Bancos,
otro de los responsables “invisibles” de la crisis social
Por:
HERNANDO URIBE CASTRO
Magíster en Sociología
En Colombia, se ha naturalizado el
conflicto armado como la principal causa del conflicto social. Pero analizando
la situación detenidamente, es posible evidenciar que existen otros actores tan
responsables de este hecho, como lo ha sido los gobiernos y los bancos. La relación
entre el gobierno y los bancos es poco analizada y comprendida. Inclusive para
muchos colombianos, así como para muchas personas en todo el mundo, desde su
sentido común, pueden llegar a pensar que estos actores casi nunca se cruzan.
Un vistazo interesante en otras partes
del mundo donde se desnuda esa relación nos sitúa en el caso de los indignados
en España que vienen realizando su protesta en la perspectiva de demandar de
manera rotunda esa relación perversa entre estos dos actores: bancos y gobierno.
Para Manuel Castells, este movimiento de indignados han
venido planteando, en redes sociales y en repertorios de acción colectiva sobre
plazas, barrios y calles, denuncias de que la crisis la crearon bancos y
gobiernos y la sufre la gente: “que los políticos sólo se representan a sí
mismos, que los medios de comunicación están condicionados y que no hay vías
para que la protesta social se traduzca en verdaderos cambios porque en la
política está todo atado y bien atado para que sigan pagando los de siempre y
cobrando los de siempre”[1].
La unión Europea acaba de salvar bancos españoles, así como en la crisis de
años pasados también se hizo. Como lo expresa Manfred Max-Neef,
“En
el mismo momento en que la FAO informa que el hambre está afectando a 1.000
millones de personas, y valora en 30.000 millones de dólares la ayuda necesaria
para salvar todas esas vidas, la acción concertada de seis bancos centrales
(USA, UE, Japón, Canadá, Inglaterra y Suiza), inyecta 180.000 millones de
dólares en los mercados financieros para salvar a bancos privados. Y si ello
fuera insuficiente, el Senado de Estados Unidos aprueba que se agreguen 700.000
millones de dólares más. Dos semanas más tarde se aprueban otros 850.000
millones. Finalmente, el paquete de
rescate hoy (27.11.08), alcanza a la exorbitante suma de 8.150.000 millones, o
sea, 8.15 trillones de dólares… No hay suficientes recursos para superar
la pobreza, pero sobran los recursos para satisfacer necesidades superficiales.
8.15 trillones de dólares, en lugar de salvar bancos privados, podrían generar 270
años de un mundo sin hambre. Un
mundo sin miserias, ¿no sería mejor para todos, incluso para los bancos?”[2]
En Colombia también hemos estado salvado
bancos, por algo existe todavía el cobro del 4x1000. ¿Hasta cuándo? El sistema
financiero posee una serie de garantías y libertades que le hacen muy rentable,
pues como lo informó la Superintendencia Financiera, en el primer trimestre, las
entidades bancarias registraron un beneficio neto de 2,35 billones de pesos
(1.331 millones de dólares) entre enero y marzo, frente a los 2,13 billones de
pesos en igual lapso del año anterior.[3]
Todo colombiano que trabaja debe
volverse usuario del sistema y afrontar todas las implicaciones y someterse a
sus leyes, normas y voluntades. Un cobro exagerado en tasas de interés, impuestos
por cualquier trámite bancario, diligencias físicas y virtuales, pero sobre
todo, la desconfianza que expresa el banco frente sus usuarios así como la que
tiene frente a sus trabajadores. Y lo más complicado, el endeudamiento de por
vida de muchos colombianos cuyas vidas y sus pertenencias quedan hipotecadas. Según
el Banco de la República, las deudas de los hogares colombianos
ascienden a los $53.5 billones de pesos, cifra superior a la registrada en los
años 90. Por cada $100 de ingresos en los hogares, se
destinan $15,4 al pago
de sus deudas.[4]
Un sector que obedece a la
racionalidad de la economía-mundo capitalista y que está alejada de la
sensibilidad del ser humano. Como lo expresaba en otra reflexión “Un sistema que
aparenta ser la solución de los problemas para muchos colombianos, se convierte
en una terrible pesadilla para sus usuarios. Se ha apoderado de toda la vida
social, como transacciones por compras en establecimiento con dinero efectivo y
plástico, financiación de la vivienda a largos años con intereses altos, de la
educación a través de créditos para becas, entre otros. Todo un lobo vestido de
cordero”. Y entroncado con este sistema, el gobierno, que hoy más que nunca se
ha convertido es todo un negociador.
Se debe volver a comprender el llamado
que hacía Pierre Bourdieu “Contra el fatalismo de banqueros, que quieren
hacernos creer que el mundo no puede ser distinto a lo que es, es decir,
plenamente conforme a sus intereses y a sus voluntades, los intelectuales y
todos los que realmente se preocupan por el bienestar de la humanidad deben
restaurar un pensamiento utopista elaborado científicamente y compatible en sus
fines con las tendencias objetivas. Deben trabajar colectivamente en análisis
capaces de fundar proyectos y acciones realistas, estrechamente ajustadas a los
procesos objetivos del o0rden que buscan transformar”[5].
Un mundo diferente es posible! Un mundo
con justicia social.
[1] ¿A dónde van los indignados?. 21 enero de 2012. La
Vanguardia.com.
[2] Manfred Max Neff. El mundo en ruta de colisión. Clase
magistral, Universidad Internacional de Andalucía.
[3] “Utilidad de banca sube 10,3% en el primer trimestre” 11
de mayo de 2012. Portafolio.com http://www.portafolio.co/detalle_archivo/DR-47105
[4] Revista Gobierno, Banco de la república. “Colombianos
endeudados hasta el cuello”. 13 de julio de 2012.
[5] Bourdieu, Pierre. Pensamiento y acción. Argentina:
Libros del Zorsal, 2002. Pág. 34.