Este es un espacio que propone reflexiones y debates sobre la inter-retro-conexión sociedad en la Naturaleza y la Naturaleza en la sociedad.

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viernes, 21 de agosto de 2020

TRANSMUTAR DE SUJETOS DE LA GLOBALIZACIÓN A SERES PLANETARIOS

Transmutar de sujetos de la globalización a seres planetarios
 
Por:
Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales
 

Como parte de una sociedad dominada por la racionalidad del reduccionismo económico y corporativo, nos han programado como sujetos de la globalización para el efectivo desarrollo y crecimiento incesante del mercado y del capital (Uribe, 2016).
 
La consciencia humana ha sido cooptada por este mundo corporativo global y del mercado mediante dispositivos muy poderosos de desarrollo mental individual que utilizan a los agentes del proceso de la socialización como mecanismos que construyen sujetos individualizados, enclasados, clasificados, masificados y codificados.
 
Una masa de sujetos sin rostro, pero muy bien identificados. Este mecanismo de control y dominación se produce de tal modo, que como lo expresa Humberto Maturana, caemos en el efecto de “No ver mí no ver” (1996, p. 27). Toda forma de percibir, apreciar y actuar de cada individuo aparenta estar desde antes predeterminada por los agentes corporativos.
 
El mecanismo de dominación de la vida finamente instaurado -que limita la libertad humana de vivir la vida en las condiciones ecológicas del planeta- necesita ser desestructurado y develado. Y esto solo se logra cuando se escapa a estas lógicas y mecanismos de control. Recuérdese que el mundo construido por los grupos corporativos globales, es un mundo enfocado en la capitalización de la vida, la extracción incesante de elementos de naturaleza y la conversión en mercancía para la producción de capital y de beneficios privados.
 
Nuestro planeta Tierra no es una simple roca de materia que viaja por el frío espacio del universo. No es una cosa para ser explotada, destrozada y desgarrada por los humanos avaros, irresponsables y egoístas. Nuestro planeta es vida y energía. Es el lugar físico y energético de la presencia y la asociación de la compleja trama de la vida. Es Gaia, nuestra Madre Tierra. Es Nuestro lugar en este vasto espacio cósmico que está tejido y unido por una vasta cantidad de formas vivientes (Uribe, 2016).
 
Como humanidad necesitamos romper con estas estructuras del control sin libertad y despertar hacia una consciencia con las emociones. Necesitamos producir una cultivación de la consciencia que permita a cada ser humano sentir y abrirse a su realidad. Abrirse a esta cultivación del ser implica incorporar una nueva gama de nociones, ideas, visiones y conceptos. Otras nominaciones, otros pensamientos y otras apreciaciones: otros lenguajes para la existencia.
 
También es necesario develar y reconocer el funcionamiento de este mecanismo de control y autoridad. Y un modo para alcanzar ello es comprendiendo el sistema de vida: su orden, función y sistema. Abrirnos a la diversidad, la pluralidad y la multidimensionalidad (Ángel Maya, 2001). La realidad va más allá de esta realidad 3D planetaria. Necesitamos ingresar en unos pensamientos y sentidos multidimensionales.
 
Conocer y aprender las experiencias de vida planetaria que están al margen, que resisten al sistema y que coexisten al sistema: encontrar esos otros caminos. Esforzarnos por sacudir nuestra consciencia individual y transmutar hacia el SER del habitar planetario. Un SER coherente que integra percepción, apreciación-emoción y acción. Combinar conocimiento y saberes. Abrir la imaginación. Esto implica una apertura en el espacio de la existencia al amor incondicional. Maturana nos recuerda que “el amor no es una virtud, sino un aspecto de la biología relacional y aparece en el vivir relacional de los seres vivos” (1996).
 
A pesar de la presencia de los humanos, los seres de luz plantas y animales continúan trabajando para restablecer y mantener la vida en la biosfera planetaria. Desde los océanos más profundos hasta las más altas cumbres. Vida que depende de la energía. Trabajan constante y continuamente para mantener esas condiciones de vida, evitar la muerte entrópica de la biosfera que ha sido acelerada por la presencia y la acción humana y su metabolismo social. El reino vegetal en todo el mundo -a pesar de las condiciones adversas que puedan experimentar por el cambio climático- continúa realizando su proceso de fotosíntesis. Las especies del reino animal se perpetúan reproduciéndose, alimentándose y movilizando la cadena trófica del equilibrio, realizando su vida y resistiendo a la extinción.
 
Algunos pueblos ancestrales continúan ocultos entre la selva evitando cualquier contacto con el sistema social, para mantener sus vidas, tradición y conexión con la tierra. Movimiento sociales, organizaciones comunitarias y pueblos originarios, académicos e intelectuales, poetas, artistas, artesanos y escritores, están aportando con su ingenio, Son  antisistémicos (anticapitalistas y antiglobalizadores) para proponer alternativas de vida local y para movilizar otros mensajes. En la búsqueda de otras formas (Buen vivir, plan de Vida, Mejores vivires, entre otros).
 
La salud de la casa planetaria: Gaia-Madre Tierra (es el suspiro de vida) del planeta físico terrestre. Continuar trabajando con la Restauración de la Tierra. Fortalecer la sustentabilidad de la vida. Transmutarnos como seres de luz y planetarios: despojo de egos, de maldad e hipocresía. Este despertar, ahora e inmediato, es una necesidad para transformar esta pesada realidad humana que ciega nuestro entendimiento y que afecta el corazón, los sentidos y las emociones, y que nos conduce a las cavernas más oscuras en nuestra existencia.
 
El juego de luces estelares y cósmicas, así como las propias luces que están dentro de cada uno de los seres humanos, deben activarse para que nuestras conciencias y nuestros pensamientos transmuten hacia otra realidad ambiental y ecológica. Respetuosa con la vida, amorosa de la verdad y la paz.
 
Somos parte de este complejo entramado de vida que nos observa, que nos da el ejemplo de cómo vivir. Unas condiciones que tienen límites físicos, biológicos, ecológicos, sociales (económicos y culturales). Una consciencia hacia el encuentro colectivo, no solo con nuestros hermanos humanos, sino con todos los demás seres de este sistema viviente planetario y extraplanetario. Un encuentro que manifiesta la unión, la diversidad, la diferencia, la verdad y el amor en los territorios planetarios y cósmicos. Como lo indica Noguera en "la era planetaria urgen pensar la tierra como diversidad y diferencia en despliegue" (2018, p. 15).
 
Recuperar la frecuencia planetaria y cósmica.
Que la vida florezca en cada ser de esta especie humana
 
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-Angel Maya, A. 2001. El retorno de Icaro. Cali: Corporación Universitaria Autónoma de Occidente.
-Maturana, H. & Bloch, S. 1996. Biología del emocionar y Alba Emoting. Santiago: Dolmen Ediciones.
-Noguera, P. 2018. Tierra-calco /tierra rizoma. desafíos simbólico-bióticos de la era planetaria. En: Pensamiento ambiental en la era planetaria. Biopoder, biopolítica y biodiversidad. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.
Uribe Castro, H. 2016. Pensando ambientalmente. de las críticas al sistema a las posibilidades de cambio. Cali: Programa Editorial de la Universidad Autónoma de Occidente.
 
 

viernes, 29 de septiembre de 2017

TIEMPO DE RECORD GLOBAL...

¿Tiempo de records…?

Por:
Hernando Uribe Castro

El último par de años, ha evidenciado eventos que rompen los records históricos: desde los eventos cósmicos solares hasta los realmente producidos por la humanidad aquí en la Tierra. Eventos que han sido precedidos por otros de increíble impacto como el terremoto - tsunami en Indonesia en 2004, el terremoto de 8,3 en el centro de Chile en 2014, el de Ecuador de 7,8 en la zona costera, entre otros.

Hacia mediados del 2017, el National Oceanic and Atmospheric Administration (NOOA) indicó que, luego de tres años consecutivos 2014 y 2015, el 2016 había sido el año que registró las más sofocantes temperaturas globales, pues fue 0,94° centígrados superior a la temperatura media del siglo XX. Incluso, en la superficie de los océanos, la temperatura se situó 0,75°C por encima de la media del siglo XX.

Además de ello, hacia mediados del mes de julio de 2017 se desprendió de la Antártida uno de los más gigantescos iceberg de un billón de toneladas y de 5.800 kilómetros cuadrados. La Nasa anunció en los últimos días de septiembre un nuevo desprendiendo de gran tamaño.  El mundo no acababa de sorprenderse de tan significativos eventos cuando, también en septiembre de este mismo año, cinco huracanes afectaron las islas del Caribe y, alguno de ellos, llegaron a las costas de Estados Unidos: estos cinco huracanes fueron llamados Harvey, Irma, Katia, José y María. De ellos, el Huracán Irma fue catalogado por la Organización Mundial de Meteorología como el "más fuerte jamás registrado" por presentar vientos de más de 280 km/h. Y el Huracán María fue el que históricamente tuvo mayor impacto sobre algunas islas del Caribe como Puerto Rico, que al llegar a sus costas, arribó como huracán de categoría 5 destrozando cuanto estaba en su curso y dejando a estas islas con la más fuerte devastación. 

Estando Irma desplazándose y produciendo daños en las islas antillanas, se presentó sobre  el territorio Mexicano dos grandes terremotos, uno el 7 de septiembre en el sur de México, catalogado por los científicos como el sismo más fuerte que se había presentado en los últimos 100 años, incluso mucho mayor que el que experimentaron los mexicanos en la década de los años ochenta y el 19 de septiembre un nuevo sismo aturdió a todo el país, produciéndose un número significativo de pérdidas humanas, muerte de mascotas y daños significativos en gran cantidad de edificaciones.

En la misma semana de los huracanes y los terremotos, la Nasa informaba sobre las llamaradas solares que se presentaron entre los días 6 al 8 de septiembre y que desencadenaron una tormenta magnética de gran potencia, 10 veces mayor de lo previsto, que estaba 'quemando' el campo magnético de la Tierra (RT, 9-09-2017).

Sumado a todo ello, el mundo está en vilo por las altas probabilidades de que se produzca un enfrentamiento entre Estados Unidos y Corea del Norte que intensifique la llamada “Tercera Guerra Mundial” donde las amenazas están entre bombas atómicas, de hidrógeno y biológicas. Adicional a ello, acciones denominadas “terroristas” en distintos lugares del mundo tanto en occidente como en oriente medio. 

Enfrentamos como sociedad, un marco de inseguridad y alta vulnerabilidad humana y terrestre. La desinformación reina, la posverdad amenaza la tranquilidad y la naturaleza pone a temblar la humanidad. Corrupción por toda parte, hasta en los espacios menos imaginados. una sociedad aturdida y entretenida que, buscando su propia ceguera, no desea ver, entender y comprender todos estos hechos. Existen quienes prefieren el lugar del ignorante porque de cierto modo produce tranquilidad.


miércoles, 22 de marzo de 2017

DIVERSIDAD PLANETARIA VS. GLOBALIZACIÓN

Diversidad planetaria vs. Globalización

Por:
Hernando Uribe Castro
Ph.D. (c) en Ciencias Ambientales

La Tierra es un planeta con aproximadamente 4.600 millones de años. Luego de pasar por sucesivos periodos y procesos, logró establecer las condiciones exactas para la formación y difusión de la vida, cuya principal característica fue la presencia de una diversidad. La ciencia demuestra cómo el planeta se reinventó de modo constante en el camino de su evolución, pues presenció momentos de gran riqueza y diversidad así como momentos de increíbles extinciones. A pesar de ello, la Tierra se recuperó y volvió a consolidar la riqueza natural de su biosfera.

Pasó mucho tiempo entre los inicios de la Tierra y la aparición de las primeras especies que dieron como resultado la especie humana, hace tal vez doscientos mil años. La especie humana se distribuyó por distintas áreas, pobló distintas regiones adaptándose y adaptando diversos contextos geográficos. La difusión de esta especie, produjo una diversidad de entornos, así como la domesticación de animales y de plantas. Produjo a lo largo de su proceso civilizatorio una importante diversidad cultural (lenguajes, grupos y culturas) y una diversidad de paisajes. La humanidad transformó ecosistemas, plantó bosques, domesticó el fuego y buscó por todos los medios controlar el agua. En éste proceso civilizatorio el ingenio, el aprovechamiento y la constante creación fueron especiales. La producción de la diversidad expresó la proliferación de la experiencia de la vida y la capacidad creativa adaptativa a unas difíciles condiciones planetarias. Y así estuvo por mucho tiempo.

Con el pasar del tiempo y más recientemente, la actividad humana sobrepasó los límites del planeta. Con la globalización, esa diversidad entró en crisis, pues los agentes dinamizadores de las corporaciones globales, motores de esta globalización y principales beneficiados de las ganancias económicas producidas, pusieron en amenaza no solo la diversidad de la especie humana (imponiendo un lenguaje, destruyendo comunidades aborígenes e instaurando prácticas, gustos y productos globales a lo largo y ancho del planeta), sino también la diversidad de todas las especies y de la trama de la vida en general. Según datos de la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza, muchas especies están desapareciendo por causa del modelo de sociedad global antes de que se pueda tan siquiera describir. En 2014, se consideraban algo más de 22.413 especies en vía de extinción por causa de la especie humana sobre la dinámica del planeta. Según Greenpeace por causa del aumento de la temperatura en el agua, los arrecifes se cocinan vivos; este incremento produjo la muerte de dos tercios de los corales en 2016. Y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó el 2016 como el año que batió records en aumento de temperatura global.

Los agentes en nombre de las corporaciones y los Estados, por afán de lucro, produjeron guerras, deforestaron bosques, desecaron lagos, intervinieron los ríos, bombardearon zonas de riqueza arqueológica y natural, aportaron en la construcción de urbes, perforaron el subsuelo y extrajeron su sangre, e incluso, controlaron la mente de los humanos bajo la idea del Desarrollo y el crecimiento económico. Con la expansión de grandes zonas de cultivos agroindustriales, transgénicos, urbanizaciones y destrucción de selvas, bosques y costas, impusieron un estilo de vida humano globalizante como único y posible sobre la faz de la Tierra. Una vida humana que, geológicamente, dejó huella como estrato en la corteza terrestre: el antropoceno.

La urbanización, las tecnologías, las redes de información no solo globalizaron cada punto en la tierra sino que además intensificaron el uso de recursos naturales: por ejemplo, Soroa (2014), explica que para producir "Un microchip de 2 gr requiere, para su fabricación, 72 gr de productos químicos, 20 litros de agua, y el equivalente a 1,2 kg de combustibles fósiles en consumo energético, además de generar 17 kg de aguas residuales y 7,8 kg de desechos sólidos, junto a toda una serie de emisiones tóxicas a la atmósfera. El análisis del ciclo de vida de un microchip sintetiza en definitiva un proceso a todas luces paradójico y a la vez revelador: mientras progreso tecnológico avanza hacia una miniaturización de los dispositivos electrónicos, el impacto ambiental de los mismos se acrecienta." (p. 5-6).

A los ecosistemas se les asignó un valor económico y un papel para la producción de riqueza con la extracción de sus recursos para alimentar la dinámica de la agricultura, la industria, el comercio y el turismo. El mercado pone al consumidor productos que controlan comportamientos, gustos y pensamientos. Una estrategia que al entretener, homogeniza. Muere así la diversidad.

Las Corporaciones, sus agentes e instituciones, profundizaron las idea aquella que, proveniente del pasado, pretendían hacer de la especie humana el centro del universo. Una especie arrogante, ego y antropocentrista. Hicieron olvidar que como especie humana goza de los mismos derechos de las otras innumerables especies que habitan este planeta. Produjeron en la especie humana lo que se podría denominar como un alzhaimer colectivo y al parecer, han logrado “anestesiar” a cada individuo para no sentir el daño que se le produce a la naturaleza. La memoria biocultural (Toledo y Barrera-Bassols, 2014) de la especie se encuentra moribunda.

Frente a esta homogenización y accionar corporativo, resultan respuestas de comunidades en distintas partes del mundo por la defensa de la naturaleza, de la diversidad y por un mundo distinto. Comunidades localizadas en distintas geografías trabajan día a día por prácticas agroecológicas con el objetivo de recuperar la soberanía alimentaria. Defensoras de los territorios han dado su vida por confrontar los megaproyectos.

No obstante, muchos seres humanos, aun encantados, hipnotizados por el estilo de vida globalizador, niegan estos efectos, se sumergen cada vez más en los procesos homogeneizadores y no desean saber que además de ellos, el planeta Tierra cobija algo. Seres humanos que no tienen interés en conocer más sobre su mundo, pues siendo presas de las tecnologías y las redes informáticas, así como de la avaricia por el dinero y la seducción del entretenimiento, viven su día entero en un mundo virtual (como lejano) con sus ojos pegados a celulares y todo tipo de dispositivos, sin saber que el aire que respira, el agua que bebe y el piso que lo sostiene son dados por este gran Planeta.
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Bibliografía:
Soroa, J. B. (2014). Lo pequeño no es tan hermoso... ni tan ecológico. Boletín ECOS Nº 25 - Diciembre 2013- Febrero 2014 .
Toledo, V. M.,  Narciso Barrera-Bassols. (2014). La memoria biocultural. la importancia ecológica de las sabidurías tradicionales. Popayán: Universidad del Cauca.

martes, 21 de junio de 2016

¿SOCIEDAD ANESTESIADA FRENTE A UN MUNDO EN DESTRUCCIÓN?

¿SOCIEDAD ANESTESIADA FRENTE A UN MUNDO EN DESTRUCCIÓN?

Por
Hernando Uribe Castro
MS.c en Sociología y Candidato a Doctor en Ciencias Ambientales, Universidad del Valle
Miembro del CIER, Profesor Facultad de Humanidades

Las Corporaciones siguen con su ataque enérgico contra la naturaleza y los gobiernos continúan autorizando sin control alguno, o con deficiente control, la actividad extractiva en sus territorios. Las actividades mineras, los monopolios agrícolas, la extracción desmedida de peces del mar, la expansión ganadera sobre ecosistemas frágiles, la deforestación, tala y destrucción de bosques, selvas es incesante, la contaminación de fuentes de aguas superficiales y subterráneas no para. Los datos muestran que entre el 1 de enero y el 15 junio del 2016 se habían deforestado 2.371.006 has; 3.192.015 hectáreas de tierra se habían perdido por erosión de suelos; se tenían 16.935.358.647 emisiones de CO2; se habían desertificado 5.470.999 nuevas hectáreas y se habían liberado 4.464.507 químicos tóxicos en aire, suelo y agua por las industrias (http://www.worldometers.info/es/)

La sociedad en su conjunto está anestesiada y, en casos extremos indolente, metidas en sus mundos (fútbol, moda, videojuegos, solucionando problemas cotidianos, etc.) y en sus fantasías (famosos, héroes, farándula, espectáulos), muchas veces sin querer darse por enterada de esta realidad. El consumismo global sigue en aumento exponencial. Según proyecciones al 2030, en promedio, cada una de las personas de ese entonces, producirá 1,42 Kg de basura urbana al día, más del doble de lo producido hoy (0,64 Kg)” (Dinero, 29-08-2015).

Solamente los registros de la temperatura global han mostrado en los últimos años una marcada tendencia al incremento, tal como lo ha señalado en los últimos meses la Nasa y la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Por ejemplo, la Agencia EFE informa que: “La temperatura global rompió nuevos récords en mayo (2016), lo que convirtió la primavera en el hemisferio norte en la más cálida que se haya registrado [...] La temperatura global en la superficie terrestre en mayo ha estado 0,95 grados centígrados por encima de la media correspondiente a este mes, un salto con relación al incremento de 0,2 grados que se reportó para el mismo mes del año pasado, según datos de la NASA, una de las fuentes de referencia para la OMM” (EFE, 20 de junio de 2016).

Según Agencia EFE, el director del Programa de Investigación de Clima Global de la OMM, David Carlsson, en una rueda de prensa dijo: el mundo lleva 370 meses consecutivos de temperaturas más y más calientes en la superficie terrestre. “Esto significa que cualquier persona que tenga ahora treinta años a menos nunca pasó un mes más frío que la media, sólo meses más y más calientes desde su nacimiento”, aseguró el experto. (EFEverde). Esto está relacionado con los datos proyectados sobre muertes prematuras por calentamiento global. Según el recientemente informe titulado Cambio climático y salud, actuando frente al cambio climático para mejorar la salud de las personas y del planeta, se dice que:el aumento de fenómenos meteorológicos extremos proyectado para 2030 podría causar 60.000 muertes prematuras anuales” (EFEverde).

Según lo ha expresado el Informe de Riesgos Globales 2016 del Foro Económico Mundial, los riesgos con el mayor impacto potencial en 2016 son en su orden: 1º. La falta de mitigación y adaptación al cambio climático; 2º. Las armas de destrucción masiva; 3º. La crisis del agua; 4º. Las migraciones involuntarias a gran escala; 5º. Shock en el precio de la energía. Por su parte, los riesgos en términos de probabilidad son: 1º. Las migraciones involuntarias a gran escala; 2º. Los fenómenos meteorológicos extremos; 3º. La falta de mitigación y adaptación al cambio climático; 4º. El conflicto interestatal con consecuencias regionales: 5º. Los grandes desastres naturales (ver el resumen ejecutivo aquí: http://www3.weforum.org/docs/Media/GRR16_ExecutiveSummary_ES.pdf)

Y lo más complicado es que quienes defienden la naturaleza y las comunidades se encuentran en una situación de peligro por sus vidas. El informe más reciente de la ONG Global Witness mostró algunas cifras: 185 defensores de la tierra y el medio ambiente fueron asesinados en 2015, en 16 países. 66 % de las víctimas son latinoamericanas […] Brasil (con 50 asesinatos), Filipinas (con 33), Colombia (con 26), y Perú y Nicaragua (con 12 cada uno) (El Espectador, 20-06-2016).

El mundo cuenta ya con suficientes pruebas para darse cuenta de que algo extremadamente grave está pasando con el planeta Tierra y que es la vida humana, y la de todas las especies, las que se encuentran en alto riesgo de desaparecer ¿por qué entonces no se actúa responsablemente con el planeta y con la trama de la vida?

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Publicado por el Periódico El Pueblo, 9 de Julio de 2016.