EL FUNERAL DE LOS RÍOS
Por
Hernando Uribe Castro
PhD (C) en Ciencias Ambientales
Magíster en sociología
El 18 de noviembre de 2016, la Plaza Central de
Puerto Tejada se llenó de tristeza. Una atmósfera de lamento profundo hizo entrada
en este lugar y una lluvia de llanto rodeó el ataúd aquel, donde se hallaban en
su lecho de muertos los ríos Palo, Paila y Guengué. La multitud acompañó este
acto, como hecho inédito en esta pequeña ciudad del norte del Cauca.
Para los asistentes a este acto, simbólico y
colectivo, éste se llevó a cabo porque la comunidad quería denunciar tres hechos:
primero, el deplorable estado en que se encontraban los ríos Palo, Paila y
Guengué, moribundos desde hace tiempo; segundo, para señalar los efectos
contaminadores que poco a poco han ido exterminando la trama de la vida
asociada a estos ríos; tercero, para señalar directamente las empresas responsables
de este daño, que se encuentran asentadas en el parque industrial.
Uno de los voceros, el Coordinador Ambiental, expresaba
que: “Estamos muy preocupados por la
situación de nuestros ríos, que cada día no tenemos ríos sino que tenemos un
caño. Estos días está así abundando porque está lloviendo pero a penas entramos
en verano nuevamente tenemos ese caño. Ya no tenemos río.”
Pero también existen otras actividades
responsables de la agonía y muerte lenta de estos cursos de agua como la actividad minera y los lixiviados
del relleno sanitario. La comunidad clamaba justicia por este reprochable acto
y señalaban que la muerte lenta de estos tres ríos, evidenciaba la falta de políticas
de planeación, de control y de saneamiento de los municipios. Municipios que se han beneficiado por
décadas de estas fuentes importantes de agua.
La comunidad nos recuerda cómo entre 1991 y
1993, algunos líderes valientes de la época hicieron reclamos e instauraron una Acción de
Tutela por los daños causados directamente al río Palo contra las empresas Propal
S.A. y el Ingenio la Cabaña. Caso que, incluso, llegó a la Corte
Constitucional.
Para algunas personas, hacer este tipo de denuncia
pública conllevaba a riesgos. Incluso, una de las vecinas asistentes al triste
y lamentable evento, comentaba sobre la necesidad de protección de todos los
asistentes que habían tenido el valor de denunciar estos daños, por los riegos
que corrían sus vidas al hacer estas denuncias públicas: “Estos muchachos que están denunciando están desprotegidos. Dios quiera
que los dueños de esas empresas que denuncian no le hagan nada” decía.
Para la comunidad, la responsabilidad de estos
efectos negativos sobre los ecosistemas hídricos no solo proviene de las empresas
privadas, sino también de la falta de acción, negligencia, desinterés y olvido
de los agentes del gobierno municipal así como de la falta de políticas ambientales
duraderas que trasciendan el periodo de tres años de los alcaldes municipales.
Las políticas de protección ambiental, en este sentido deberían traspasar los
periodos de las administraciones municipales y convertirse en políticas
públicas de Estado a través de las cuales se haga la conservación, protección
de estas fuentes de agua.
Ante las constantes denuncias comunitarias, el alcalde
de Puerto Tejada expresó la necesidad de “hacer mucho más riguroso las
exigencias que están establecidas en la normatividad”.
Por su parte, el Ministerio del Medio Ambiente,
Representantes de la Cámara, los alcaldes de los municipios de Puerto Tejada,
Villarica y Padilla y 3.000 líderes de los municipios aledaños llevaron a cabo
el 26 de noviembre, la Audiencia Pública con el fin de hacer las demandas
pertinentes y el comprometer a las autoridades responsables como la Corporación
Autónoma de Regional del Cauca (C.R.C), para que recupere estas fuente
hídricas. En esta audiencia se llegaron algunos acuerdos entre los que se
encuentran: 1. La Corporación Autónoma de Regional del Cauca (C.R.C) presentará
un informe sobre la contaminación del Río Palo con un plan de manejo para su
recuperación; 2. Construcción del POSCA; 3. Conformar un Comité (Consejo de
Cuenca) que apunte a recuperación de la cuenta integrado; 4. Poner en
funcionamiento las P.E.T.A.R.; 5. Los municipios deben utilizar los recursos
del 1% de los recursos corrientes en la adquisición de áreas de interés
ambiental y el pago de servicios ambientales (educación ambiental) entre otras
conclusiones.
Las comunidades se resisten a la muerte del Palo, el Guengué y el Paila. Y por ello, llevan a cabo estos actos simbólicos para traer del mundo de
los muertos a estas importantes fuentes de agua. Los pobladores de estos
lugares se percataron que cuando se apropian, se empoderan y se llevan a cabo
acciones colectivas, como las del funeral simbólico de los tres ríos, se pueden
alcanzar importantes logros con respecto al mejoramiento de sus vidas y sus entornos.
En este caso, la acción colectiva liderada por la comunidad
de Puerto Tejada logró trascender en las
esferas de poder y de toma de decisión. Haría falta llevar a cabo la
judicialización ambiental de este daño ambiental significativo y que se hace
con respecto a estos ríos, para que los compromisos no queden como meras buenas
intenciones y al albedrío del cumplimiento de las empresas contaminadoras.
Igualmente, se requiere estar en vigilancia y veeduría de que estas decisiones
se cumplan y se lleven a cabo.