Este es un espacio que propone reflexiones y debates sobre la inter-retro-conexión sociedad en la Naturaleza y la Naturaleza en la sociedad.

Hernando Uribe Castro, derechos reservados. Citar la fuente. Plantilla Simple. Imágenes de la plantilla degaffera. Tecnología de Blogger.


sábado, 12 de octubre de 2019

DE RIOS INVISIBLES/INVISIBILIZADOS, SILENCIOSOS/SILENCIADOS


DE RÍOS INVISIBLES/INVISIBILIZADOS, SILENCIOSOS/SILENCIADOS

Por
Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales
Director Instituto de Estudios para la Sostenibilidad

He culminado con mi equipo de Investigación* un estudio exploratorio sobre la historia ambiental de los ríos Cañaveralejo, Meléndez y Lili de la ciudad de Santiago de Cali en Colombia.

Un Programa de Investigación cuyos resultados ponen en evidencia lo que sucedió con estos cursos de agua. Pienso que lo que encontramos como equipo de investigación, además de preocupante es  alarmante y altamente perturbador. Por ello, es necesario insistir en los llamados a la sociedad para que despierte de su letargo, aturdimiento y encantamiento por los discursos del “desarrollo” y la modernidad.

Con el ejercicio de la investigación realizamos un rastreo del pasado hídrico y ecosistémico, de las transformaciones socioterritoriales y de la destrucción con profundas heridas en las condiciones de vida que experimentaron estos ecosistemas. Una historia ambiental que -de la mano de la ecología política y la sociología urbana-, recuperó esa otra historia que no había sido contada y que se encontraba perdida en los vericuetos del olvido urbano. Una historia ambiental que permitió ir tras los rastros, las huellas y los indicios de un pasado caracterizado por una increíble dinámica natural que poseían estos afluentes y que hoy en día, de todo ello, solo quedan unos hilos de agua. Tres ríos que fueron intervenidos con obras de infraestructura para canalizarlos y convertidos en uno solo a través de un canal interceptor. Los ecosistemas, la biodiversidad y sus flujos se encuentran destruidos.

Foto: Archivo Grupo de Investigación en Conflictos y Organizaciones, 2019.

Las evidencias recuperadas en nuestra investigación ponen al descubierto que la ciudad de Cali creció a espalda de sus ríos. Una ciudad que no solo los silenció, sino que además los invisibilizó del paisaje territorial y social, así como los desterró del lugar que ocupaban en la memoria de cada habitante. Los ríos parecen que hubiesen caído en un abismo profundo del que nunca más podrán salir.

Hoy en día, la mayor parte de los ciudadanos no sabe de la existencia de ellos. Y los pocos que la conocen, no saben dónde están, por dónde corren sus aguas y qué sucedió con ellos. Estos afluentes que fueron centrales para la historia social, política y económica de esta ciudad, hoy fluyen escondidos como fantasmas nocturnos urbanos, o como “monstruos” de los que la ciudad se debe de cuidar.

Nuestra investigación explica claramente cuáles fueron las razones y los motivos existentes detrás de esta situación. De lo que algunas vez fueron ríos caudalosos y con vida hoy se encuentren en condiciones deplorables y de injusticia ambiental. Incluso, algunos de los pocos tramos que quedaron expuestos como muestra de su existencia, se han tratado de maquillar con parques o zonas verdes de diversión. Es frente a la comprensión de estos hechos donde cobra importancia la historia ambiental, así como los otros campos de la ecología política y la sociología urbana.

Estos campos de producción de conocimiento -que son además emergentes así como interdisciplinarios- ofrecen los dispositivos analíticos con los cuales se puede develar el conjunto de acciones y decisiones que fueron tomadas a lo largo de la historia urbana, así como los discursos y los argumentos utilizados para producir el panorama de degradación ambiental de la actual ciudad. Acciones, discursos y argumentos que surgieron tanto de los agentes institucionales como de los agentes privados interesados en el negocio del marcado de la tierra, sin la precaución de los daños y deudas ecológicas y ambientales.

Lo perturbador de todo ello, es que en escenarios de insustentabilidad, cambio climático, degradación ecosistémica y crisis ambiental, las políticas y los políticos, así como el gobierno y la alta dirigencia continúen sus acciones destructoras de los ecosistemas estratégicos existentes en el territorio. ¿Es posible plantear que Cali es una ciudad sostenible cuando las evidencias existentes ponen al descubierto las tristes marcas de la racionalidad económica sobre la naturaleza y su efecto de insustentabilidad? ¿Es suficiente con el superficial discurso del “desarrollo sostenible” y la “gestión hídrica” para producir una verdadera justicia ambiental que ponga en el centro la situación de indignidad que experimentaron y experimentan estos ecosistemas? ¿Por qué la ciudad y sus habitantes parecen ser tan insensibles con lo que sucede con el agua? ¿Por qué los ríos y sus condiciones de vida no están en el centro del pensamiento de cada uno de nosotros? ¿Qué nos imposibilita pensar sobre lo que es importante y necesario pensar? ¿Qué podemos hacer como seres un poco más sensibles ante estos hechos y retos? ¿Quién o quiénes pagarán por los costos ecológicos y ambientales de toda esta destrucción?

Estas y otras preguntas hacen parte de los resultados de esta investigación, los cuales serán socializados en los siguientes meses con todas aquellas personas que estén interesadas en conocer más sobre estos hechos.

---------------------
* Grupo de Investigación en Conflictos y Organizaciones de la Universidad Autónoma de Occidente.