Este es un espacio que propone reflexiones y debates sobre la inter-retro-conexión sociedad en la Naturaleza y la Naturaleza en la sociedad.

Hernando Uribe Castro, derechos reservados. Citar la fuente. Plantilla Simple. Imágenes de la plantilla degaffera. Tecnología de Blogger.


miércoles, 26 de octubre de 2016

La Laguna de Sonso

La Laguna de Sonso, Valle del Cauca, Colombia

Por: Hernando Uribe Castro, Magíster en Sociología
Candidato a Doctor en Ciencias Ambientales


La Laguna de Sonso es de los pocos ecosistemas que quedan como muestra de lo que en algún momento fue el paisaje biodiverso del valle geográfico del río Cauca en Colombia.

Actualmente posee una extensión de 2.045 hectáreas, de las cuales, se supone que 745 has son de la zona lagunar (cifra por cierto muchísimo menor porque la mayor parte de este espejo de agua está hoy copada por el buchón de agua) y 1.300 has en zona amortiguadora.

Se alimenta de las aguas del río Cauca en periodo de lluvias intensas y en menor proporción de algunos afluentes: ríos Guadalajara y Sonso. Se encuentra dentro del ecosistema bosque seco tropical inundable a la que llegan especies de aves migratorias. En ella existen especies de fauna y flora, formando un ecosistema valioso e importante para el planeta.

Foto: Hernando Uribe Castro en la Laguna de Sonso - Bosque seco tropical inundable
Septiembre de 2016.

La laguna tiene funciones tales como la regulación natural del caudal del río Cauca, la disminución de la frecuencia de los desbordamientos del río Cauca aguas abajo de la laguna, la recarga y descarga de los acuíferos (aguas subterráneas), la estabilización de las condiciones climáticas locales, la filtración natural previniendo el aumento de nitritos, los cuales producen eutrofización; pero también es un ecosistema del que se sustentan comunidades de pescadores.

La dinámica natural de esta laguna ha sido afectada desde los años cincuenta por parte de propietarios privados interesados en ampliar la frontera de los cultivos de la caña de azúcar y también por parte de las agencias del Estado, cuando por ejemplo, se hizo la vía que conectaba Yotoco-Buga en los años sesenta. De ahí en adelante las afectaciones han sido recurrentes, pues tal como se conoció en los inicios del 2016, propietarios privados habían afectado la laguna haciendo jarillones, rellenando y desecando este lugar.

Foto: Hernando Uribe Castro, Laguna de Sonso, Septiembre de 2016.
Ella representa un conflicto de intereses que pone en evidencia, por una parte, el avance agroindustrial y por otra, la capacidad de la movilidad social para defender un espacio natural de las dinámicas de capitalismo corporativo agrario. Una comunidad ambiental que integra campesinos agrícolas, pescadores, académicos, intelectuales y todo tipo de actor social sensibles a la naturaleza. Todo un conjunto de sujetos que como comunidad ambiental proponen distintos repertorios que van desde marchas, concentraciones, caminatas, eventos académicos, difusión de folletos hasta denuncias públicas en medios de comunicación, exigencias a autoridades ambientales. A los repertorios de defensa por la laguna de las tradicionales, se le sumaron los repertorios más recientes cuando el marco legal constitucional y normativo fortalece la demanda y denuncia penal ambiental para la judicialización de los promotores del daño ambiental.

Por su parte, las instituciones del Estado ante las distintas demandas han dado como respuesta acciones de institucionalización del conflicto como: emitir decretos, normas, acuerdos, instrucciones e, incluso, procesos sancionatorios, como aquellos que se tomaron en el 2016 contra algunos de los propietarios privados que habían afectado la laguna en diciembre del 2015. Sería muy interesante que se diera a conocer de parte de las autoridades en qué va todo este proceso.

Este es un conflicto que deja una gran inquietud y tiene que ver con lo siguiente: A lo largo de todo este tiempo, la autoridad emitió decretos, acuerdos y normas para defender y conservar la laguna. Incluso, la Carta Constitucional de 1991, la creación del Ministerio del Medio Ambiente en 1993, la Ley de Ordenamiento Territorial de 1997, la inclusión de Colombia en la red RAMSAR, entre otros actos de carácter jurídico y legal que se podrían citar, se han erigido como soporte central para la conservación de los ecosistemas del país en sus condiciones ecosistémicas propias y propicias para la existencia de la vida. ¿Ha sido suficiente todo este marco legislativo, legal, para la defensa de la naturaleza? ¿Por qué existiendo toda esta normatividad y toda la defensa comunitaria, la Laguna de Sonso continúa con su proceso de deterioro ambiental?

El caso de la Laguna de Sonso muestra claramente los efectos nocivos del interés de unas elites de avanzar en el proceso expansivo de la caña de azúcar en el valle geográfico del río Cauca, siendo éste ecosistema significativo para la dinámica hidrológica del río, la biodiversidad de especies y la sustentabilidad de las comunidades campesinas.

Foto: Hernando Uribe Castro. Frontera de la caña de azúcar en la Laguna de Sonso.
Septiembre de 2016.
Según el Acuerdo 105 de 2015 de la CVC, se hace la homologación de denominación de la Laguna de Sonso de Reserva Natural a la categoría de Distrito Regional de Manejo Integrado Laguna de Sonso. Entre una cosa y otra existen diferencias sustanciales en términos de su protección, conservación, pero también de su uso. ¿Qué repercusiones ambientales tiene esta nueva denominación? ¿En qué momento se dio este cambio y por qué la comunidad no se percató de esta nueva denominación? ¿Qué ventajas y desventajas representa para la laguna esta transformación en Distrito Regional de Manejo Integrado?

martes, 4 de octubre de 2016

EL DÍA QUE SE DIJO NO

EL DÍA QUE SE DIJO NO!

Por:
Hernando Uribe Castro
Magíster en Sociología, Candidato a Doctor en Ciencias Ambientales

Como un hecho inédito, por las condiciones en que se presentó, y luego de cuatro años de negociación entre el grupo de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP) y el gobierno colombiano del presidente Juan Manuel Santos, se logró firmar el "Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera" el cual no solo se le presentó a los colombianos sino también a la comunidad internacional quien, desde sus distintos espacios y escenarios, ofreció todo su apoyo: Organización de Naciones Unidas, Unión Europea, e incluso, el Vaticano.

El momento llegó, la fiesta se sentía en las calles de aquel 2 de octubre cuando se llevó a cabo el plebiscito como acto para la refrendación de este acuerdo y como parte de la promesa democrática para que no fuera una imposición que haría el gobierno al pueblo colombiano. La pregunta en el tarjetón que se entregó a los votantes era: “¿Apoya usted el acuerdo final para terminar el conflicto y construir una paz estable y duradera?”.

Luego de la larga jornada de aquel domingo, el resultado fue increíble para un país que había vivido 52 años ininterrumpidos en conflicto armado: el plebiscito lo ganó el “No” a la paz, que es un No al acuerdo firmado con las Farc-ep por una mínima ventaja sobre el SI. El país quedó polarizado de este modo: 6.419.759 (50,23%) ciudadanos rechazaron en las urnas lo pactado con la guerrilla, frente a los 6.359.643 (49,76%) que dijeron “Sí”. Con este resultado la fiesta por la paz se tiñó de gris. Una lluvia intensa al modo de tormenta invadió toda Colombia. Tormenta que se vivió también en los corazones de quienes votamos SI. La noche quedó en silencio. Muchos se movilizaron a las redes sociales a expresar su dolor de patria, su angustia, su rabia, su impotencia y su indignación. El mundo entero no lo podía creer y tampoco entender. Los medios globales anuniciaron "Colombia dijo NO a la paz".*

La pulsión de muerte y terror volvió a recorrer el espíritu del territorio que se creía pacificado y que, liberada, se impuso como una emoción que flotó sobre los efectos salvajes del odio.

¿A caso este resultado fue sorpresivo? ¿Qué se puede esperar de una población enferma de odio, entretenida con fútbol e ignorante en cuanto a cultura política? Una población manipulable que es, ingenuamente, leal a los valores que imponen los medios de comunicación y algunas élites de poder que producen la guerra a través de dispositivos culturales sutiles como la radio y la televisión. Uno de los momentos de mayor expresión de "estupidez colectiva" que contarán los jóvenes de las generaciones futuras cuando traten de entender este momento en la trayectoria histórica de este país. Un caricaturista reconocido en Colombia dibujó el símbolo de la paz, la paloma blanca, crucificada con una frase bíblica: “Padre, perdónales porque no saben lo que hace”.

Sin duda alguna, se dejó ver la “embriaguez social y colectiva” producida por el constante “cóctel” que los colombianos ingerimos diariamente y que combina: una baja institucionalidad, altos niveles de corrupción, ignorancia en cultura política de una alta proporción importante de los ciudadanos que sabe más de fútbol que de historia y, que además, desayuna, almuerza y cena viendo aquellos noticieros que son los dispositivos por excelencia de la manipulación y el control del imaginario social y colectivo. Medios de comunicación que alcanzan importantes ingresos reproduciendo la violencia física y simbólica con novelas de narcotráfico, violencia y dolor. Apología a los males globales de la sociedad y poco sobre educación, la convivencia y el amor.

Al parecer, una muy buena parte de los colombianos no tenía ni idea de lo que significaba vivir el conflicto armado pues lo habían visto a través de sus pantallas y en sus hogares urbanos, mientras que aquellos que vivieron en carne propia la visita de la muerte, el sonido de los fusiles y las metrallas y que además en algún momento tuvieron que salir corriendo de sus campo y lugares de vida como aldeas y pueblos, exigieron de inmediato la Paz. Con los resultados del plebiscito, las victimas fueron revictimizadas. 

Interesante el que en aquellos municipios más golpeados por la violencia el pueblo salió a las urnas a votar por el SI de la aprobación de los acuerdos. En lugares como Bojayá (Chocó), que fue afectado ferozmente por la confrontación de los grupos armados, por ejemplo, la gente perdonó a las Farc-ep y votaron SI con el 95%, mientras que en ciudades capitales como Medellín un 63% dijo NO. Unas votaciones donde la abstención llegó a un 62%. La ceguera se impuso sobre las mentes ingenuas mientras que la lucidez del pueblo colombiano se escondió.

A partir de este momento y ante estos resultados, volvió a la mente de muchos colombianos lo aprendido cuando en los libros se nos hablaba de la “Patria Boba”. Las clásicas frases de Simón Bolívar se hicieron notar nuevamente en las redes virtuales: "Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción". El país entró en una situación de incertidumbre. El gobierno de inmediato llamó a la calma social y a llevar a cabo un gran acuerdo nacional invitando a todos los partidos políticos a buscar la ruta más apropiada para afrontar esta difícil situación. Los impulsores del NO, como acto de victoria, se dejaron ver en todos los noticieros felices y triunfantes. Los partidos políticos en silencio total. Las Farc-Ep desde Cuba, lugar que los había acogido durante el proceso de negociación dijeron que se mantendrían firmes en la búsqueda de la Paz.

Ahora el escenario colombiano es para tomarlo con pinzas y esperar la estrategia política del presidente Santos, que seguramente, impaciente, preocupado, tendrá que tener el control y la serenidad para sacar este proceso adelante. Los estudiantes de las universidades empezaron a hacerse sentir en las calles, movilizándose y pronunciando la palabra "Paz", haciendo marchas de antorchas y jornadas de caminatas por las principales ciudades. El país macondiano se dejó ver como lo que es, y como García Márquez ya lo había descrito en su famosa obra.

El caso colombiano es un reto inmenso para cualquier pensador e intelectual en el mundo que trate de comprender una sociedad como esta. Y para los pensadores colombianos, este país implica un reto doblemente inmenso, pues tenemos que hacer el esfuerzo para comprendernos, para extraernos de nosotros mismos y poder ver la verdadera cara del pueblo al que pertenecemos.

*Sugiero lean esta entrevista el promotor del NO que muestra claramente las estrategias utilizadas para manipular a los votantes ingenuos:
http://www.larepublica.co/el-no-ha-sido-la-campa%C3%B1a-m%C3%A1s-barata-y-m%C3%A1s-efectiva-de-la-historia_427891