Este es un espacio que propone reflexiones y debates sobre la inter-retro-conexión sociedad en la Naturaleza y la Naturaleza en la sociedad.

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sábado, 9 de enero de 2016

ESPECIE HUMANA, ENTRETENIDA Y EN DESTRUCCIÓN

Especie humana, entretenida y en destrucción*



Por Hernando Uribe Castro
Prof. Universidad Autónoma de Occidente
Magíster en Sociología y Candidato a Doctor en Ciencias Ambientales
Universidad del Valle

Pienso que a los seres humanos no se nos ha dicho toda la verdad con respecto a las condiciones reales que enfrentamos en este planeta. Y lo que se nos ha dicho, a pesar de la gravedad que reviste, al parecer, no tiene la fuerza que requiere un mensaje de este talante para producir cambios significativos en el comportamiento humano. ¿por qué?

Pienso que se nos ha entretenido y este entretenimiento ha conducido a un descuido imperdonable con el planeta. El entretenimiento que se nos produce y que aceptamos a través de los distintos medios masivos y globales de comunicación ha banalizado la crisis ecológica y ambiental: un hecho tan grave como aquel que registró la Agencia Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) en diciembre de 2015, el polo norte no llegó a los -25 grados bajo cero sino que se mantuvo en 2 grados, fue opacado por lo ocurrido en la elección de Miss Universo.

Buena parte de la responsabilidad recae en las elites de poder global, que actúan a través de las Corporaciones globales, que someten a los gobiernos y construyen el mundo a su modo. Que tienen gran influencia y dominan la masa de población global a través de los medios de comunicación, las redes informáticas, las políticas globales que actúan como políticas estatales y la creación incesante de un mercado de necesidades banales para una población que se esclaviza para satisfacerlas. Y también la responsabilidad recae en nosotros que jugamos ese juego.

Elites, corporaciones y gobiernos nos anestesian de las preocupaciones ambientales porque de este modo garantizan la actuación extractiva sobre la naturaleza, la depredación de selvas y bosques, la transformación de la tierra, el agua y el aire como mercancías costosas.

Puesto que al tener unas sociedades preocupadas por las cuestiones ambientales, los individuos y grupos transformarían sus estilos de vida consumista por estilos de vida sustentables y más políticos a favor de la defensa y el cuidado de la naturaleza. Las repercusiones de este comportamiento sustentable afectarían negativamente la rentabilidad del negocio y se produciría la efervescencia de las protestas y de los movimientos sociales globales contra las corporaciones y contra los gobiernos.

Esto implicaría, por un lado, una reducción drástica del consumo de productos con un efecto negativo sobre la rentabilidad  de las empresas, y por otro lado, los gobiernos estarían expuestos a las exigencias, obligaciones y demandas de una sociedad civil vigorizada y sensible a la problemática y la crisis ambiental.

De este modo, una sociedad entretenida es una sociedad consumista, una sociedad ambientalmente responsable afectaría los intereses económicos de las elites, las corporaciones globales y de los gobiernos.

Han puesto nuestras mentes en otros asuntos. Por ejemplo, nos han hecho creer que la “felicidad” se logra con el consumo compulsivo,  y que para poder participar de esta vida de consumo debemos entregar nuestra vida al trabajo y a las deudas bancarias. Que teniendo cuentas de ahorro, comprando casa, vehículos, aparatos de última generación endeudándonos con créditos o hipotecas, participando de lo último en modas y haciendo de nuestros cuerpos artefactos expresivos de belleza, vamos a progresar y lograr nuestros sueños. Vamos a surgir y lograr la tan anhelada felicidad.

Este entretenimiento que experimentamos hoy con fútbol, modas, eventos globales, Internet, tecnologías, cine, música, etc., ha construido un ambiente relajado, de desinterés y ha puesto la destrucción de la vida lejos de nuestras preocupaciones. Incluso, ridiculizan tanto el conocimiento científico como los saberes ancestrales que han hecho el llamado por la gravedad del asunto ambiental.

Por ello, un pensamiento ambiental que transforme las conciencias, las prácticas y, en consecuencia, los estilos de vida promovidas por el modelo de sociedad consumista por estilos de vida sustentables y respetuosos de la naturaleza es tremendamente peligroso para el lucro de las corporaciones globales.

La especie humana está en la obligación de salir de su hipnosis, de actuar y de cambiar el rumbo de destrucción. Lo que se prevé para los tiempos que se avecinan en ésta nuestra casa común, es sencillamente la destrucción total. Y mientras se reafirma ese proceso de destrucción que avanza a toda velocidad, quienes estemos vivos la vamos a pasar muy mal. De hecho, ya lo estamos experimentado.

Somos hoy, una especie humana moribunda e irresponsable, que se entretiene fácilmente en su agonía lenta y muerte certera. O, en otras palabras, somos una especie felizmente entretenida pero moribunda y agonizante, que camina a paso lento a su propio degolladero. Llevándose consigo a otras especies y otras vidas que tuvieron la suerte de pagar el alto costo por convivir con nosotros, justamente, en esta pequeña porción del tiempo y del espacio cósmico.

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Apartes del capítulo 2 del libro "Pensando Ambientalmente. De las críticas al sistema a las posibilidades de cambio". 2016. pp. 67-70