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miércoles, 11 de julio de 2012

LOS INDIGENAS FRENTE A LOS ACTORES DEL CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA



Los indígenas frente a los actores del conflicto armado en Colombia

Por
Hernando Uribe Castro
Magíster en Sociología

El mes de julio de 2012 ha sido significativo en cuanto al rumbo que ha tomado el conflicto armado en Colombia, en especial, sobre el departamento del Cauca y, de manera particular, en el municipio de Toribio. El pueblo fue víctima de los hostigamientos de la guerrilla con armas artesanales que impactaron a la comunidad causando graves heridas a personas y daños en la infraestructura, entre ellas, las casas de los habitantes y el puesto de salud: “En medio de los hostigamientos de la guerrilla y las respuestas del Ejército, 11 civiles sufrieron heridas, entre ellos la enfermera jefe del puesto de salud, y 167 casas registraron graves daños. A la enfermera tuvieron que amputarle una pierna” (EL TIEMPO, 10-07-2012)[1].

Este hecho no dejaría de ser uno más de los cientos que un país como Colombia enfrenta en el marco de un conflicto armado, de no ser precisamente por la respuesta de la comunidad indígena asentada en el municipio de Toribio. Y es precisamente la respuesta  como un comportamiento colectivo, que permite tipificarla como un “repertorios de acción colectiva”; ésta se ha caracterizado, entre otras, por varios hechos: el primero de ellos, la concentración en el parque principal del pueblo por aproximadamente mil indígenas; La segunda, la organización indígena que designa una delegación para entablar diálogos con los jefes guerrilleros para exigir su retirada del sector; tercero, la retirada de sacos de arena que como barricadas protegían la estación de policía, exigiéndoles también su retirada del pueblo. Y cuarta, la expulsión de los guerrilleros por parte de la guardia indígena[2].

De estas sin duda, interesan las dos últimas porque demuestran la capacidad de organización que posee el movimiento social y su sentido de decisión de tomar acciones pacíficas de confrontación, tan delicadas y peligrosas, frente a estos actores armados. En la historia colombiana, por lo menos en la reciente, los indígenas han sido los únicos capaces de confrontar cara a cara a ambos actores armados expulsándolos de sus territorios, como expresión de un cansancio social y colectivo y de desconfianza en las instituciones y agencias del Estado. Este es un claro ejemplo de cómo el espacio como territorio es significativo para comprender la acción colectiva.

Esto también implica un mensaje claro para los colombianos: los indígenas asumen el control territorial, social y político de su territorio, expulsado actores del conflicto armado. Significa también, una desconfianza en la capacidad del Estado para garantizarles sus vidas y la percepción de que la presencia de la policía dentro de su comunidad como motivo de hostigamientos guerrilleros. Retirar la policía del municipio es garantizar de alguna forma la tranquilidad en su territorio, pues la presencia de la policía es motivo de ataque.

En este sentido, la autoridad no se constituye en garante del orden y la seguridad, sino en un motivador del conflicto. Y por tanto, se deslegitima la autoridad policial cuando se le desnuda de su cascaron protector. Así como en Toribio, en los municipios colombianos las estaciones policía son protegidas con retenes, vías bloqueadas, obstáculos en las vías para el paso lento de los autos, pero se desprotege la comunidad, pues prueba de ello son los altos indicadores todavía de crimen y delitos.

Estas respuestas colectivas de la no violencia de los grupos indígenas no pueden pasar desapercibido, pues se tornan en formas de resistencias significativas de pueblos que después de ser maltratados históricamente deben sentir de modo directo los estragos de una guerra sin sentido donde el pueblo pierde, y pocos son los que ganan. También deben convertirse en un ejemplo para el resto de ciudadanos que atónitos dejamos pasar miles de hechos violentos, incluso los naturalizamos como parte de la dinámica de un país como Colombia. La actuación de la comunidad indígena si se observa en su trasfondo puede ser uno de los ejemplos más significativos de la historia reciente del país, en cuanto a desnudar y recriminar la acción de los violentos y de las instituciones del Estado que han desgastado no sólo sus discursos, sino también, sus acciones.

12 de julio de 2012



[1]Tres explosiones controladas en Toribío en víspera de visita de Santos” EL TIEMPO.COM. 10 DE JULIO DE 2012.

[2] Noticiero 90 minutos. 10 julio de 2012. http://www.youtube.com/watch?v=NK2O4oiy8Z4