando las injusticias sociales y a seguir
construyendo caminos alternativos de resistencia ante tales molestias e
incomodidades generadas por el Sistema Mundo Capitalista.
Trabajo este difícil para una comunidad intelectual a veces encerrada en sí
misma.
10 de noviembre
de 2011