GAYS, LESBIANAS, BISEXUALES Y TRANS EN UN MUNDO EN
CAMBIO
Por
Hernando Uribe
Castro
Magíster
en Sociología
Se están presentando importantes
transformaciones en la sociedad y una de ellas es, precisamente, el espacio que
poco a poco gays, bisexuales, lesbianas y trans vienen ganando en múltiples
terrenos de la vida social. Hoy, el periódico el TIEMPO en titular anunciaba Vía
libre para homosexuales en el ejército de Estados Unidos. Como es sabido,
las fuerzas armadas han sido de esas instituciones del Estado moderno más reticentes
a aceptar a homosexuales.
Lentamente, diferentes esferas
políticas y sociales del mundo están dando pasos importantes para validar la
diversidad sexual como un hecho significativo. El trabajo ha sido fuerte en el
ámbito político y jurídico y los esfuerzos se vienen concentrando más en la
necesidad de lograr respuestas del Estado ante sus demandas puntuales. Y en
ello el aporte de las ciencias sociales ha sido central al brindar los dispositivos
necesarios para argumentar y neutralizar los ataques de posturas conservadoras
que pretenden negar la existencia de la diversidad sexual.
En distintos lugares se ha logrado que
se legisle a favor del matrimonio entre parejas del mismo sexo, protección de
seguridad social, patrimonio, herencia, entre otros. Pese a estos importantes
cambios, todavía, en algunos países, se asiste a procesos de exclusión social y
de respuestas del Estado fallidas y represoras.
Gays, lesbianas y trans han
desarrollado un conjunto de herramientas discursivas, argumentativas y
reflexivas a través de las cuales pueden llegar a incidir en grandes
transformaciones sociales. Los homosexuales pueden emprender tareas conjuntas y
creativas para que además de luchar por procesos de reconocimiento legal, que
son ahora parte del debate en el escenario político y gubernamental, trabajen
por el reconocimiento social (1).
Ya Manuel Castells había señalado en La Era de la Información que “Recluida en su gheto cultural, no es
probable que la comunidad gay logre la revolución sexual y la subversión del
patriarcado que, de forma implícita, son las metas del movimiento, aun cuando no
las apoye el segmento creciente de elites masculinas que consumen, más que
producen, el movimiento gay”.
También Pierre Bourdieu lo planteaba: “Lo esencial era decir: no se mantengan
aislados. Dado que por razones sociológicas, los homosexuales (al menos sus
líderes) poseen un capital cultural considerable, podrían jugar un papel en el
trabajo de subversión simbólica indispensable para el progreso social.”
(Bourdieu, 1998) (2)
Es claro que el hecho de que la norma
exista y se aplique no implica de entrada un proceso de reconocimiento social,
lo que a su vez se puede corresponder con la permanente presencia de la
violación al derecho, las prácticas
homofóbicas y de discriminación.
De pronto la búsqueda de este
reconocimiento social, a la par con los procesos de luchas jurídicas, es la
clave para enfrentar la exclusión, la discriminación y la injusticia social a
un largo plazo, y en este sentido poder ubicar con claridad ese lugar
socialmente diluido. Es en el trabajo por el reconocimiento social, que los
homosexuales deben elevar sus energías.
Ver lo positivo del conflicto ante la
sociedad genera ventajas que los homosexuales pueden capitalizar para acceder a
sus logros no sólo personales sino también como colectivo. Una labor social,
comunitaria, de intervención social propositiva y positiva y de cambio social
dirigido, así como mejores niveles de educación y acceso a estudios superiores
pueden ser espacios y escenarios de formación propicios para abrir las puertas
del reconocimiento social. Ir más allá de la creatividad cultural para lograr
una creatividad de aceptación social. Gays, lesbianas y trans no pueden esperar
a que sea la escuela, la universidad, ni las instituciones sociales las que
tomen la iniciativa de propiciar ese reconocimiento social porque éstas no lo
van a hacer y además porque están marcadas por fuerzas de corte tradicional y
conservador.
El colectivo de homosexuales debe
buscar alianzas y apoyo en otros sectores universitarios, intelectuales y
sociales que sean sensibles a políticas discriminatorias. Sindicatos, gremios,
organizaciones sociales, ongs, asociaciones, economías solidarias, grupos
religiosos. Acceder a un nuevo discurso que contenga la importancia de la
dimensión social y el respeto por la vida.
Al parecer, el hecho de que los
homosexuales se muestren más hoy y que logren entablar relaciones sociales, amistad,
familia, comerciales y educativas con otras personas y grupos, hace que la
población heterosexual reproduzca no sólo sentimientos de tolerancia sino
también de solidaridad. Al ampliar las redes sociales entre los grupos de
amigos, los homosexuales amplían las posibilidades de su reconocimiento social.
Sólo basta observar cómo el Mercado se ha dado en la tarea de abrir el espacio
a homosexuales porque saben que ahí existe un importante ciudadano consumidor y
por ello, están desarrollando estrategias de mercadeo incluyentes en turismo, modas,
ocio y deporte.
En la investigación sobre jóvenes gays
y lesbianas en la universidad que adelanté con mi equipo de investigación, se
hacía notar que las redes inter-universitarias entre los/las jóvenes han sido
importantes en la configuración de grupos de amigos donde desaparecen los sentimientos
de homofobia. Fue claro que aquellos(as) que se consideran heterosexuales que
conocen a personas homosexuales pueden mostrar menores niveles de prejuicio y
distancia social que las que no le conocían. Conocer e interactuar con gays y
lesbianas disminuye no solo la distancia social sino también el prejuicio.
La reivindicación de la posibilidad de
existir y actuar en el espacio público debe ser parte de la estrategia. No más
escamoteo, ocultamiento y cierre. Abrirse al espacio y escenario público.
21 de septiembre de 2011
__________
1.
Sobre la necesidad de trabajar por el Reconocimiento
Social ya dispongo de un artículo que pronto será publicado en Colombia.
2.
Entrevista realizada por Catherine
Portevin y Jean Philippe. Tomado de la revista francesa Telerama (12 de agosto,
1998). En. Pierre Bourdieu BLOG.