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jueves, 24 de marzo de 2011

LA CIUDAD Y EL CAPITALISMO

La ciudad y el capitalismo

Por
Hernando Uribe Castro
Magíster en Sociología
Heruribe52@hotmail.com


La ciudad y el campo cada día más pueden comprenderse como parte del proceso de construcción del sistema capitalista que con el paso del tiempo ha conllevado a que ellas adquieran un papel preponderante en el orden de la vida social contemporánea. Estos son resultado de las dinámicas de producción, de distribución y consumo de procesos productivos como tierra, trabajo, productos, mercancías, y consumo a lo largo de los últimos siglos. Entonces, la ciudades colombianas deben comprenderse en el contexto de sociedad a la que pertenecen, en este caso a la que produce el Sistema Mundo Moderno, que presentó importantes impactos tanto en Europa como en América.

La vida en las ciudades colombianas obedece a las dinámicas del sistema que abarca todos los espacios geográficos y sociales. La vida cotidiana reproduce la dinámica del sistema y casi nada escapa de ello. Con el proceso de operación del sistema y las nuevas complejidades que invaden la vida social, el sistema se ha visto abocado a que cada elemento de la sociedad funcione de forma engranada. Y para que funcione todo de esta manera, los controles sobre el espacio geográfico, así como el control sobre el espacio social es necesario.

Para cada actividad, el sistema ha dispuesto de espacios especializados segregados por clases sociales, segregados por ocupación y labores, segregados por grupos étnicos-raciales y hasta por poder adquisitivo. Ciudades que se consideraron centros históricos y patrióticos hoy, desde ese punto de vista y especialización, son centros de consumo cultural y marcas de mercado, como por ejemplo, Cartagena como ciudad turística. Proyectos urbanos que pretenden modificar centros históricos residenciales tradicionales para convertirlos en centros productivos y de comercio. Ejemplo de ello es lo que sucede con el barrio San Antonio en Cali.

La ciudad colombiana hoy intenta imponer dos características de las ciudades globales: control y organización racional de todas las actividades en el marco del orden social. Muchas veces las elites de poder local y global buscan la reubicación de sus excedentes de capital a partir de un aprovechamiento exhaustivo de los espacios públicos y privados, del uso y potencial del suelo, racionalidad de los recursos, apertura del mercado, impulso de la imagen y la marca de la ciudad y sus lugares para fines turísticos, control espacio-temporal de las dinámicas de intercambio y movilidad de población, materias primas y producción y distribución de bienes. Ya el geógrafo David Harvey había hecho el llamado a esta situación

Esta lógica espacial del capitalismo focalizada en la ciudad como núcleo central de su gestión, hace de las ciudades hoy, lugares más extraños, más complejos, más distintos y más productivos. Frente a esta bandada de racionalidad de capital, los marginados y excluidos del sistema, los que se encuentran en el sistema pero desde el lado de ilegalidad y los que están en la legalidad en los puntos de mando buscan la manera más fácil y rápida de beneficiarse.

La inseguridad brota como agua manantial a medida que aumenta la racionalidad de la vida urbana capitalista, en medio de su orden, control y progreso. Los gobiernos apoyando estos procesos de modernización de la ciudad se hacen ciegos al color de los impactos que tiene esto en los individuos, grupos y comunidades. En algunas ocasiones, elabora estrategias, planes, programas y todo tipo de mecanismo legal que contribuye a amenguar en algo todo el peso del sistema, pero la mayor parte del tiempo es sordo e invidente y pasa por alto. El aumento del pie de fuerza extrañamente se da a la par con el aumento de la criminalidad en todas sus expresiones, cosa que espera cualquier ciudadano debe ser lo contrario.

¿Qué sucede con las ciudades y sus pobladores? ¿Dónde quedarán en este sistema de grandes incertidumbres?