Este es un espacio que propone reflexiones y debates sobre la inter-retro-conexión sociedad en la Naturaleza y la Naturaleza en la sociedad.

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lunes, 4 de febrero de 2019

NATURALEZA, AMBIENTE Y GOBIERNO


Naturaleza, ambiente y gobierno

Por: Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales
Director Instituto de Estudios para la Sostenibilidad

En reciente reunión convocada por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) en el Salón Gobernadores del edificio de la Gobernación del Valle del Cauca para socializar las bases del Plan Nacional de Desarrollo, el expositor del DNP inició su intervención abordando el tema de cómo llevar a Colombia hacia la senda del desarrollo y la globalización. No habían pasado cuatro minutos cuando pronunció la siguiente frase: “el medio ambiente no puede convertirse en un obstáculo para el desarrollo”.

Si al escuchar los primeros planteamientos sobre el desarrollo, ya sentía extrema preocupación, esta última frase pronunciada por el expositor me produjo una increíble consternación. Me pregunté de inmediato ¿Cómo es posible que ante todas las evidencias que se tienen frente a los efectos del cambio climático, la grave crisis ambiental, los acuerdos logrados en París y los esfuerzos de millones de personas en todo el mundo por mantener un planeta vivo, gobiernos actuales como el de Colombia, continúen con posturas tan irresponsables y malintencionadas con la naturaleza?

Al darle vueltas y vueltas a lo dicho por el ponente del DNP “el medio ambiente no puede convertirse en un obstáculo para el desarrollo”, de inmediato vinieron a mi mente las palabras escritas por la profesora Noguera en el primer capítulo del libro titulado “Pensamiento ambiental en la era planetaria. Biopoder, bioética y biodiversidad”, que expresan lo siguiente:

“Los discursos geopolíticos y biopolíticos de la mundialización y la globalización ha conformado ejércitos de sujetos tecnológicamente homogenizados bajo un modelo único de habitar la tierra. Esto ha facilitado formas hegemónicas de dominación en las cuales los sujetos, uniformados y uniformantes, declaran la guerra a la tierra para fines estrictamente productivos. Inspirada en la globalización de la tierra – en el aplanamiento de sus pliegues, repliegues y despliegues; en el aislamiento de sus estrías y el ocultamiento de sus mutaciones permanentes -, […] me pregunto cómo la globalización niega lo planetaria. Un delirio fáustico, emergente de la creencia según la cual el sujeto trascendental está por encima de las diferencias mundovitales, produce dos acontecimientos terribles para la vida en el planeta: el desarrollo y la guerra, hermanos gemelos e inseparables”[1]

Sin duda alguna, la reflexión de la profesora Noguera es clara y acertada. Así como preocupante, desacertada y peligrosa es la frase pronunciada por el agente del DNP para los ecosistemas, las comunidades y el sistema de vida territorial y planetario. La política de los actuales gobiernos que han llegado al poder en diferentes países del mundo -como Estados Unidos, Argentina, Brasil, Colombia, entre otros-, es desafiante y arrogante con la naturaleza. Políticas que reducen la diversidad y exuberancia de la vida planetaria a términos productivos y de rentabilidad económica. Y una tendencia a considerar el desarrollo como crecimiento económico a ultranza.

Desde la racionalidad de los agentes del Estado, así como de los agentes corporativos, se establece que no se puede dejar nada por fuera de la ecuación económica de la rentabilidad, ni mucho menos del cálculo racional. Consideran que esta ecuación es la esencia de la vida y de todo lo que en ella existe. Un reduccionismo que convierte cada uno de los componentes y elementos de los hábitats en materia prima del sistema. Bourdieu lo indicaba claramente cuando expresaba que: “Hoy nos quieren hacer creer que es el mundo económico y social el que puede resolverse con ecuaciones”[2]. Nosotros incluiríamos además del mundo económico y social, la dimensión del sistema planetario ecológico y ambiental en la frase del sociólogo francés.

Es muy perturbador pensar que no existirá bajo estos gobiernos ninguna garantía de que los parques nacionales naturales, santuarios de flora y fauna, espacios de reserva natural y ecosistemas estratégicos terminen convertidos en nichos productivos para la economía global e incorporados como centros fructíferos de la cuantificación moderna capitalista. Lugares que por muchos años han sido protegidos, defendidos y conservados como resultado de la lucha de las comunidades ancestrales, grupos y movimientos ambientales, así como por múltiples actores que valoran la importancia de la naturaleza y que son sensibles a la crisis ambiental y ecológica.

De hecho, desde hace algunos años, se ha tratado de incorporar estos espacios a las lógicas de la productividad del capital, tratando de desmontar normatividad existente, vulnerándola o justificando el cambio de su marco legal. Ha sucedido con el Parque Tayrona para la explotación del turismo global, la megaminería que amenaza constantemente el Páramo de Santurbán en donde existen aproximadamente 457 especies de plantas vasculares, helechos y afines, y 293 especies de fauna vertebrada[3].

El concepto que están utilizando, que han apropiado y que han adaptado estos agentes para llevar a cabo sus planes, programas y proyectos, así como para justificar la transición de estos lugares a espacios altamente productivos es el de “servicios ecosistémicos”. Y como lo explicaba el agente del DNP, estos nichos no pueden convertirse en un obstáculo para impulsar e implementar las políticas de desarrollo de la nación que “tanto necesita”, sino que sus servicios ecosistémicos pueden ser aprovechados para la explotación de materia prima y la economía nacional. Se entiende que bajo esta lógica capitalista, los ecosistemas estratégicos serán incluidos en los proyectos neo-extractivistas como paquete importante de los planes de desarrollos para producir y reproducir ingresos y mejores indicadores para el PIB nacional.

Para estos gobiernos, todo es posible de ser explotado. No contiene esta mentalidad principios éticos sustentables, o de la ética de la responsabilidad o del principio de precaución. La lógica, la ética y los principios que prevalecen, son los principios de la ganancia económica, del uso de materias primas y de la explotación incesante para “mejorar la economía del país”. Todo ello movilizado además con prácticas ilegítimas, irregulares y éticamente incorrectas que se realizan en los espacios de la institucionalidad tanto pública como privada. Detrás de todo ello está el beneficio propio y no el bien común. De hecho, estas prácticas se llevan a cabo con un despliegue y entramado de “rarezas” y “enmarañamiento” que son capaces de violentar los marcos legales y normativos, pasar por encima de la justicia y despojarse de toda culpabilidad. Todo ello conlleva a lo que Gudynas ha denominado “usos ilegítimos de posiciones de poder”[4].

Ante este escenario, se prevé una intensificación de los conflictos ambientales en Colombia. Desarrollo y guerra se combinan para producir efectos perturbadores. Así como una situación de extrema gravedad, riesgo y peligro para líderes comunitarios y defensores de derechos humanos y del ambiente. Tan preocupante es esta situación que, agentes de la ONU, especialmente el representante del Alto Comisionado para los Derechos Humanos en Colombia, ha instado al presidente actual de responder con urgencia ante el incremento de asesinatos de líderes sociales[5].

Tiempos difíciles son los que se vienen con estos anuncios directos del gobierno nacional sobre el manejo que se le dará a la política ambiental y, los planes de desarrollo. Una gran proporción de la sociedad colombiana continúa anestesiada, adormecida, silenciada y entretenida. Otra porción importante está atenta, movilizando opinión a través de medios tradicionales, alternativos o redes sociales. Las Universidades cumplen un papel central en este escenario de alta tensión, como espacios desde donde se movilice la reflexión, el conocimiento y el diálogo para encontrar salidas.



Febrero 4 de 2019


[1] Noguera de Echeverri, Ana Patricia. (2018). Pensamiento ambiental en la era planetaria. Biopoder, bioética y biodiversidad. Una interpretación de los desafíos simbólico-bióticos en la aldea global. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. p. 9.
[2] Bourdieu, Pierre. (2002). Pensamiento y acción. Buenos Aires: Libros del Zorzal. p. 30.
[3] Corporación Autónoma Regional Para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga.
[4] Gudynas, Eduardo. (2018). Extractivismos y corrupción. Anatomía de una íntima relación. Bogotá: Ediciones desde abajo.
[5] Desde Abajo. (2019). “ONU pide a Iván Duque que responda a los asesinatos de líderes sociales. Enero 14 de 2019.

jueves, 17 de enero de 2019

POR QUÉ LAS PERSONAS NO HAN ASUMIDO UN COMPORTAMIENTO ÉTICO-AMBIENTAL: EL CASO DEL RÍO PANCE


¿Por qué las personas no han asumido un comportamiento ético – ambiental?:

el caso del río Pance en Santiago de Cali.

Por: 
Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales


El sector de La Vorágine en el río Pance ha sido por muchos un años, un lugar de gran significado social y de capital simbólico - cultural para la sociedad caleña y del suroccidente colombiano. Es el espacio que por tradición ha sido apropiado por los ciudadanos para el esparcimiento, el descanso y el paseo de las familias en épocas de vacaciones o fines de semana. Es uno de los pocos sitios que queda en ésta ciudad con estas características, pues los otros ríos que conforman la plataforma territorial y ambiental de Cali, han ido muriendo, despareciendo o eliminándose del paisaje, tal como sucedió con los ríos Cañaveralejo y Meléndez o con lo que acontece en el mismo río Cali.

Foto, paseo en olla en el río Pance. Tomada por: Hernando Uribe Castro, 2018
Este paraje se encuentra localizado al suroccidente de la ciudad de Cali, desde donde el río Pance se descuelga de los Farallones de Cali hacia el valle geográfico del río Cauca. Con el paso de los años, este se ha sido poblando por diferentes grupos sociales. En él se encuentran asentados grupos sociales de todos los estratos socioeconómicos. Hoy en día, el avance del proceso urbanizador -promovido por los agentes privados, inmobiliarios y la banca-, amenaza este importante territorio. La Vorágine en Pance se conecta con la ciudad de Cali a través de una vía que en los últimos años tuvo que ampliarse en su número de calzadas por la fuerte presión de la dinámica social y urbanizadora.

Al ser un espacio de gran importancia histórica y cultural, el río y su zona de influencia presenta una fuerte presión por el incremento en el número de visitantes los fines de semana, en vacaciones y sobre todo, en temporada de altas temperaturas. El agua fría que corre por el río, ofrece a los caleños y visitantes una suave y refrescante brisa y temperatura cálida propicia para disfrutar de un baño. Infortunadamente, la alta demanda de este espacio para el esparcimiento ha ido afectando todas sus condiciones ambientales y ecológicas. Poco a poco el área de las orillas del río se fue cercando como propiedad privada y sus aguas se fueron contaminando por los asentamientos, balnearios y negocios.

Foto, construcciones en el río Pance. Tomada por: Hernando Uribe Castro, 2018. 

Y no solo por los vertimientos producidos por los vecinos del sector, sino por toda la carga de visitantes y turistas que llegan al sector y que sin el más mínimo cuidado y responsabilidad, destruyen, contaminan y afectan. El control de las autoridades para evitar estos impactos queda desbordado por la alta demanda que tiene el sector. Gentes venidas de diferentes partes de la ciudad y de la región que llegan, están durante el día disfrutando del río y que a su regreso a casa, dejan esparcido por todo el campo, el cauce y el lecho del río todo tipo de deshechos: frascos, plásticos, botellas, bolsas, papel, restos de comida, entre otras. Porquerías y más porquerías. No tienen la delicadeza y el cuidado de recoger las basuras producidas y ponerlas en lugares adecuados para ello o traerlas a casa para una mejor disposición. Esta es una acción, además de estúpida, ignorante y sobre todo mal intencionada. Una muestra de que existe una escasa inteligencia ecológica. No se ve una ética de la responsabilidad. 

Foto, contaminación en sector río Pance. Tomada por: Hernando Uribe Castro, 2018.
Estos hechos conllevaron a que se estableciera el colectivo de la mesa ambiental y de cultura ciudadana del corregimiento de Pance. Líderes comunitarios que luchan por preservar este ecosistema y por mantener sus rasgos distintivos y su capital ecológico - ambiental. Colectivo que ha denunciado que se ha llegado al caso de que en una jornada de limpieza se recolecten hasta 1.400 kilos de basura, como sucedió en la jornada del 26 de agosto de 2018[1]. Incremento del turismo, ventas ambulantes, alto flujo vehicular afecta la flora y la fauna, así como el agua en el lecho del río. En la festividad de Reyes en enero de 2019, se presentó una congestión vehicular de gran complejidad que paralizó la movilidad en toda la zona. A ello se sumó la alta carga de deshechos de todo tipo que quedaron esparcidos por todo este vasto territorio.

Este hecho es un ejemplo de que una gran parte de la sociedad no ha interiorizado el mensaje del cuidado y la protección de los ecosistemas. Como si estas afectaciones producidas estuvieran distantes de la calidad de sus propias vidas. Es lo que Gudynas denominaría la torpeza y estupidez sistémica y altas dosis de ignorancia de cultura ambiental y, por supuesto, social y política. Esto lleva a pensar del por qué no es raro que se catalogue esta sociedad como una de las más felices, pero a su vez, una de las más ignorantes del mundo. Felices esparciéndose en Pance, pero ignorantes, irresponsables y torpes en su comportamiento ambiental y ecológico en un ecosistema estratégico y de alta fragilidad. Desazón, perplejidad, impotencia y tristeza es la que produce evidenciar estos increíbles hechos de la condición humana. 

Importante que todavía existen personas, grupos, comunidades sensibles a esta grave situación, y desde sus lugares aportan, ayudan, colaboran, trabajan por el mejoramiento de la calidad de vida de los ecosistemas. Exigen a las autoridades y al gobierno tomar acciones concretas para evitar la destrucción de estos importantes parajes. A veces logran captar la atención de quienes toman las decisiones, pero otras veces no. En eso consiste la lucha y el trabajo diario por la defensa de la naturaleza y de sus elementos. 

No es posible amar la naturaleza con solo intenciones, puesto que estas deben expresarse en acciones. La emoción y la acción están en interacción. Dar espacio a la emocionalidad y al maravillamiento con la naturaleza nos puede ayudar para ir generando acciones más responsables. Se requiere que la especie humana recupere su encantamiento con la grandeza y complejidad de la madre Tierra y de todos sus componentes. Un encantamiento que debe ser parte central de una pedagogía planetaria, para otros ecopedagogía, que sea capaz de reconstruir la percepción y la imagen del mundo que habitamos y del entramado complejo del sistema viviente al que pertenecemos. 



[1] El Espectador. (2019). Preocupación por los altos niveles de contaminación en el río Pance de Cali. Enero 4 de 2019.

viernes, 21 de diciembre de 2018

CÁTEDRA VALLE DEL CAUCA, INSTITUTO DE ESTUDIOS PARA LA SOSTENIBILIDAD, 2018

Mario A. Gandini, Hernando Uribe Castro, Julio Carrizosa y Álvaro Guzmán

Mario A. Gandini, Hernando Uribe Castro, Arturo Escobar y Álvaro Guzman.

Visita de los profesores Arturo Escobar y Julio Carrizosa Umaña al Instituto de Estudios para la Sostenibilidad en el marco de la Cátedra del Valle del Cauca de la Universidad Autónoma de Occidente.

Director del Instituto de Estudios para la Sostenibilidad: Hernando Uribe Castro, PhD

miércoles, 19 de diciembre de 2018

SOBRE EL CAMPO AMBIENTAL

SOBRE EL CAMPO AMBIENTAL

Por:
Hernando Uribe Castro

Enrique Leff "Lección Inaugural" y Hernando Uribe Castro "Sobre el campo ambiental"

Esta publicación contiene dos escritos: el primero, es la conferencia ofrecida por el profesor Enrique Leff, como Lección Inaugural del Doctorado en Regiones Sostenibles de la Universidad Autónoma de Occidente en Cali - Colombia, en donde hace una profunda reflexión sobre la construcción de las regiones sustentables, la vida y la sustentabilidad planetaria. El segundo escrito es una reflexión elaborada por el profesor Hernando Uribe Castro sobre el campo ambiental desde la perspectiva analítica de la sociología de Pierre Bourdieu. 

El Doctorado en Regiones Sostenibles pone a consideración del público, estos interesantes trabajos, con la certeza de que contribuyen a las discusiones, los diálogos y las reflexiones que desde el ámbito académico se proponen sobre el ambiente, la sustentabilidad, los conflictos ambientales y la vida.

lunes, 17 de diciembre de 2018

GRANDES EVENTOS SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO


Grandes eventos sobre cambio climático

Por
Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales

Llama profundamente la atención que a pesar de la lucha contra el cambio climático en diferentes partes del mundo, los resultados demuestren que las cosas en este tema cada día son más preocupantes. Lucha que se ha materializado especialmente con los eventos globales denominados Conferencia sobre Cambio Climático promovidos por la ONU.  El más reciente de ellos realizado en diciembre de 2018 en Polonia.

Organismos como Intergovernmental Panel on Climate ChangeIPCC- ponen en evidencia que las emisiones de dióxido de carbono no se detienen, en países como China (4,755) y Estados Unidos (2,5%) y que se espera que en este camino, entre los años 2032 y 2052, se supere el tope de la temperatura mundial por encima de 1.5 grados [1].

Surge la pregunta si ¿son suficientes estos eventos para ir hacia un rumbo distinto que impida el camino  hacia la destrucción? Este ha sido un espacio en el que convergen todos los países en espera de avanzar, no solo hacia un entendimiento del problema, sino a la búsqueda de soluciones y alternativas. Pero por lo visto, estos intentos quedan insuficientes debido a la indiferencia de agentes corporativos frente a estos temas, así como por el tipo de discurso “elevado” y muy “técnico” con el que se trata la profundidad del cambio climático  que no alcanza a ser comprendido por los ciudadanos.

En el presente, existe un flujo de grandes capitales económicos avalados por decisiones políticas que deben invertirse en la lucha global contra el calentamiento global, pero también es evidente que parte de esas grandes inversiones quedan en las redes de corrupción y de las clientelas políticas en los diferentes países. Corrupción que se manifiesta en las diferentes dimensiones: manejo de recursos públicos, obras mal diseñadas y construidas, sobornos a agentes, construcción de políticas nocivas para la naturaleza, toma de decisiones gubernamentales que afectan los intereses comunitarios, pago a redes criminales, políticas que avalan actividades extractivistas, entre otras. El agua se convirtió en un negocio y no un derecho. La tala aumenta y la desertificación no se detiene.

Pienso que los agentes dinamizadores del mercado que toman las decisiones estructurales de los negocios globales, así como muchos gobiernos, aún no han interiorizado –y no tienen interés alguno en que les llegue a interesar-, la preocupante situación de planeta en términos de los factores que producen los gases de efecto de invernadero y la contaminación de todos los ecosistemas del mundo a pesar de todas las evidencias ya existentes.

Aún se percibe una marcada prioridad de los agentes del mercado por la acumulación del capital a partir de la explotación incesante de los elementos de la naturaleza y de la explotación de la mano de obra humana de masas de poblaciones en situación de pobreza y vulnerabilidad en los países más pobres, que no solo ven sus recursos explotados, sino que quedan con sus territorios destruidos.

En América latina, el viraje hacia gobiernos de extrema derecha como en Brasil, Argentina y Colombia, es de una inmensa preocupación no solo por los efectos sociales sino también para los ecosistemas estratégicos. Y estos virajes afectan la disposición que se tiene en la lucha contra el cambio climático. Gobiernos preocupados más por los negocios, las redes comerciales, los tratados internacionales, la forma de hacer más dinero, que por el bienestar de la población y del ambiente natural.

Se percibe también un inmensa brecha entre los hallazgos producidos desde el mundo científico por los temas ambientales -que están en sintonía con las demandas y denuncias que hacen los pueblos ancestrales y las comunidades locales que sienten en carne viva los efectos de la destrucción de la vida en el planeta-, frente a los espacios del mundo político donde se toman las decisiones estructurales de los países y los espacios de las grandes organizaciones corporativas, muchas de ellas más poderosas que los mismos Estados en el mundo.

La sociedad civil, las organizaciones sociales de bases y los movimientos sociales ambientalistas y ecologistas, continúan su trabajo de defensa y protección. A veces con altos costos humanos en el sentido de que muchos líderes son asesinados y desparecidos. No obstante, existe también una gran masa de ciudadanos que aparece con un actor negligente y poco interesado.

Panorama preocupante y a veces desolador.






[1] Según el IPCC “Human activities are estimated to have caused approximately 1.0°C of global warming above pre-industrial levels, with a likely range of 0.8°C to 1.2°C. Global warming is likely to reach 1.5°C between 2030 and 2052 if it continues to increase at the current rate.” (IPCC, 2018, p. 6).

martes, 16 de octubre de 2018

Hernando Uribe Castro en la Feria del Libro de Cali, 2018.
"La Laguna de Agua Grande: conflicto ambiental en la Laguna de Sonso"

martes, 25 de septiembre de 2018

LA LAGUNA DE AGUA GRANDE: CONFLICTO AMBIENTAL EN LA LAGUNA DE SONSO EN COLOMBIA



Libro: La laguna de agua grande. Autor: Hernando Uribe Castro

Narran los historiadores, que cuando los conquistadores españoles llegaron al valle geográfico del río Cauca, se toparon con la Laguna de aguas grandes, lugar en donde las comunidades indígenas realizaban actividades de pesca, y cuyo paisaje era de una belleza incomparable. En el siglo XX, el proceso de modernización del Valle del Cauca, la construcción de vías, la expansión cañera y otras actividades afectaron este importante ecosistema de humedal y a las comunidades que habitaban en él. Desde hace cinco décadas, los pescadores, pequeños agricultores y habitantes, así como las universidades e instituciones educativas, agencias del Estado y entes internacionales, han tratado de protegerla, defenderla y cuidarla de los daños producidos por la avaricia de agentes privados. Ella se ha convertido en símbolo de la biodiversidad, de la huella de un pasado rico en flora y fauna y de la resistencia de las comunidades por la defensa del territorio. La Laguna de Sonso es belleza, es diversidad, conservación y naturaleza, es educación y sustentabilidad (Uribe, 2018).