LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS DEL LGBTI EN COLOMBIA
El colectivo LGBTI
afronta un momento crucial de su historia, que debe capitalizar de manera inteligente
y aprovechar las oportunidades políticas que se presentan.
Para ello existe un
marco constitucional que posibilita iniciar luchas jurídicas y políticas, en
pro del reconocimiento de los derechos, que constitucionalmente se debe
garantizar a cada colombiano, indistintamente de sus orientaciones sexuales,
políticas o religiosas. Y a pesar de haber ido ganando espacios políticos de
participación, también se ha avanzado en términos del reconocimiento social. Un
colectivo que poco a poco ha visto como muchos de sus líderes y pensadores se ha
ido incorporando en las esferas de la intelectualidad y de los espacios y
escenarios de discusión académica.
Que el gobierno, a
través de la Dirección de Asuntos Indígenas, Rom y Minorías, cumpliendo mandatos
constitucionales, impulse en compañía de organizaciones sociales de base, el Encuentro
de Organizaciones y Activistas LGBTI REGIONES (AMAZONIA, ANDINA, CARIBE, EJE
CAFETERO, PACIFICA Y ORINOQUIA), es un adelanto histórico del que los colombianos
no se percataron y que debe considerarse como evento importante y central.
El encuentro es una
estrategia central que permite construir relaciones de identidad. Construir
lazos locales, regionales y nacionales hace parte de las tareas urgentes, que
permite fortalecer el tejido al interior del colectivo para hacer el tránsito
hacia una comunidad. Pero a la par con estos procesos, se deben mantener sus
alianzas estratégicas con otros grupos sociales, con otros sectores que sean
sensibles a problemáticas como estas. El colectivo LGBTI debe salir de la
concha e integrarse a la sociedad a través de redes de amigos, de apoyos, de
familia, redes económicas e institucionales, redes de intelectuales y hasta comunidades
religiosas. En última, la tarea es fortalecer y posicionarse en el contexto público
como actores sociales con capacidad de incidencia política.
Gays, lesbianas,
trans, bisexuales e intersexuales se han caracterizado por ser un colectivo
inteligente, creativa, artística, con la capacidad de generar importantes
transformaciones para una sociedad más pacífica, más honesta, más integrada,
más respetuosa y tolerante
La colectivo LGBTI
debe acercarse a los dispositivos que brindan las ciencias sociales y, de modo
particular, la sociología debe ser puesta en práctica para neutralizar los efectos perversos de una sociedad y algunos grupos
que todavía pretenden condenar a la hoguera la diversidad sexual y de géneros.
Develar la doble
moral de la sociedad, confrontar la corrupción y apoyar a las comunidades menos
favorecidas deben ser espacios donde el LGBTI puede influir. Trabajar por un
proyecto educativo amplio con enfoque de diversidad de géneros, étnica y
sexual, donde el respeto por el ser humano, el medio ambiente y la vida es central;
es una estrategia que puede conllevar a la formación de nuevas generaciones de
jóvenes marcos más comprensivos y respetuosos de las diferencias y diversidades
de este mundo. Jóvenes inquietos, reflexivos, analíticos y críticos.
Existen espacios
participativos, canales y medios a través de los cuales LGBTI puede influir. Se
trata de conocerlos, apropiarlos, usarlos y exigirlos. Construir y exigir que
funcionen los que hay y promover los que hacen falta. Es una tarea de todo
ciudadano que reivindique los postulados del Estado Social de Derecho
El colectivo tiene una
lucha política, social e ideológica que se debe dar. Es un proceso complejo,
difícil, peligroso, pero que debe hacerse.
Como lo he expresado
en otras oportunidades, Bourdieu consideraba que “Lo esencial era decir: no se mantengan
aislados. Dado que por razones sociológicas, los homosexuales (al menos sus
líderes) poseen un capital cultural considerable, podrían jugar un papel en el
trabajo de subversión simbólica indispensable para el progreso social.”
(Bourdieu, 1998)1.
5 de
octubre de 2011
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1.
Entrevista realizada por Catherine
Portevin y Jean Philippe. Tomado de la revista francesa Telerama (12 de agosto,
1998). En. Pierre Bourdieu BLOG.