EN DEFENSA DEL HUMEDAL EL CORTIJO
EN EL VALLE SAGRADO DEL LILI,
CALI-COLOMBIA
Por:
Hernando Uribe Castro
Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales
Director Instituto de Estudios
para la Sostenibilidad
El crecimiento exponencial de la ciudad de Cali ha conllevado a
que, día tras día, se integren zonas de ecosistemas estratégicos a procesos de
urbanización y al mercado del suelo urbano. En algunas ocasiones, estos procesos
se han realizado sin el control de la autoridad ambiental, o en su defecto, con
su autorización. El humedal El Cortijo -localizado en la ciudad de Santiago de Cali-
es un ecosistema estratégico propio de la dinámica natural del río Lili y su relicto
de bosque seco tropical.
Río Lili a su paso por el humedal El Cortijo Foto: Hernando Uribe Castro, 26 de abril de 2019 |
Lo que enfrenta este humedal es un claro ejemplo del
segundo caso, es decir, en donde las autoridades ambientales otorgaron los
permisos y dieron las autorizaciones correspondientes para la realización de
las obras en el desarrollo del Proyecto Terminal de Cabecera Sur y su conexión
troncal ubicada en el municipio de Cali, Valle del Cauca. Una de ellas, mediante
Resolución 0710 No. 0712-001258 de diciembre 30 de 2016. (Procuraduría General
de la Nación y Personería de Santiago de Cali, 2018).
Es interesante preguntarse ¿cómo fue posible que, precisamente, las
entidades encargadas de velar por la protección, conservación de los elementos
de la naturaleza y sus ecosistemas estratégicos de la ciudad de Cali y del Alto
valle del río Cauca, autorizaran la ocupación del cauce y las obras hidráulicas
en un ecosistema estratégico de la ciudad de Cali como lo es el Humedal El
Cortijo, en un contexto glolocal donde cada relicto de bosque y de humedal se
convierten en lugares sagrados que aportan a la sustentabilidad de la vida y
una esperanza para afrontar los embates de un cambio climático acelerado por la
irresponsabilidad del capitalismo y que llegó con fuerza para eliminar todo
rastro de vida planetaria?
¿Cómo comprender que esto suceda en un país que se jacta de poseer
un amplio marco normativo que protege los humedales y demás ecosistemas
estratégicos para la mitigación del cambio climático? ¿De qué sirve la Ley 357
de 1997, la Política Nacional para los Humedales Interiores de Colombia, la
Resolución 157 de 2004 y 196 de 2006 del Ministerio de Ambiente, Vivienda y
Desarrollo Territorial, cuando acontecen hechos como el del Humedal El Cortijo
y de los demás ecosistemas ya eliminados del territorio?
Las comunidades y grupos organizados de vecinos, así como las
comunidades ancestrales habitantes de estos lugares han dado la lucha, han
paralizado las obras y han puesto las respectivas denuncias ante la
Procuraduría, la Contraloría, la Personería y demás entes encargados de velar
por el que los agentes de Estado cumplan con lo estipulado en el marco
constitucional colombiano.
Fue a través de la “Acción Preventiva Conjunta” de la Procuraduría
General de la Nación y la Personería de Santiago de Cali -y no la autoridad ambiental local y regional del Valle del Cauca-, la que ordenó la suspensión de los
desarrollos de la obra hasta tanto no tener la valoración técnica de la
Universidad del Valle.
¿Cómo es posible que entidades como las ambientales -municipales y
regionales-, una de ellas fundada desde 1954, no haya reconocido en casi 65
años de vida, este humedal y los otros ecosistemas que infortunadamente ya
fueron aniquilados por el monopolio agroindustrial cañero, la "geofagia" urbanizadora y la avaricia de terratenientes y mineros que arrasan con cada
centímetro de las tierras y suelos del Valle del Cauca?
Pienso que las autoridades ambientales (local, departamental,
regional y nacional) le deben una clara explicación a la sociedad vallecaucana y, en general, a la sociedad colombiana con respecto a su proceder, en esté y
en los demás casos por permitir que se presentaran las afectaciones socioambientales a los ecosistemas
estratégicos del Valle del Cauca.
También pienso que la comunidad, grupos de vecinos y comunidades
ancestrales ya son victoriosos en este caso en la medida en que no solo han
logrado detener el monstruo del mundo corporativo que atenta contra los bienes
de la naturaleza, sino que también han logrado desenmascarar el débil y, a
veces, falso ambientalismo y ecologismo que dicen poseer las autoridades
ambientales de la ciudad, la región y el país. Entidades que hablan de vida, sostenibilidad y
del mundo verde, pero cuyas acciones evidencian que han permitido la eliminación de los ecosistemas estratégicos y que además, han sido muy débiles y negligentes a la hora de enfrentar los grupos económicos que atentan contra los bienes y elementos de la naturaleza de este territorio.
La victoria total estaría en que se logre proteger en su
integridad el Humedal El Cortijo como espacio de vida, de conexiones vitales y
como ecosistema estratégico ante el Cambio Climático.
Lo que ha logrado la comunidad del Valle Sagrado del Lili es, desde ya
mismo, un caso ejemplar para otras comunidades que también enfrentan los
estragos de este mundo corporativo, desarrollista y extractivista que elimina
todo indicio de vida por el afán de lucro y de acumulación incesante de
capital.
Referencias bibliográficas:
- El País. (2017). Construcción de terminal del MÍO genera
discordia. pág. A8. 1 de julio de 2017.
- El País. (2017). La difícil tarea de ejecutar grandes obras en el
sur de Cali. pág. A2. 16 de Julio de 2017
- El País. (2018). “Consejo de Estado ordena suspender temporalmente
obras del Terminal Sur del MÍO”. Publicado el 30 de mayo de 2018.
- El País. (9 de Julio de 2017). Los puntos de discordia por
Terminal Sur del Mio. pág. A2.
- Procuraduría General de la Nación y Personería Santiago de Cali.
(2018). "Acción Preventiva Conjunta". 13 de junio de 2018. República de Colombia.