Este es un espacio que propone reflexiones y debates sobre la inter-retro-conexión sociedad en la Naturaleza y la Naturaleza en la sociedad.

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viernes, 20 de mayo de 2022

CONOCIMIENTO TÉCNICO-CIENTÍFICO Y “DESTRUCCIÓN CREATIVA” DEL VALLE DEL RÍO CAUCA, SIGLOS XX-XXI

Artículo:

“Conocimiento técnico-científico y “destrucción creativa” del valle del río Cauca, siglos XX-XXI”


Link del artículo: "Conocimiento técnico-científico y "destrucción creativa" del valle del río Cauca, siglos XX-XXI"

Artículo publicado por la Revista Historia y Espacio

VOL. 18 NÚM. 58 (2022):

HISTORIA AMBIENTAL: TRANSFORMACIONES AMBIENTALES, DESASTRES NATURALES Y ENFERMEDADES TROPICALES E INFECCIOSAS.


lunes, 5 de febrero de 2018

COMUNICACIÓN AMBIENTAL

Comunicación ambiental

Por: Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales

Las circunstancias de la sociedad moderna evidencian el rumbo que la humanidad ha tomado vía directa a la crisis civilizatoria. Una crisis motivada por una racionalidad que niega la diversidad de la vida como principio de existencia e impone y profundiza un antropocentrismo exacerbado, un capitalismo extractivo y un patriarcado como autoridad. Una sociedad moderna que -al privilegiar la instrumentalidad mercantilizada de la vida, la acumulación incesante del capital y la exagerada práctica del consumismo-, lleva a los límites la crisis de los ecosistemas, la transformación/destrucción de los biomas y la aceleración del calentamiento global como expresión del cambio climático producido por la acción humana.

En este contexto, la información y el conocimiento producido cae como torrentes y fluye como caudalosos ríos a través de los medios masivos de comunicación, las tecnologías y todos los dispositivos de comunicación y contacto con el mundo cada vez más individualizado pero masificado e interconectado. La velocidad con la que fluye y se difunde este torrente de información, y poco de conocimiento profundo, no logra y no permite que en las sociedades, los humanos alcancen a comprender las consecuencias de esta vida desbordada.

El vértigo que se experimenta al vivir en esta sociedad evita que se pueda producir una capacidad analítica de lo que acontece; evita la producción de una crítica y de la reflexión necesaria para hacerle frente a este modelo de sociedad y sobre todo impide que se puedan plantear unas posibilidades de cambio, de ese rumbo de desenfreno, ruta a la destrucción.

La comunicación como elemento constitutivo de la sociedad y socializador de conocimientos, fue transformada en artefacto instrumental, mediático y banalizado. Por el poder que se le confiere, quedó supeditada al ejercicio  dominio de los grupos que ejercen el poder hegemónico de la dominación social, física y simbólica, de las masas. Como estrategia corporativa que poco piensa en los problemas del planeta, de la sociedad, y más en sus necesidades de ganancia y beneficios.

De este modo, y como instrumento, el uso social de la comunicación se transformó en dispositivo que continúa beneficiando a unos en detrimento de otros. Con el dominio y su uso social, se continúan imponiendo formas hegemónicas y homogenizadoras de percibir, comprender y actuar en el mundo.  

Frente a este tipo de comunicación mercantilizada, instrumento corporativo por excelencia, se requiere contraponer otro tipo de comunicación de carácter crítica, emancipadora, liberadora del ejercicio del poder mediático y comprensiva de la delicada situación actual del planeta y de la civilidad. Una comunicación ambiental, que es también crítica, capaz de enfrentar la comunicación que trata de esconder, manipular, la verdad sobre la situación de los territorios, las comunidades y el planeta.

La comunicación ambiental es una de esas formas de la comunicación crítica, capaz de comprender la relación entre la sociedad y los ecosistemas. La sociedad como parte del planeta y de toda su dinámica natural. Una comunicación que -contrapuesta a la forma tradicional de aquella comunicación que sirve al ejercicio del poder de los amos del mundo-, pueda cumplir funciones de educación ambiental, de aportar en la construcción de un habitus ambiental y ambientalizado, ecologizado, de responsabilidad con la vida y su dignidad.

Una comunicación que con su capacidad transformadora e incidente en las formas de percibir, comprender y actuar de las personas, aporte a nuevos valores planetarios de la especie humana como una especie más en la trama de la vida de la Tierra. Planeta que tiene límites, que está en delicada situación por la acción irresponsable de lo que la humanidad ha hecho con él.

La comunicación ambiental estaría por encima de la comunicación que privilegia los contenidos mediáticos del tratamiento de asuntos ambientales al modo como se hace con la moda, el deporte, la farándula. La comunicación ambiental que se propone estaría enfocada en participar de procesos de educación ambiental, de construcción de un conocimiento científico a favor de la recuperación ecológica del planeta, de la investigación, de su participación en la construcción de un nuevo ciudadano capaz de reconocer su presencia en un planeta limitado y que requiere de protección, de cuidado y de amor. Una comunicación ambiental capaz de comprender y abordar los conflictos ambientales y de poner en evidencia los agentes que producen los problemas en el territorio, que reproducen la injusticia social y ambiental. 


Una comunicación cuya responsabilidad social y planetaria esté encaminada a participar en la construcción de un ciudadano comprometido con la vida y con el respeto por toda la diversidad. Una comunicación cuya función social estaría en cambiar el mundo del proceso de destrucción de la humanidad y de sus entornos de vida. 

miércoles, 10 de enero de 2018

DIVERSIDAD EN LA PRODUCCIÓN DEL CAMPO AMBIENTAL

Diversidad en la producción del campo ambiental

Por:
Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales

En el campo ambiental confluyen distintos tipos de agentes que producen información y conocimiento según su contexto institucional, sus intereses, sus marcos de acción y sus objetivos. Por ejemplo, en el campo ambiental participan científicos, académicos, intelectuales, educadores, comunidades, pero también políticos, agentes de Estado, agentes privados y corporativos. Todos tienen algo que decir y hacer con respecto al ambiente y a los bienes de la naturaleza.

Distintos tipos de campos se relacionan con el campo ambiental (el político, el jurídico, el artístico, el educativo, el del poder, el Estado, el religioso, el intelectual, el científico, entre otros), distintas disciplinas y orientaciones filosóficas producen una riqueza académica e intelectual. Este hecho es importante para entender por qué la información y el conocimiento que se construye con respecto al ambiente y a los bienes de la naturaleza son de carácter diverso. Esto conlleva a que la producción de documentos y contenidos como libros de texto, artículos de revistas, textos de reflexión, libros especializados, ensayos, informes de investigación, reseñas, reportes de prensa, documentales, caricaturas, columnas de opinión, informes oficiales, acuerdos, políticas, normas, sean de gran variedad.

Esta riqueza productiva incide en que los lectores, los investigadores o las personas  interesadas o afines a los temas ambientales, encuentren en el amplio escenario social distintas formas de materialización, difusión y socialización del conocimiento y de la información. Los modos distintos como se leen, se entienden y se comprenden estos textos exigen de los lectores ciertas destrezas para poder identificar y catalogar, no solo el tiempo de documento al que se enfrenta, sino también para entender sus estructuras, su cuerpo y los elementos que le componen y caracterizan.

Por ejemplo, los cientistas ambientales redactan sus textos de manera muy distinta a los informes elaborados por las agencias y las entidades oficiales nacionales o internacionales. Igualmente, no es lo mismo el modo como se lee una reflexión corta sobre el medio ambiente que un hecho noticioso como el que producen los centros de información periodística, o como lo hacen las agencias internacionales a través de los boletines informativos. Los artículos en revistas producidas por los académicos, intelectuales y científicos, tienen otras estructuras, otras formas, otros mercados lingüísticos con los cuales hacen la producción y la difusión de sus hallazgos y de los conocimientos.

Otro elemento que muestra esta diversidad de producción en el campo de las ciencias ambientales está en el hecho de que muchos informes y/o comunicados provienen de los agentes comunitarios. No es el mismo tipo de producción que hacen los agentes comunitarios a la producción que realizan los investigadores y científicos: los conceptos, los términos y las maneras de hacer las explicaciones son distintos, pues los investigadores tienen un mayor control sobre el método científico y del arte aprendido de la exigente redacción científica para la presentación de resultados. Las comunidades escriben como se les enseñó en el sistema educativo tradicional y como experimentan los fenómenos en sus vidas cotidianas. En algunos casos, los agentes comunitarios pueden acceder y apropiarse del modo como se redactan los informes y de algunos conceptos producidos por el campo científico o jurídico para argumentar sus denuncias o para realizar sus demandas.


Lo anterior evidencia la riqueza productiva a la que se ven expuestos quienes tienen interés en comprender, conocer o trabajar en los conflictos y los temas ambientales.  Esto  exige del lector, el poder y la capacidad de distinguir siempre, y en primera medida, a qué tipo de documento se enfrenta, cuál es el contexto de su producción, quién firma el documento, quién es el autor, cuál es el origen del documento y la fecha en la que se hace la escritura.  Estas pistas siempre serán importantes para todo agente interesado en los temas abordados por el campo ambiental, y en especial por las ciencias ambientales, para la validación y la confiabilidad de la información y el conocimiento al que accede.