Este es un espacio que propone reflexiones y debates sobre la inter-retro-conexión sociedad en la Naturaleza y la Naturaleza en la sociedad.

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miércoles, 28 de agosto de 2019

DESTRUIR PARA ACUMULAR


Destruir para acumular: el caso del río Cauca

Por:
Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales
Director Instituto de Estudios para la Sostenibilidad

Podemos considerar al río Cauca como un eje articulador de sociedades, economías, culturas y ecosistemas. No solo serpentea entre las cordilleras Occidental y Central sino que además ha estado presente en la vida de diversas especies y grupos culturales asociadas a él. Desde el pasado geológico, pasando por el mundo prehispánico hasta nuestros días, el río ha enfrentado las diversas dinámicas de cambio (natural como social) y formas de su apropiación humana: como escenario de vida, como canal de comunicación, como espacio productivo, entre otras.

Pero no cabe la menor duda que fue en el siglo XX, cuando la racionalidad moderna que se impuso en esta región, intensificó su uso por razones productivas y para la acumulación del capital: desde ese momento, el río y todos sus ecosistemas estratégicos enfrentaron una crisis sin igual y con efectos de gran complejidad socio-ambiental. La diversidad fue amenazada y llevada a casi la extinción. Por ejemplo, la pérdida del bosque seco, la desecación de lagos, ciénagas y madres viejas ponen en evidencia los daños producidos por una intensa actividad productiva y por unas plataformas de construcción antrópicas basadas en la búsqueda del beneficio económico y la acumulación del capital. Agentes agrícolas, agroindustriales, industriales y comerciales, sumados a una intensa urbanización por agentes inmobiliarios y de la construcción, produjeron el conjunto de afectaciones que se perciben hoy como irreversibles.

Bajo esta lógica de la modernidad y la racionalidad del capital, el río Cauca fue colonizado, despojado de su diversidad y transformado. De su cauce, tierras, bosques, cienagas y humedales se extraen las materias primas para la explotación económica intensiva y extractiva. Todo ello se ha hecho bajo las argucias del discurso del desarrollo y el progreso, que promovieron su “rectificación”, “mejoramiento” y mayor “aprovechamiento”. Como lo he expuesto en variadas oportunidades (Uribe, 2014; Uribe, 2016; Uribe, 2017; Uribe, 2018; Uribe 2019), el valle geografico del río Cauca pasó de ser un ecosistemas a un socioecosistema del capital agrícola y agroindustrial con el apoyo del Estado colombiano y la banca internacional.

La red hídrica se embalsó, canalizó, desecó y drenó para la irrigación y el riego que benefició a un gremio económico y especializado de la caña de azúcar. La diversidad de especies fue casi extinta. De este modo, el río Cauca pasó de tener aguas corrientosas y alegres, a aguas tranquilas y opacas por la contaminación y todo el daño producido. Todo ello relacionado también con el hecho de que los ecosistemas en las altas montañas, productores de agua, fueron afectados por la actividad ganadera de los terratenientes, la deforestación y la transformación del uso de suelo en casas de descanso para familias de clases altas que retienen el agua para sus piscinas. El río Cauca ya canalizado recorre paisajes homogéneos y monopolizados que ofrecen tristeza y amargura, como amarga es la historia de la dulce agroindustria de la caña de azúcar.

Hoy surgen nuevos discursos de agentes de Estado y corporativos del mercado (como ingenios azucareros y empresas) buscando apoyos para su recuperación, produciendo mensajes de responsabilidad ambiental empresarial y ocultado el hecho de que fueron ellos quienes por la búsqueda de la rentabilidad y los beneficios económicos ocasionaron todo este desastre ecológico y ambiental. El río Cauca vive una lenta agonía.

Bibliografía citada:

Uribe Castro, Hernando. (2014a). De ecosistema a socioecosistema diseñado como territorio del capital agroindustrial y del Estado-nación moderno en el valle geográfico del río Cauca, Colombia. En: Colombia, Revista Colombiana de Sociología. Ed.: Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá v. 37, fasc.2 pp.121-157.

Uribe Castro, Hernando y Perafán, Aceneth. (2016). La agroindustria azucarera y la producción de conflictos ambientales. Memorias 18 Convención científica de ingeniería y arquitectura. La Habana: Cuba.

Uribe Castro, Hernando. (2017). Transformaciones ambientales y acción colectiva en el valle geográfico del río Cauca frente a la agroindustria cañera 1960-2015. Tres estudios de casos. Tesis Doctoral: Doctorado Interinstitucional en Ciencias Ambientales. Universidad del Valle, Universidad Tecnológica de Pereira y Universidad del Cauca. Santiago de Cali.

Uribe Castro, Hernando. (2018). La laguna de agua grande. El conflicto socioambiental en la laguna de Sonso. Cali: Programa Editorial de la Universidad Autónoma de Occidente.

Uribe Castro, Hernando. (2019). Destruir la naturaleza para re-diseñar el territorio: El caso del valle geográfico del río Cauca, Colombia. Cali: Programa Editorial de la Universidad Autónoma de Occidente.

Uribe Castro, Hernando. (2019). Monocultivo cañero y diseño socioecosistémico del valle del río cauca, Colombia: Territorio-Ambiente y Ciencia-técnica. (En Imprenta). Cali: Universidad Autónoma de Occidente.



lunes, 28 de mayo de 2012

MIRADA DE LA CIUDAD DE CALI DESDE EL RÍO CAUCA: REFLEXIÓN CORTA


MIRADA DE LA CIUDAD DE CALI DESDE EL RÍO CAUCA: REFLEXIÓN CORTA

Por
Hernando Uribe Castro
Magíster en Sociología

En el marco del proyecto “Asentamientos humanos en el marco de la ciudad capitalista en Cali”, se realizó un recorrido por el río Cauca en compañía de mis colegas investigadores y estudiantes. Y esto me obligó a pensar que, regularmente, las miradas que se tienen de los ríos son construidas desde la ciudad, pero casi nunca se tiene la mirada contraria, es decir, ver la ciudad desde el río. Esto puede cambiar totalmente el panorama de análisis y la panorámica del paisaje.

Recorrer el río Cauca en lancha cambia totalmente la perspectiva de la ciudad que tenemos. Percibir los increíbles daños ocasionados por las perturbadoras acciones humanas en su sistema natural produce impotencia y dolor. Un río que ha sido canalizado con jarillones y sobre el que se expresan diferentes tipos de paisajes al igual que diferentes tipos de acciones sobre los ecosistemas. Intervenciones humanas con industria, asentamientos, cultivos, obras de infraestructura y desechos hacen del paisaje del río Cauca algo desolador. No obstante, en medio de todo ello, persiste la vida acuática y algunas aves y mamíferos, produciendo de algún modo razones para la esperanza. Confirma además que la ciudad capitalista ha crecido gracias al detrimento del paisaje y al sometimiento de ríos a cargas contaminantes y a tratamientos perfectamente racionales, pero ambientalmente insostenibles,  y con costos humanos altos.

La ciudad a lo largo del tiempo creció de espaldas a sus ríos, sus gobiernos se olvidaron de su existencia y sobre ellos se realizaron transformaciones irreversibles en sus entornos que han afectado su dinámica natural. En Cali, durante mediados del siglo XX existió el famoso Plan Piloto que proponía una ciudad con cara al río, estos estructuraban la forma urbana, pero de todo ello no quedó casi nada, pues este plan se hecho al olvido.

Actualmente, entidades como la CVC hacen lo que pueden por controlar y evitar que aumente esta catástrofe con este recurso. Se comprueba un caudal en cuyo color achocolatado se puede evidenciar que arrastra cantidad de tierra hacia el mar, como claramente lo hacía notar Gustavo de Roux sobre la pérdida del suelo en Colombia.

Llama la atención la cantidad de asentamientos que ubicados sobre el dique protector o sobre el lecho del Cauca desarrollan todo tipo de infraestructura para ganar espacio al río y para desarrollar una tecnología en la construcción de sus viviendas. Cimientos de casas elaborados con bolsas de plástico llenas de tierra o con llantas y neumáticos sobre los que se hacen las columnas que sostienen los techos en zinc.

Niños nadando y jugando sobre las orillas del río, en medio de restos animales de caballos, cuyos huesos se limpian al fuego  para luego venderlos, así como, posiblemente, también su carne. Más grave aún, se observan también grandes empresas del sector industrial de Yumbo que extraen agua o que descargan residuos tóxicos sobre el río. Algunas de ellas con sus muros pegados a la orilla del río incumpliendo la norma de espacio para cobertura. Otras papeleras sembrando Eucalipto como respuesta a su daño ambiental. Un río que atraviesa un Valle geográfico cargado de sembrados de caña de azúcar que poco a poco desertifica la tierra y la hace improductiva.

El caso del río Cauca es solo parte de los problemas que presenta la región con respecto al papel de sus ríos y su relación con la ciudad. Nada más triste que ver cómo el río Meléndez muere en un canal recolector de aguas que alguna vez fue otro río.

Todo un paisaje que preocupa, que perturba, pero que a su vez invita a la movilización intelectual, social y política.

28 de mayo de 2012.