La sociedad civil y el Estado colombiano
Por:
Hernando
Uribe Castro
Magíster
en Sociología
Cada día son más
evidentes las formas de retraimiento del Estado colombiano y su responsabilidad
con la sociedad. Un Estado que es administrado por grupos políticos afincados
en el modelo neoliberal para administrarlo y hacerlo rentable para sus
intereses particulares.
El descuido del
gobierno nacional frente a los hechos del Catatumbo, como de otros casos
bastante preocupantes, pone en evidencia, por un lado, la poca importancia que
puede significar para éste, atender los problemas regionales de las comunidades
locales, pero por otro lado, la excesiva importancia que tiene lograr la
realización de un evento internacional en una de las principales ciudades del
país, que a propósito no se logró.
Este descuido
también se ve reflejado en el tratamiento represivo, policivo y estigmatizador
con el que se trata a los campesinos y todo ciudadano que protesta y exige por
sus derechos y sus necesidades. Es este tipo de reacción la que también
caracteriza los gobiernos que glorifican el modelo neoliberal, el uso de la
fuerza pública y los mercados financieros.
Lejos estamos de
presenciar un Estado que proteja a todos sus ciudadanos con mejores condiciones
de acceso a la salud, aportando en la consolidación de valores culturales
ancestrales, respetando los derechos humanos y los del medio ambiente,
valorando la diversidad étnica, de género y sexuales, fortaleciendo el sistema
educativo, así como la atención a los problemas del campo, a los campesinos y
campesinas.
Como las respuestas
del Estado son retardadas, ineficientes, enredadas, represivas, policiales y
sancionatorias, este hecho le exige a la sociedad civil más acción creativa, reflexiva,
crítica y pacífica que confronte este modelo que se ha construido de Estado. Se
necesita de un Estado que aporte nuevas instituciones verdaderamente democráticas,
que permitan y construyan espacios participativos comunitarios. Pero no con
aquella falsa democracia que ha servido para legitimar la inequidad social, la
distancia social y el éxito del capitalismo avasallador.
Como lo expresaba en
otra columna, una sociedad civil vigorosa que promueva la movilización social
pacífica y además efectiva, puede conllevar a remover esquemas sólidos para
avanzar hacia un cambio social.
19 de
julio de 2013