DE RÍOS INVISIBLES/INVISIBILIZADOS,
SILENCIOSOS/SILENCIADOS
Por
Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales
Director Instituto de Estudios para la Sostenibilidad
He culminado con mi equipo de Investigación* un estudio exploratorio
sobre la historia ambiental de los ríos Cañaveralejo, Meléndez y Lili de la
ciudad de Santiago de Cali en Colombia.
Un Programa de Investigación cuyos resultados ponen
en evidencia lo que sucedió con estos cursos de agua. Pienso que lo que
encontramos como equipo de investigación, además de preocupante es alarmante y altamente perturbador.
Por ello, es necesario insistir en los llamados a la sociedad para que despierte
de su letargo, aturdimiento y encantamiento por los discursos del “desarrollo”
y la modernidad.
Con el ejercicio de la investigación realizamos un rastreo del
pasado hídrico y ecosistémico, de las transformaciones socioterritoriales y de la
destrucción con profundas heridas en las condiciones de vida que experimentaron
estos ecosistemas. Una historia ambiental que -de la mano de la ecología
política y la sociología urbana-, recuperó esa otra historia que no había sido
contada y que se encontraba perdida en los vericuetos del olvido urbano. Una historia
ambiental que permitió ir tras los rastros, las huellas y los indicios de un
pasado caracterizado por una increíble dinámica natural que poseían estos afluentes
y que hoy en día, de todo ello, solo quedan unos hilos de agua. Tres ríos que fueron intervenidos con obras de infraestructura para canalizarlos y convertidos en uno solo a través de un canal interceptor. Los ecosistemas, la biodiversidad y sus flujos se encuentran destruidos.
Las evidencias recuperadas en nuestra investigación ponen al
descubierto que la ciudad de Cali creció a espalda de sus ríos. Una ciudad que
no solo los silenció, sino que además los invisibilizó del paisaje territorial
y social, así como los desterró del lugar que ocupaban en la memoria de cada habitante.
Los ríos parecen que hubiesen caído en un abismo profundo del que nunca más podrán
salir.
Hoy en día, la mayor parte de los ciudadanos no sabe de la
existencia de ellos. Y los pocos que la conocen, no saben dónde están, por
dónde corren sus aguas y qué sucedió con ellos. Estos afluentes que fueron
centrales para la historia social, política y económica de esta ciudad, hoy fluyen
escondidos como fantasmas nocturnos urbanos, o como “monstruos” de los que la
ciudad se debe de cuidar.
Nuestra investigación explica claramente cuáles fueron las razones
y los motivos existentes detrás de esta situación. De lo que algunas vez fueron ríos
caudalosos y con vida hoy se encuentren en condiciones deplorables y de injusticia ambiental. Incluso, algunos de
los pocos tramos que quedaron expuestos como muestra de su existencia, se han
tratado de maquillar con parques o zonas verdes de diversión. Es frente a la comprensión de estos
hechos donde cobra importancia la historia ambiental, así como los otros campos
de la ecología política y la sociología urbana.
Estos campos de producción de conocimiento -que son además emergentes
así como interdisciplinarios- ofrecen los dispositivos analíticos con los
cuales se puede develar el conjunto de acciones y decisiones que fueron tomadas
a lo largo de la historia urbana, así como los discursos y los argumentos utilizados
para producir el panorama de degradación ambiental de la actual ciudad. Acciones,
discursos y argumentos que surgieron tanto de los agentes institucionales como
de los agentes privados interesados en el negocio del marcado de la tierra, sin
la precaución de los daños y deudas ecológicas y ambientales.
Lo perturbador de todo ello, es que en escenarios de insustentabilidad, cambio climático, degradación
ecosistémica y crisis ambiental, las políticas y los políticos, así como el gobierno y la alta dirigencia
continúen sus acciones destructoras de los ecosistemas estratégicos existentes
en el territorio. ¿Es posible plantear que Cali es una ciudad sostenible cuando
las evidencias existentes ponen al descubierto las tristes marcas de la
racionalidad económica sobre la naturaleza y su efecto de insustentabilidad? ¿Es suficiente con el superficial
discurso del “desarrollo sostenible” y la “gestión hídrica” para producir una
verdadera justicia ambiental que ponga en el centro la situación de indignidad que
experimentaron y experimentan estos ecosistemas? ¿Por qué la ciudad y sus
habitantes parecen ser tan insensibles
con lo que sucede con el agua? ¿Por qué los ríos y sus condiciones de vida no
están en el centro del pensamiento de cada uno de nosotros? ¿Qué nos
imposibilita pensar sobre lo que es importante y necesario pensar? ¿Qué podemos
hacer como seres un poco más sensibles ante estos hechos y retos? ¿Quién o
quiénes pagarán por los costos ecológicos y ambientales de toda esta
destrucción?
Estas y otras preguntas hacen parte de los resultados de esta investigación,
los cuales serán socializados en los siguientes meses con todas aquellas personas
que estén interesadas en conocer más sobre estos hechos.
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* Grupo de Investigación en Conflictos y Organizaciones de la Universidad Autónoma de Occidente.