La
Laguna de Sonso, Valle del Cauca, Colombia
Por: Hernando Uribe Castro, Magíster en Sociología
Candidato a Doctor en Ciencias Ambientales
La Laguna de
Sonso es de los pocos ecosistemas que quedan como muestra de lo que en algún
momento fue el paisaje biodiverso del valle geográfico del río Cauca en
Colombia.
Actualmente posee una extensión de 2.045 hectáreas, de las cuales, se
supone que 745 has son de la zona lagunar (cifra por cierto muchísimo menor
porque la mayor parte de este espejo de agua está hoy copada por el buchón de
agua) y 1.300 has en zona amortiguadora.
Se alimenta de
las aguas del río Cauca en periodo de lluvias intensas y en menor proporción de
algunos afluentes: ríos Guadalajara y Sonso. Se encuentra dentro del ecosistema
bosque seco tropical inundable a la que llegan especies de aves migratorias. En
ella existen especies de fauna y flora, formando un ecosistema valioso e
importante para el planeta.
Foto: Hernando Uribe Castro en la Laguna de Sonso - Bosque seco tropical inundable Septiembre de 2016. |
La laguna tiene
funciones tales como la regulación natural del caudal del río Cauca, la
disminución de la frecuencia de los desbordamientos del río Cauca aguas abajo
de la laguna, la recarga y descarga de los acuíferos (aguas subterráneas), la
estabilización de las condiciones climáticas locales, la filtración natural
previniendo el aumento de nitritos, los cuales producen eutrofización; pero
también es un ecosistema del que se sustentan comunidades de pescadores.
La dinámica
natural de esta laguna ha sido afectada desde los años cincuenta por parte de
propietarios privados interesados en ampliar la frontera de los cultivos de la
caña de azúcar y también por parte de las agencias del Estado, cuando por ejemplo,
se hizo la vía que conectaba Yotoco-Buga en los años sesenta. De ahí en
adelante las afectaciones han sido recurrentes, pues tal como se conoció en los
inicios del 2016, propietarios privados habían afectado la laguna haciendo
jarillones, rellenando y desecando este lugar.
Foto: Hernando Uribe Castro, Laguna de Sonso, Septiembre de 2016. |
Ella representa
un conflicto de intereses que pone en evidencia, por una parte, el avance
agroindustrial y por otra, la capacidad de la movilidad social para defender un
espacio natural de las dinámicas de capitalismo corporativo agrario. Una
comunidad ambiental que integra campesinos agrícolas, pescadores, académicos,
intelectuales y todo tipo de actor social sensibles a la naturaleza. Todo un
conjunto de sujetos que como comunidad ambiental proponen distintos repertorios
que van desde marchas, concentraciones, caminatas, eventos académicos, difusión
de folletos hasta denuncias públicas en medios de comunicación, exigencias a
autoridades ambientales. A los repertorios de defensa por la laguna de las
tradicionales, se le sumaron los repertorios más recientes cuando el marco
legal constitucional y normativo fortalece la demanda y denuncia penal
ambiental para la judicialización de los promotores del daño ambiental.
Por su parte,
las instituciones del Estado ante las distintas demandas han dado como
respuesta acciones de institucionalización del conflicto como: emitir decretos,
normas, acuerdos, instrucciones e, incluso, procesos sancionatorios, como
aquellos que se tomaron en el 2016 contra algunos de los propietarios privados
que habían afectado la laguna en diciembre del 2015. Sería muy interesante que
se diera a conocer de parte de las autoridades en qué va todo este proceso.
Este es un
conflicto que deja una gran inquietud y tiene que ver con lo siguiente: A lo
largo de todo este tiempo, la autoridad emitió decretos, acuerdos y normas para
defender y conservar la laguna. Incluso, la Carta Constitucional de 1991, la
creación del Ministerio del Medio Ambiente en 1993, la Ley de Ordenamiento
Territorial de 1997, la inclusión de Colombia en la red RAMSAR, entre otros
actos de carácter jurídico y legal que se podrían citar, se han erigido como
soporte central para la conservación de los ecosistemas del país en sus
condiciones ecosistémicas propias y propicias para la existencia de la vida.
¿Ha sido suficiente todo este marco legislativo, legal, para la defensa de la
naturaleza? ¿Por qué existiendo toda esta normatividad y toda la defensa
comunitaria, la Laguna de Sonso continúa con su proceso de deterioro ambiental?
El caso de la Laguna
de Sonso muestra claramente los efectos nocivos del interés de unas elites de
avanzar en el proceso expansivo de la caña de azúcar en el valle geográfico del
río Cauca, siendo éste ecosistema significativo para la dinámica hidrológica
del río, la biodiversidad de especies y la sustentabilidad de las comunidades
campesinas.
Foto: Hernando Uribe Castro. Frontera de la caña de azúcar en la Laguna de Sonso. Septiembre de 2016. |
Según el Acuerdo 105 de 2015 de la CVC, se hace la homologación de denominación de la Laguna de Sonso de Reserva Natural a la categoría de Distrito Regional de Manejo Integrado Laguna de Sonso. Entre una cosa y otra existen diferencias sustanciales
en términos de su protección, conservación, pero también de su uso. ¿Qué
repercusiones ambientales tiene esta nueva denominación? ¿En qué momento se dio
este cambio y por qué la comunidad no se percató de esta nueva denominación? ¿Qué
ventajas y desventajas representa para la laguna esta transformación en
Distrito Regional de Manejo Integrado?