Este es un espacio que propone reflexiones y debates sobre la inter-retro-conexión sociedad en la Naturaleza y la Naturaleza en la sociedad.

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viernes, 20 de mayo de 2022

CONOCIMIENTO TÉCNICO-CIENTÍFICO Y “DESTRUCCIÓN CREATIVA” DEL VALLE DEL RÍO CAUCA, SIGLOS XX-XXI

Artículo:

“Conocimiento técnico-científico y “destrucción creativa” del valle del río Cauca, siglos XX-XXI”


Link del artículo: "Conocimiento técnico-científico y "destrucción creativa" del valle del río Cauca, siglos XX-XXI"

Artículo publicado por la Revista Historia y Espacio

VOL. 18 NÚM. 58 (2022):

HISTORIA AMBIENTAL: TRANSFORMACIONES AMBIENTALES, DESASTRES NATURALES Y ENFERMEDADES TROPICALES E INFECCIOSAS.


jueves, 7 de abril de 2022

lunes, 7 de marzo de 2022

¿COLOMBIA EN LA NUEVA RUTA DE LA SEDA?

 ¿Colombia en la nueva ruta de la seda? 

Por:
Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales

Llega a mi memoria un conjunto de recuerdos de mi paso por los estudios de bachillerato cuando en las clases de Ciencias Sociales, la profesora muy apasionaba por los temas históricos, nos explicaba la increíble hazaña detrás de la famosa ruta de la seda en el mundo antiguo. Con mapa colgado en la pared y algunas carteleras hechas con marcador y recortes de revista pegados en cartulina, ella nos explicaba los viajes de Marco Polo y la conexión comercial de la civilización China con Occidente. Mientras tanto, nosotros los estudiantes quedábamos estupefactos tratando de comprender esa representación histórica que ella nos exponía.

Desde ese momento hasta hoy, han pasado varias décadas, y ya no se habla de la ruta de la seda sino de la Nueva Ruta de la Seda, cuyo tramo no se limita a unos espacios continentales sino a toda una red de interconexión que enlaza distintos lugares en todos los continentes del planeta. Algunos denominan este fenómeno como la “Conexión China”, haciendo referencia no solo a esta nueva red global sino al poder que ha logrado consolidar este grande país asiático en la dinámica económica y la política global.

De ella participa una buena parte de los países del mundo, especialmente, aquellos que tienen territorios sobre costas con sus puertos marítimos o estratégicos puertos fluviales. En América Latina, casi todos los países están interesados en pertenecer a esta Conexión China con la firma del Memorándum de Entendimiento; lugares en donde llegan inversionistas chinos, con dinero chino, tecnología china y trabajadores chinos a realizar grandes obras en territorios locales. 

Pero, ¿Qué pasa en Colombia, especialmente con el Valle del Cauca? En nuestro país se han presentado algunas reticencias de políticos y empresarios en abrirse de puertas completas al llamativo modelo tecno-económico del gigante asiático, debido a la injerencia, pero sobre todo dependencia norteamericana. Colombia ha sido históricamente dependiente de la política económica internacional estadounidense, por lo que abrirse sin límite al mercado chino puede traerle problemas. No obstante, desde hace varias décadas, gobiernos colombianos habían logrado realizar convenios con China, tal como se puede observar en la página oficial de la Dirección de Asuntos Jurídicos Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia.[i]

Uno de los acuerdos más recientes, se encuentra disponible también como documento público en la página del Ministerio de Comercio que consiste en un acuerdo bilateral.[ii] Lo interesante de éste último tratado de libre comercio denominado “Acuerdo Bilateral para la Promoción y Protección de Inversiones Entre el gobierno de la República Popular China y el gobierno de la República de Colombia”, es que deja ver, los campos en los que empresarios chinos pueden realizar sus inversiones.

Para los colectivos ambientalistas, uno de los puntos más preocupantes está relacionado con el Artículo 1, punto 1 que toca el tema de las Inversiones, numeral 3 en donde se expresa lo siguiente: “Concesiones otorgadas por ley o un acto administrativo o en virtud de un contrato conforme a la ley, incluyendo concesiones para explorar, cultivar, extraer o explotar recursos naturales.” (Mincomercio).

Es sabido que unos de los efectos más perturbadores de la ampliación de la red de relaciones internacionales de la ruta de la seda son los impactos y efectos ambientales-ecológicos a largo plazo en donde se instalan inversiones chinas, al modo como sucede con otras corporaciones globales sobre territorios latinoamericanos como canadienses, europeos o norteamericanos. Presencia internacional que producen conflictos ambientales a gran escala con comunidades y pueblos ancestrales del territorio nacional.

No olvidemos que Colombia está reportado en el Atlas EJOLT como uno de los países que más posee conflictos ambientales en todo el mundo, debido a los efectos de las políticas económicas neoliberales dinamizadas por agentes del capital y sobre todo por el modelo de gobierno corporativo que se asentó en la burocracia colombiana.[iii] Problemáticas y conflictos ambientales por extractivismos de minerales, deforestación, construcción de vías, hidroeléctricas, ampliación de la fronteras ganadera y de monocultivos, entre otros.

Es interesante el modo de proceder en la política inversionista China con respecto a los otros países considerados como nodos estratégicos de su ruta comercial. Primero los alistamientos y encuentros entre agentes de gobierno de parte y parte; luego las donaciones que solicitan determinados gobiernos al gobierno Chino; la concesión de estas donaciones que pueden ser varias en el tiempo, como sucede con el caso colombiano; después, la llegada de los inversionistas chinos con unos esquemas de negocio que los benefician enteramente; actos de corrupción con compra con dinero y prebendas a políticos y funcionarios encargados de autorizar el ingreso de inversionistas para agilizar, aprobar y legitimar estos convenios mediante la voz oficial de representantes del Estado, y cuyo argumento expresa los beneficios que traen estos acuerdos para todos los ciudadanos del país; luego la implementación y construcción de las obras, con efectos nocivos sobre comunidades, pueblos y ecosistemas; y finalmente, el control de gigante asiático sobre las dinámicas económicas, políticas y sociales del país donde se establece la inversión.

Una muestra de esto se tiene en la página del Ministerio de Relaciones que ya se referenció, y en donde se encuentran documentos oficiales y públicos como los convenios de Cooperación del 9 de mayo de 2011 y del 26 de noviembre 2013, en donde el gobierno Chino aprobó por solicitud del gobierno colombiano con donaciones por 20.000.000 y 50.000.000 de Yuanes de Renminbi respectivamente.[iv]

Los gremios colombianos y grupos políticos ven con buenos ojos estas formas de negociación. Por ejemplo, Asocaña, el gremio azucarero, expresa que: “Afortunadamente desde mayo de 2020 se dio una recuperación de los precios internacionales del azúcar y hoy estamos en niveles de precios previos a la crisis de la pandemia, similares a los de 2017. La fuerte demanda de azúcar desde China, el aumento de los precios del petróleo y la dependencia del mercado internacional de la oferta de Brasil y de India apoyaron los precios.”[v]

En cuanto a los empresarios del carbón, acompañados por entes como Analdex, consideran como estratégico la apertura de negocios con China, sobre todo cuando el carbón es uno de los minerales principales de la industria asiática, pero sobre todo por la apertura de los nuevos mercados en campos como la producción de autos eléctricos. Según datos de Analdex, la producción de carbón en 2021 tuvo como principal destino: Turquía (6.044,6 PMMTN), seguido por Chile (3.002,5) y luego por China (2.639,7 PMMTN[vi]).[vii]

En la visita más reciente del actual gobierno colombiano a la China en 2019, se establecieron varios de los nuevos convenios firmados entre las partes, en temas como: la cooperación económica y técnica; Acuerdos en materia sanitaria para productos colombianos; Planes de trabajo conjunto en materia de educación y cultura; Instrumentos para la promoción y financiamiento de exportaciones e inversiones; Acuerdos de cooperación en materia de infraestructura, transporte y comercio electrónico; El Tratado sobre el Traslado de Personas Condenadas; Acta de Donación Justicia; Canje de Notas Paneles Solares DPS; Canje de Notas Donación Computadores Educación; Plan de Trabajo Educativo 2019-2022; Memorando de Entendimiento sobre Cooperación en Comercio Electrónico; Instrumento entre ProColombia y Sinosure; Instrumento entre Bancóldex y Sinosure; Cierre Financiero MAR2; Programa Ejecutivo de Cooperación Cultural[viii]

En el caso concreto del Valle del Cauca, desde el 2016, y luego de una reunión de un comité de empresarios y políticos chinos con la gobernación de este departamento, se anunció con beneplácito que: “Las puertas del Valle del Cauca quedaron abiertas a la inversión China […] proyectos como el complejo de actividades económicas en Buenaventura y posibilidades de cooperación en el agro, infraestructura y telecomunicaciones”[ix]

Mientras el mundo político y sectores de los gremios económicos ven con maravillosos ojos la posibilidad de estos acuerdos, diferentes medios internacionales como la BBC y DW, están analizando los efectos de la dinámica comercial China sobre sus países socios. En reportaje la BBC expresa que: “«Las empresas chinas quieren los puertos con la idea de dominar toda la cadena de suministros" y así no depender logísticamente de otras compañías», «La influencia económica te da poder para tener más influencia política y luego usas esa influencia política para conseguir más ventajas económicas. Es un ciclo.» «El control de los puertos es parte de una guerra económica y estratégica en la que China usa su poder para conseguir más mercados y ponerle presión a la competencia.»[x] Por su parte Razón Publica en publicación del 9 de marzo de 2020, llamaba la atención en cuanto que  “Los chinos compraron una mina de oro, construirán el metro de Bogotá e invierten millones en comunicaciones y tecnología. Ahora se prepara un acuerdo que podría incomodar a Washington”.[xi]

DW dedicó dos interesantes documentales sobre la Nueva Ruta de la Seda, donde muestran el proceder del gobierno Chino y su esquema de negociación en políticas comerciales con sus países “socios”, lo que implica unas alertas a la sociedad civil y comunidades de los diferentes países en donde se abre paso la nueva vesrión de la Ruta de la Seda, con todo el hormigón, el acero, las autopistas, las vías férreas, los puertos que cortan y atraviesan bosques, selvas, desiertos, glaciares, montañas; que afectan a poblaciones locales con sus culturas y posibilidades de vida laboral y social.[xii] Los intereses de los inversionistas es abrir canales intercontinentales de vías, puertos y aeropuertos de gran fluidez y vértigo para transportar sus mercancías y flujos de capital desde el centro de producción la china. mercancías que fluyen por modernas vías de comunicación con la más alta tecnología.

Por lo visto y a nuestro entender, a los problemas socioambientales estructurales ya existentes en el Colombia, se vienen a sumar otros también estructurales, y que están relacionados con la fuerte injerencia China. Forbes lo está anunciando ya: “China ya es el mayor inversionista de Asia en Colombia. Así lo concluye un análisis de la agencia estatal ProColombia, en el que se evidencia que entre 2018 y 2021 han llegado 38 proyectos por más de US$2.048 millones a Antioquia, Bolívar, Meta, Valle del Cauca y Bogotá.”[xiii] Algunas de estas iniciativas se pueden observar en la página de ProColombia.[xiv] Se plantea que proyectos como los Tribugá, Mar2, entre otros están en la mira de los inversionistas asiáticos. Puertos que se construirán en regiones altamente biodiversos que conectarán con nuevas rutas hacia las principales ciudades colombianas.

A pesar de este escenario, pareciera que para la sociedad colombiana, la injerencia China en nuestro país no es tema de interés o preocupación. Incluso en las universidades estos temas parecen no cobrar, por el momento, mayor importancia, como efectivamente sucede con universidades en otros países como Brasil. La intervención comercial tanto de la Unión Europea como Norteamericana (canadiense y estadounidense) aún eclipsa el destacado papel que día a día gana el gigante asiático.

Nos quedan preguntas y por ahora solo propongo tres: ¿Qué sucederá con los ecosistemas estratégicos colombianos frente a los intereses inversionistas de este nuevo actor comercial? ¿Qué nuevos conflictos emergerán a raíz de la construcción de nuevos puertos, ampliación de zonas comerciales, turísticas y vías sobre territorios de biodiversidad que son apetecidos por los inversionistas del gigante asiático? ¿Por qué este fenómeno parece no llamar la atención de los académicos y estudiosos de la economía, la política y el ambiente en Colombia?

La alerta es que no se puede perder de vista aquel fragmento delAcuerdo bilateral para la promoción y protección de inversiones entre el gobierno de la República Popular China y el gobierno de la República de Colombia”, que expresa: “Concesiones otorgadas por ley o un acto administrativo o en virtud de un contrato conforme a la ley, incluyendo concesiones para explotar, cultivar, extraer o explotar recursos naturales.” (Mincomercio).



[i] Ministerio de Relaciones Exteriores. Dirección de Asuntos Jurídicos Internacionales. http://apw.cancilleria.gov.co/tratados/SitePages/BuscadorTratados.aspx?Estado=232&Tipo=B
[ii] Mincomercio. Bilateral agreement for the promotion and protection of investments between the. En línea: https://www.tlc.gov.co/getattachment/acuerdos/a-internacional-de-inversion/contenido/acuerdos-internacionales-de-inversion-suscritos/china/texto-final-del-acuerdo/texto-final-china.pdf.aspx
 [iii] Ejolt. Colombia: https://ejatlas.org/country/colombia
[iv] Ministerio de Relaciones Exteriores. Dirección de Asuntos Jurídicos Internacionales. http://apw.cancilleria.gov.co/tratados/SitePages/BuscadorTratados.aspx?Estado=232&Tipo=B
[v] Asocaña. (2021). Informe anual 2020-2021. Asociación de Cultivadores de la Caña de Azúcar, Colombia, p. 5
[vi] PMMTN: peso miles de millones toneladas Netas.
[vii] Analdex. (2021). Informe exportaciones y cotización de carbón. Dirección de Asuntos Económicos. En línea:  https://www.analdex.org/2021/08/30/informe-exportaciones-y-cotizacion-de-carbon/
[viii] La República. (2019). El aguacate hass colombiano se podrá exportar a China. https://www.youtube.com/watch?v=i30ECyQkS0g&t=61s
[ix] Gobernación del Valle del Cauca. (2016). Gobierno del Valle abrió las puertas a la inversión China. Publicado el 24 de febrero de 2016. En línea: https://www.valledelcauca.gov.co/publicaciones/32362/gobierno_del_valle_abrio_las_puertas_a_la_inversion_china/
[x] BBC. (2021) La estratégica red de puertos que China controla en el mundo y cómo está avanzando en América Latina. Publicado el 15 de octubre de 2021. En línea: https://www.bbc.com/mundo/noticias-58849114#:~:text=Su%20estrategia%20m%C3%A1s%20amplia%2C%20dice,depender%20log%C3%ADsticamente%20de%20otras%20compa%C3%B1%C3%ADas.
[xi] Razón Pública. (2020). La gran apuesta de China en Colombia. publicado el 9 de marzo de 2021. En línea: https://razonpublica.com/la-gran-apuesta-china-colombia/
[xii] Estos documental de la DW se titulan: La nueva Ruta de la Seda, Parte: De China a Pakistán | DW Documental” https://www.youtube.com/watch?v=l322kC4NJ_Q y “La nueva Ruta de la Seda, Parte 2: De Kirguistán a Alemania | DW Documental” en línea: https://www.youtube.com/watch?v=QYyVjhAU9V4 
[xiii] Forbes (2022). China se posiciona como el mayor inversionista de Asia en Colombia. Publicado el 24 de febrero de 2022. https://forbes.co/2022/02/24/negocios/china-se-posiciona-como-el-mayor-inversionista-de-asia-en-colombia/
[xiv] ProColombia: https://procolombia.co/search?s=china#gsc.tab=0&gsc.q=china&gsc.page=1

 

 

viernes, 14 de enero de 2022

FINCA TRADICIONAL EN EL NORTE DEL CAUCA, COLOMBIA

 Ideas sobre la finca tradicional en el norte del Cauca, Colombia: retos y desafíos


Por:
Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales
Director Doctorado en Regiones Sostenibles


La finca tradicional es para las comunidades afrodescendientes del norte del departamento del Cauca en Colombia, símbolo de su tradición, resistencia y rexistencia. Un escenario que  integra e interrelaciona pasado-presente-futuro.

Foto: Hernando Uribe Castro, Octubre de 2021.
Vivienda de una finca tradicional del Norte del Cauca

Es de tradición, porque ella representa un conjunto de saberes, conocimientos y prácticas (materiales y espirituales) que fueron heredadas de sus ancestros que ocuparon estas tierras una vez lograron su liberación del yugo de la esclavitud hacia mediados del siglo XIX. En la finca tradicional se depositan las gotas de sudor, sufrimiento y esfuerzo de los antepasados por delinear un futuro distinto y promisorio para sus descendientes. En ella se escuchan los ecos de las voces y pensamientos de sus antepasados.

Es de resistencia, porque la finca tradicional como espacio poliproductivo y diverso agencia una confrontación directa al modelo agroexportador monopolizador y de la agricultura comercial que se impuso por parte de los agentes del capitalismo agrícola en el norte del Cauca. Modelo agroindustrial que movilizó despojos, acaparamientos de tierras y efectos nocivos sobre comunidades humanas y ecológicas. Modelo agrícola que transformó mediante la intervención del Estado y los agentes del capital privado las condiciones geográficas y territoriales para adaptar el espacio a sus necesidades extractivas, productivas y comerciales, destruyendo ciénagas, lagos y conteniendo ríos en represas. Un modelo agroexportador que implementó un diseño territorial y modelación del paisaje bajo los parámetros requeridos y necesarios para la reproducción de capitales por parte de los agentes del capital agrícola y exportador.

Es de rexistencia, porque como espacio de vida que preserva la memoria ancestral, la finca tradicional de las comunidades afrodescendientes es considerada una alternativa para la economía familiar, pedagógica comunitaria y de vida colectiva. Un espacio que produce rupturas con la lógica organizativa del espacio del capitalismo global y con las formas de racionalidad productiva del modelo hegemónico tecno-económico.


Foto: Hernando Uribe Castro, Octubre de 2021. 
Vía que marca límite entre cultivos de caña y la finca tradicional

Los esfuerzos impulsados por las comunidades y organizaciones sociales del Norte del Cauca se basan en la preservación-conservación de la finca tradicional como nicho y espacio de vida que mantiene la memoria viva de su cultura ancestral y su relación con el entorno natural. Escenario que contiene un tejido entre relaciones ecológicas y sociales. 

La finca tradicional no es homogénea, pues ella misma expresa diversidad en sus contenidos y morfología. Son microespacios de diversidad, que proveen de seguridad alimentaria y permiten confrontar los problemas de escases de alimentos. Existen distintos tipos de finca tradicional: por su tamaño, dedicación productiva, forma organizativa interna, propietarios y localización. Algunas de ellas son asociadas como agroecosistemas y eco-culturales que proveen además de las plantas alimentarias, medicinales, condimentadas, mágico-religiosas y ornamentales, unos saberes basados en el respeto a los bienes de la naturaleza.

Algunas se encuentran más cercanas a los centros poblados y otras se hallan a larga distancia en medio de océanos de cañaduzales. Estas últimas se han convertido en evidencia viva de lo que fue esta sociedad y esta biogeografía en el pasado. De este modo, la finca tradicional es espacio para la acción política de recuperación de la tierra, el territorio, de saberes, de preservación de memoria y de sustentabilidad de la soberanía alimentaria. Como escenario económico, su red de mercado no se basa en las redes del mercado global, sino en los intercambios solidarios y colaborativos de productos comunitarios y locales, aportando a economías más localizadas y lugarizadas.

Defender y conservar la finca tradicional representa importantes retos para las organizaciones sociales afronortecaucanas. Uno de esos retos para su conservación tiene que ver con el tema generacional y el interés que los jóvenes prestan a estos espacios, sobre todo para aquellos que se encuentran distantes de sus espacios de vida cotidiana. Algunas fincas tradicionales distantes no poseen las condiciones de los servicios que si encuentran los jóvenes en la vida urbana, como agua, conexión a redes de energía, buenas vías de acceso, grupos de amigos, internet y telefonía celular. Este hecho ha distanciado a algunos jóvenes con la finca tradicional de sus padres y abuelos, porque las perciben como lugares vaciados y por fuera de la dinámica red de la vida social física y virtual.

Algunas familias poseedores de finca tradicional tratan de conservar estos espacios en condiciones óptimas, pero los costos del mantenimiento, el acceso y los tiempos laborales afectan una relación más directa y constante sobre este escenario. Se preguntan, ¿Cuándo ellos mueran, quiénes se encargarán de sus fincas? 

Aunque la tentación por vender el pequeño pedazo de parcela siempre estará latente, existen dueños que tienen claro que mientras vivan, no cederían su propiedad a las empresas del monopolio de la tierra agrícola como lo son los ingenios azucareros y terratenientes. Las ciencias sociales han producido todo un estado de arte desde los años sesenta del siglo XX sobre las distintas formas de acaparamiento, despojo de tierras y políticas promovidas desde el Estado que han conducido a la pérdida de la finca tradicional.

Las fincas tradicionales rompen con el esquema y la lógica productivista de la agricultura comercial. Incluso con el orden y el esquema de gestión de grandes cultivos. Combinan en sus espacios internos distintas plantas, árboles, frutales y espacios para realizar actividades domésticas. En ella habitan diferentes grupos de animales que han encontrado ahí, un lugar de protección. No opera en la lógica capitalista.

Foto: Hernando Uribe Castro, octubre de 2021. 
Paisaje interno de una finca tradicional, Villa Rica, Norte del Cauca


Las organizaciones sociales existentes en estos territorios están encaminando sus esfuerzos hacia otras pedagogías, nuevas formas de educación de sus jóvenes y población en general. Pedagogía emancipatorias, en el sentido en que lo expone Claudia Korol*:

 

“La pedagogía emancipatoria es, en esta perspectiva, un espacio de producción colectiva de conocimientos, a partir de prácticas sociales históricas de lucha por la vida, la libertad, la justicia, la autonomía. Es un proyecto político cultural que promueve la creación social de teorías que nos permitan interpretar y revolucionar la vida, a partir de las experiencias de los movimientos populares, de sus búsquedas de comprensión y de transformación del mundo, de diálogo entre los distintos sectores que participan de las luchas sociales, y de estos con quienes en diversos ámbitos investigan, estudian, y piensan críticamente las dinámicas de la vida social. Se trata de un diálogo que permite a sus protagonistas volverse sujetos históricos de las transformaciones, autores de relatos que rehacen el mundo, designando con palabras antiguas, e inventando si es necesario nuevas palabras, que nombren el proyecto, los sueños, el sendero o la diversidad de senderos elegidos, rechazando los lugares alienantes que les son asignados –como fuerza de trabajo ocupada o desocupada, ejército de reserva, base para la manipulación de diversas instituciones políticas o religiosas, consumidores, excluidos y excluidas, objetos de estudio, objetos sexuales, máquinas reproductivas, objetos decorativos, etcétera.” (Korol, 2008, p. 179).

La “Escuela Itinerante”, tal como la denominan las organizaciones sociales afronortecaucanas, es  impulsada como estrategia para promover nuevos discursos, otras interpretaciones y abrir nuevos horizontes sociales y educativos. Se está en este proceso, cada día más empoderado y valorado por las comunidades como alternativa pedagógica para sus pobladores.

Foto: Hernando Uribe Castro, 2019. 
Participando como invitado en un taller de la Escuela Itinerante

Los resultados de estas nuevas pedagogías que promueven el reencuentro con la tierra, el territorio y la vida, empiezan a dar frutos, a despertar mentes y a abrir nuevas posibilidades de autonomía y libertad.

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*Korol, C. (2008). La subversión del sentido común y los saberes de la resistencia. En: De los saberes de la emancipación y de la dominación / coordinado por Ana Esther Ceceña.- 1a ed. - Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales - CLACSO, pp. 177-191.

 

jueves, 26 de agosto de 2021

CAÑA DE AZÚCAR EN EL ESPLÉNDIDO VALLE DEL RÍO CAUCA, COLOMBIA

 Muy pronto 

saldrá publicado por el Programa editorial de la Universidad del Valle mi más reciente libro "Caña de azúcar en el espléndido valle del río Cauca, Colombia"

Portada del libro de Hernando Uribe Castro

Este libro es resultado del proceso de investigación llevado a cabo en el marco del Doctorado Interinstitucional en Ciencias Ambientales de la Universidad del Valle, Universidad del Cauca y Universidad Tecnológica de Pereira, realizado por el autor entre los años 2013 y 2017. Este proceso de investigación fue calificado como un trabajo meritorio, por el análisis crítico como por los aportes y los resultados que ofrece. La dirección del trabajo doctoral estuvo a cargo de la doctora Aceneth Perafán Cabrera, del Departamento de Historia de la Universidad del Valle.

La explotación de los elementos de la naturaleza (entendidos en el marco de la sociedad capitalista como "recursos naturales") durante la dinámica globalizadora contemporánea ha llevado a un desgaste y a un deterioro progresivo de los ecosistemas, debido al aprovechamiento intensivo que las corporaciones globales y las empresas locales, nacionales y transnacionales hacen de estos, y cuyo propósito principal está centrado en la acumulación de capital sin avizorar los efectos que estas prácticas tienen, tanto para el orden social como para el medio físico natural. Como se podrá observar a lo largo de este trabajo, el valle geográfico del río Cauca no es la excepción.