Este es un espacio que propone reflexiones y debates sobre la inter-retro-conexión sociedad en la Naturaleza y la Naturaleza en la sociedad.

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martes, 29 de septiembre de 2020

DESTRUIR LA NATURALEZA PARA REDISEÑAR EL TERRITORIO: EL CASO DEL VALLE GEOGRÁFICO DEL RÍO CAUCA

NUEVO LIBRO: 

DESTRUIR LA NATURALEZA PARA REDISEÑAR EL TERRITORIO: EL CASO DEL VALLE GEOGRÁFICO DEL RÍO CAUCA.

Hernando Uribe Castro

Este libro presenta un análisis crítico del principio moderno de la "destrucción creativa" desde la perspectiva ambiental. Analiza éste fenómeno tomando como ejemplo el proceso de transformación territorial del valle geográfico del río Cauca en Colombia. Lugar donde los agentes del capital agrícola y agroindustrial, en nombre del "desarrollo" y del "progreso", transformaron profundamente el medio natural con la ejecución de obras civiles para la especialización agrícola y destruyeron el conjunto de ecosistemas naturales asociados al valle de inundación. Agentes que contaron con el apoyo de un grupo de la élite política regional, del mundo corporativo y financiero internacional y de unos marcos institucionales promovidos por el Estado colombiano en temas de desecación de tierras y regulación de aguas. Política de transformación profunda que inició desde principios del siglo XX y que continúa aun en el siglo XXI con su proceso de ejecución.


viernes, 21 de agosto de 2020

TRANSMUTAR DE SUJETOS DE LA GLOBALIZACIÓN A SERES PLANETARIOS

Transmutar de sujetos de la globalización a seres planetarios
 
Por:
Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales
 

Como parte de una sociedad dominada por la racionalidad del reduccionismo económico y corporativo, nos han programado como sujetos de la globalización para el efectivo desarrollo y crecimiento incesante del mercado y del capital (Uribe, 2016).
 
La consciencia humana ha sido cooptada por este mundo corporativo global y del mercado mediante dispositivos muy poderosos de desarrollo mental individual que utilizan a los agentes del proceso de la socialización como mecanismos que construyen sujetos individualizados, enclasados, clasificados, masificados y codificados.
 
Una masa de sujetos sin rostro, pero muy bien identificados. Este mecanismo de control y dominación se produce de tal modo, que como lo expresa Humberto Maturana, caemos en el efecto de “No ver mí no ver” (1996, p. 27). Toda forma de percibir, apreciar y actuar de cada individuo aparenta estar desde antes predeterminada por los agentes corporativos.
 
El mecanismo de dominación de la vida finamente instaurado -que limita la libertad humana de vivir la vida en las condiciones ecológicas del planeta- necesita ser desestructurado y develado. Y esto solo se logra cuando se escapa a estas lógicas y mecanismos de control. Recuérdese que el mundo construido por los grupos corporativos globales, es un mundo enfocado en la capitalización de la vida, la extracción incesante de elementos de naturaleza y la conversión en mercancía para la producción de capital y de beneficios privados.
 
Nuestro planeta Tierra no es una simple roca de materia que viaja por el frío espacio del universo. No es una cosa para ser explotada, destrozada y desgarrada por los humanos avaros, irresponsables y egoístas. Nuestro planeta es vida y energía. Es el lugar físico y energético de la presencia y la asociación de la compleja trama de la vida. Es Gaia, nuestra Madre Tierra. Es Nuestro lugar en este vasto espacio cósmico que está tejido y unido por una vasta cantidad de formas vivientes (Uribe, 2016).
 
Como humanidad necesitamos romper con estas estructuras del control sin libertad y despertar hacia una consciencia con las emociones. Necesitamos producir una cultivación de la consciencia que permita a cada ser humano sentir y abrirse a su realidad. Abrirse a esta cultivación del ser implica incorporar una nueva gama de nociones, ideas, visiones y conceptos. Otras nominaciones, otros pensamientos y otras apreciaciones: otros lenguajes para la existencia.
 
También es necesario develar y reconocer el funcionamiento de este mecanismo de control y autoridad. Y un modo para alcanzar ello es comprendiendo el sistema de vida: su orden, función y sistema. Abrirnos a la diversidad, la pluralidad y la multidimensionalidad (Ángel Maya, 2001). La realidad va más allá de esta realidad 3D planetaria. Necesitamos ingresar en unos pensamientos y sentidos multidimensionales.
 
Conocer y aprender las experiencias de vida planetaria que están al margen, que resisten al sistema y que coexisten al sistema: encontrar esos otros caminos. Esforzarnos por sacudir nuestra consciencia individual y transmutar hacia el SER del habitar planetario. Un SER coherente que integra percepción, apreciación-emoción y acción. Combinar conocimiento y saberes. Abrir la imaginación. Esto implica una apertura en el espacio de la existencia al amor incondicional. Maturana nos recuerda que “el amor no es una virtud, sino un aspecto de la biología relacional y aparece en el vivir relacional de los seres vivos” (1996).
 
A pesar de la presencia de los humanos, los seres de luz plantas y animales continúan trabajando para restablecer y mantener la vida en la biosfera planetaria. Desde los océanos más profundos hasta las más altas cumbres. Vida que depende de la energía. Trabajan constante y continuamente para mantener esas condiciones de vida, evitar la muerte entrópica de la biosfera que ha sido acelerada por la presencia y la acción humana y su metabolismo social. El reino vegetal en todo el mundo -a pesar de las condiciones adversas que puedan experimentar por el cambio climático- continúa realizando su proceso de fotosíntesis. Las especies del reino animal se perpetúan reproduciéndose, alimentándose y movilizando la cadena trófica del equilibrio, realizando su vida y resistiendo a la extinción.
 
Algunos pueblos ancestrales continúan ocultos entre la selva evitando cualquier contacto con el sistema social, para mantener sus vidas, tradición y conexión con la tierra. Movimiento sociales, organizaciones comunitarias y pueblos originarios, académicos e intelectuales, poetas, artistas, artesanos y escritores, están aportando con su ingenio, Son  antisistémicos (anticapitalistas y antiglobalizadores) para proponer alternativas de vida local y para movilizar otros mensajes. En la búsqueda de otras formas (Buen vivir, plan de Vida, Mejores vivires, entre otros).
 
La salud de la casa planetaria: Gaia-Madre Tierra (es el suspiro de vida) del planeta físico terrestre. Continuar trabajando con la Restauración de la Tierra. Fortalecer la sustentabilidad de la vida. Transmutarnos como seres de luz y planetarios: despojo de egos, de maldad e hipocresía. Este despertar, ahora e inmediato, es una necesidad para transformar esta pesada realidad humana que ciega nuestro entendimiento y que afecta el corazón, los sentidos y las emociones, y que nos conduce a las cavernas más oscuras en nuestra existencia.
 
El juego de luces estelares y cósmicas, así como las propias luces que están dentro de cada uno de los seres humanos, deben activarse para que nuestras conciencias y nuestros pensamientos transmuten hacia otra realidad ambiental y ecológica. Respetuosa con la vida, amorosa de la verdad y la paz.
 
Somos parte de este complejo entramado de vida que nos observa, que nos da el ejemplo de cómo vivir. Unas condiciones que tienen límites físicos, biológicos, ecológicos, sociales (económicos y culturales). Una consciencia hacia el encuentro colectivo, no solo con nuestros hermanos humanos, sino con todos los demás seres de este sistema viviente planetario y extraplanetario. Un encuentro que manifiesta la unión, la diversidad, la diferencia, la verdad y el amor en los territorios planetarios y cósmicos. Como lo indica Noguera en "la era planetaria urgen pensar la tierra como diversidad y diferencia en despliegue" (2018, p. 15).
 
Recuperar la frecuencia planetaria y cósmica.
Que la vida florezca en cada ser de esta especie humana
 
_______
-Angel Maya, A. 2001. El retorno de Icaro. Cali: Corporación Universitaria Autónoma de Occidente.
-Maturana, H. & Bloch, S. 1996. Biología del emocionar y Alba Emoting. Santiago: Dolmen Ediciones.
-Noguera, P. 2018. Tierra-calco /tierra rizoma. desafíos simbólico-bióticos de la era planetaria. En: Pensamiento ambiental en la era planetaria. Biopoder, biopolítica y biodiversidad. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.
Uribe Castro, H. 2016. Pensando ambientalmente. de las críticas al sistema a las posibilidades de cambio. Cali: Programa Editorial de la Universidad Autónoma de Occidente.
 
 

jueves, 20 de agosto de 2020

LA INSUSTENTABILIDAD AMBIENTAL DEL VALLE GEOGRÁFICO DEL RÍO CAUCA

 La insustentabilidad ambiental del valle geográfico del río Cauca, Colombia

Conferencia, 20 de agosto.

Conferencia: Hernando Uribe Castro para el Colegio Mayor de Antioquia
20 de agosto de 2020, 4:00 pm


miércoles, 5 de agosto de 2020

HISTORIA AMBIENTAL DE LA AGROINDUSTRIA CAÑERA EN EL VALLE DEL RÍO CAUCA

HISTORIA AMBIENTAL DE LA AGROINDUSTRIA CAÑERA 
EN EL VALLE DEL RÍO CAUCA


Hernando Uribe Castro y Aceneth Perafán Cabrera

Tengo el gusto de informar que en pocos días estará disponible en librerías y plataformas de todo el mundo, mi más reciente libro titulado "Historia Ambiental de la agroindustria cañera en el valle del río Cauca" que realicé en coautoría con la Dra. Aceneth Perafán Cabrera, y que es una publicación conjunta entre el Programa Editorial de la Universidad del Valle y el Programa Editorial de la Universidad Autónoma de Occidente.

El libro aborda las transformaciones ecosistémicas producidas al valle geográfico del río Cauca por la ejecución del diseño territorial promovido por un grupo de la élite política y económica de la región del Valle del Cauca y del gobierno nacional colombiano. La presencia y expansión de la agricultura cañera convirtió todo un territorio biodiverso, abundante en agua y con comunidades campesinas, en un área especializada en la agricultura comercial para el mercado global, con un paisaje monótono cañero y desolado. Un diseño de territorio que modificó toda una dinámica natural ecosistémica en un socioecosistema para la rentabilidad del capital agrícola y agroindustrial. Una historia ambiental que devela y permite saborear el sabor amargo de los efectos ambientales producidos por la más dulce de las agroindustrias en Colombia.

jueves, 9 de julio de 2020

LA URGENTE NECESIDAD DE TRANSFORMARNOS


La urgente necesidad de transformarnos

Por
Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales


Hernando Uribe Castro

La Organización de Naciones Unidas ha dado a conocer en los últimos meses varios datos interesantes, y altamente preocupantes, que ponen en evidencia cómo el rumbo hacia la extinción de la vida en el planeta sigue su curso. 

Los gobiernos no han tomado las medidas y los controles necesarios y contundentes para detener esta destrucción sistemática y continua de la naturaleza. Pareciera como si estuvieran no solo incentivando las actividades extractivas en los territorios locales, sino también las prácticas deforestadoras de selvas y bosques para transformarlos en zonas para ganadería extensiva, monocultivos agrícolas y comercio global de la biodiversidad. Su falta de acción por detener este daño manifiesta el desinterés por la vida, y la continuidad en la implementación de unas política del negocio económico, del flujo y la concentración del capital y la dominación.

Al mismo tiempo, gran parte de los habitantes en las ciudades -encantados por la magia de la modernidad y la racionalidad instrumental ´tecno-económica-informacional´-, continúan su vida cotidiana realizándola bajo comportamientos insustentables: pobres en entendimiento ambiental que se niegan a la reflexión; increíblemente egoístas, reducidos al economicismo y que se abren de puerta entera al consumismo agigantado y poco autocrítico de su estilo de vida. Según la ONU:

“En abril de 2020, la concentración promedio de CO2 en la atmósfera fue de 416,21 partes por millón (ppm), la más alta desde que comenzaron las mediciones en Hawái en 1958. Además, registros de hielo indican que dichos niveles son los más altos de los últimos 800.000 años […] Si bien es cierto que el tráfico vehicular y aéreo, así como la actividad industrial, se han reducido drásticamente en la mayoría de las partes del mundo desde enero de 2020, este no es el caso con nuestro suministro de electricidad: el 64% de la combinación global de energía eléctrica proviene de los combustibles fósiles (carbón 38%, gas 23%, petróleo 3%), según el informe Perspectivas de la energía en el mundo 2019 de la Agencia Internacional de Energía. Los sistemas de calefacción han seguido funcionando como antes de la COVID-19. Ninguno de los asuntos clave ha cambiado (como la transición hacia las energías renovables, el transporte público o la deforestación). Los incendios forestales, que han aumentado en probabilidad y gravedad debido al cambio climático, continúan afectando áreas de Brasil, Honduras, Myanmar, Tailandia y Venezuela, y cada uno de esos fuegos emite grandes cantidades de CO2 adicionales”[1] A la par con ésta realidad, sucede también que: “Con casi 100 millones de personas más que van cayendo en la pobreza extrema en 2020, 1.400 millones de niños afectados por el cierre de escuelas, y más de 400.000 muertes confirmadas por COVID-19 a principios de junio”[2] (2020, p. 3).

Lo anterior permite evidenciar que la modernidad y su orden ´tecno-económico hegemónico dominante´, como lo enuncia Leff[3], han sido nocivas tanto para la dinámica natural del planeta, como para la mayor parte de la especie humana y las demás especies con quienes compartimos este sistema de vida en la Tierra. Del que solo un grupo muy reducido, selecto, se ha beneficiado de ello y continúa haciéndolo. Este grupo buscará por todos los medios de proseguir aplicando la anestesia colectiva y global, el entretenimiento fútil, el desencantamiento por el pensar y la proliferación de la vida de las formas banales y encantadas.

Como especie, estamos enfrentando, al mismo tiempo, en todos los lugares y con efectos similares, la insostenibilidad del modelo social, político y económico que hemos conocido y que nos ha sido impuesto. Pareciera como si, un hechizo poderoso atrapara y arropara, porque pocos -dominados por el miedo y el pánico-, se han alterado e interesado por sacudirse de ello para tratar de despertar de este largo letargo de conjuro, dominación y control, que ha hecho de los corazones humanos de muchas gentes, órganos biológicos pesados, duros, insensibles y blindados, que como rocas impiden el fluir y el discurrir por la sangre de la emoción, el amor y el respeto. Seres que no desean y no tienen el interés de darse el tiempo por comprender qué sucede en este transcurrir por la senda de la destrucción.

Vidas que transitan por oscuridad, a pesar de toda la luz poderosa del sol, la luna y los cúmulos estelares que ingresan cada día y con más fuerza a este maravilloso planeta, y que invitan a un despertar, a una reconexión con nuestras raíces naturales y ecosistémicas. Una luz que invita y estimula a incorporar nuevos pensamientos, sensaciones y emociones por la vida y para el fortalecimiento de nuestras conciencias. Una luz que pone antes nuestros ojos y que nos permite observar a todo momento la complejidad y belleza de todo un sistema planetario interconectado, donde el brillo de los seres, el agua, el aire, las plantas y los animales se conjugan como un todo, como un sistema. Una red de vida, interrelacional, multiestacalar y multidimensional. Vidas incluso invisibles a nuestros receptores biológicos, pero que por el hecho de no verles ni escucharles, no significa que no existan. El sistema viviente planetario nos invita a una apertura de la mente, del cuerpo y de la energía, hacia la comprensión y la emoción como un todo inter-retro-conectado.

Este despertar, ahora e inmediato, es una necesidad para transformar esta pesada realidad humana que ciega nuestro entendimiento y que afecta el corazón, los sentidos y las emociones, y que nos conduce a los cavernas más oscuras en nuestra existencia. El juego de luces estelares y cósmicas, así como las propias luces que están dentro de cada uno de los seres humanos, deben activarse para que nuestras conciencias y nuestros pensamientos activen otra realidad ambiental y ecológica. Respetuosa con la vida, amorosa de la verdad y la paz. Somos parte de este complejo entramado de vida que nos observa, que nos da el ejemplo de cómo vivir en las condiciones de vida que impone éste planeta. Unas condiciones que tienen sus límites físicos, biológicos, ecológicos, sociales (económicos y culturales). Una conciencia que transita hacia el encuentro colectivo, no solo con nuestros hermanos humanos, sino con todos los demás seres de este sistema viviente planetario y extraplanetario. Un encuentro que manifiesta la unión, la verdad y el amor en los territorios planetarios.





[1] ONU. (2020). El mundo registra concentración record de dióxido de carbono a pesar de la Covid 19. En Línea: https://www.unenvironment.org/es/noticias-y-reportajes/reportajes/el-mundo-registra-concentracion-record-de-dioxido-de-carbono-pesar
[2] PNUD. (2020). Más allá de la recuperación: con miras a 2030. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. p. 3.
[3] Leff, E. (2019). Ecología política. De la deconstrucción del capital a la territorialización de la vida. México: Siglo XXI Editores.

jueves, 2 de julio de 2020

RENACER DE LOS SAMANES DEL CAUCA

RENACER DE LOS SAMANES DEL CAUCA


Por
Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales


Justo cuando enfrentamos como sociedad los estragos de esta pandemia Covid-19 -que ha puesto en riesgo la salud de millones de personas, que ha cobrado la vida de cientos de miles de ellas y que aportó a desenmascarar lo desalmados que son los gobiernos nacionales al privilegiar la dinámica económica por sobre la vida humana-, me llegó una grata noticia: Los Samanes del Cauca renacen.

Desde hace algunos años -primero solo para mi tesis de maestría en sociología en 2007 y luego con mi equipo de investigación en 2011-, vengo estudiando el complejo proceso de poblamiento que existe sobre la cima de un dique que se construyó para resguardar la ciudad, para ampliar las áreas de cultivo y protegerlos contra las inundaciones del río Cauca, aquí en Colombia. Un dique artificial de más de diecisiete (17) kilómetros de largo que va paralelo a éste río y sobre el cual, desde los años ochenta del siglo XX, se formaron asentamientos humanos por parte de distintos grupos, algunos de ellos huyendo del conflicto armado, otros desplazados de sus lugares de origen por los efectos negativos de los megaproyectos del Estado en distintos territorios del suroccidente colombiano y unos más que migraron del campo a la ciudad en busca de mejores condiciones de vida.

Entre los asentamientos localizados sobre la cima del dique (también conocido como jarillón), existe uno en especial, que alcanzó a estructurar formas organizativas importantes y que logró ser reconocido legalmente por la institucionalidad municipal, al obtener su personería jurídica como Junta de Acción Comunal: Los Samanes del Cauca. Pasó algún tiempo desde que se fundó el asentamiento Samanes del Cauca hasta cuando se puso en marcha el "Plan Jarillón del Río Cauca y Obras Complementarias -PJAOC-", como resultado de la alianza entre el gobierno nacional y local.

Sede la Junta de Acción Comunal "Samanes del Cauca"
Foto: Hernando Uribe Castro, 2017.
Este Plan, una vez entró en funcionamiento, se convirtió en el terror de las comunidades. No solo porque atemorizó a la población de la sensación constante del desalojo sin negociación, sino también porque sus acciones implicaban actos violentos y a la fuerza. Según analistas, éste PJAOC actuó de modo inconstitucional y produjo desmanes y todo tipo de violencias que son conocidas  por la ciudad y los mismos entes de control del Estado colombiano: expulsó a grupos de familias de sus hogares; tumbó ranchos y casas; sacó a los abuelos enfermos y con sus tanques de oxígeno a la calle; echó y destechó a mujeres embarazadas, a niñas y niños; usó la fuerza policial (Esmad) para producir desalojos muy violentos, muchos de ellos evidentes en los titulares de los diarios locales y prensa nacional; hizo de la vida cotidiana de estas comunidades miserables al ponerlas en todo momento en la incertidumbre del despojo y el desalojo. Violencias físicas y simbólicas fueron el orden del día y de cada día durante estos largos años.

Los altos recursos asignados al PJAOC para resolver el fenómeno de poblamiento del dique terminaron enredados e investigados, como lo indican los informes de la Contraloría General de la República* y la Procuraduría. Pasó casi una década de implementación del PJAOC y tanto la sociedad caleña como los entes de control, no percibían los resultados esperados, puesto que cada año, los agentes al frente de éste plan sacaban todas las excusas para extender la fecha en la que la ciudad tendría un dique desocupado y despejado: primero dijeron que tendría todo solucionado en 2015, luego que en 2017, luego que en 2019. En general, bajo los alcaldes de turno entre el 2012 y el 2019, el Plan Jarillón no ofreció soluciones estructurales, pero si produjo la desazón de los actos violentos del Estado contra las comunidades. Por ejemplo, un caso muy conocido de desalojo violento se dio en el asentamiento Venecia-Las Vegas entre el 2015 y el 2016**. Nadie dormía tranquilo y la atmósfera de turbación constante que envolvía la vida en estos asentamientos, impedía que las gentes pudieran apreciar y disfrutar con tranquilidad del firmamento nocturno encapotado de estrellas, ni del cúmulo estelar de las Pléyades. 

Aunque los desalojos fueron increíblemente violentos, tal vez, uno de los hechos más significativos y donde no hubo confrontación y que produjo un quiebre en esta historia, se presentó en 2019, cuando por decisión de los agentes del Plan Jarillón y resultado de discusiones hasta altas horas de la madrugada, se dispuso llevar a cabo el desalojo con máquinaria y la destrucción de varias casas, entre ellas, la del presidente de la Junta de Acción Comunal de los Samanes del Cauca.

Por lo que me contó éste líder de comunidad, la tristeza y la indignación fue increíblemente inmensa al ver cómo su casa construida por largos años y con tanto esfuerzo, fue derribada, arruinada y vuelta añicos por una decisión arrogante del mandatario político local y de los agentes de turno del PJAOC. Esto no solo afectó a toda la comunidad de Los Samanes del Cauca, sino que produjo desazón de desconfianza, rabia e impotencia. Hasta su perro murió unos días después, de pena y tristeza, echado entre los escombros de la que era también su casa. Esta desgracia fue real, vivida en cuerpo y alma. Recordarlo, recupera lágrimas y dolor.

Casas como estas, fueron destruidas en 2019.
Foto: Hernando Uribe Castro, 2017.
Pero como el Ave Fénix, la fuerza de la comunidad es increíblemente grande cuando cree en sus líderes y cuando el líder ha demostrado voluntad de servicio social y de apoyo mutuo. A pesar de cualquier destrucción, del mal gobierno, de las nefastas decisiones, cuando los líderes son líderes, se levantan. Y esto fue lo que sucedió efectivamente. Como si la destrucción de su casa y las casas de toda su comunidad, dieran el valor y la claridad para actuar y salir fortalecido. Apoyado siempre por todo el grupo de lideresas que lo acompañan, mujeres que no han dejado de trabajar por ellas, por sus familias y por la comunidad.

Desde tiempo atrás, los habitantes de Los Samanes del Cauca venían trabajando en unas iniciativas para resolver la situación, pero nunca fueron atendidas ni tenidas en cuenta, ni escuchadas por los mandatarios de turno. Para superar esta indiferencia gubernamental, la comunidad estableció alianzas estratégicas con la academia, con líderes políticos, con periodistas, con grupos de ayuda, y con reconocidos estudiosos de los temas de tierra en esta región.

Y entre esas alianzas estuve yo con mi equipo de investigación (Grupo de Investigación en Conflictos y Organizaciones) de la Universidad Autónoma de Occidente, no solo reconstruyendo la historia y el proceso de poblamiento, sino demostrando con firmes argumentos las falencias, carencias e inconsistencias de la institucionalidad y el mal manejo que se venía ofreciendo como respuesta a los asentamientos informales en la ciudad, y especialmente en el jarillón.

Se publicó un libro titulado “Ciudad desbordada. Asentamientos informales en Santiago de Cali”, en donde consignamos los principales resultados de nuestra investigación. Resultados que tienen efectos reales cuando en mayo de 2020 me llegó una gran noticia: los líderes y lideresas de los Samanes del Cauca habían logrado incluir nuestras propuestas y sus propias iniciativas para resolver el conflicto del dique del río Cauca en el Plan de Desarrollo del actual gobierno municipal y en la política pública para el manejo de los asentamientos informales de la ciudad.

"Ciudad desbordada. Asentamientos informales en Santiago de Cali"
Hernando Uribe Castro, Germán Ayala y Carmen Jimena Holguín
Un gobierno municipal que, con voluntad política y sentido humano, cambió el personal del Plan Jarillón y transformó todo el discurso de guerra y arrogancia anterior. Ahora, al escuchar a los nuevos agentes al frente de este plan y de las secretarías municipales, se encuentra uno con otra forma de comprensión, otra manera de abordar el asunto, donde se percibe el respeto, la dignidad y la empatía con las comunidades. 

Un discurso que platea una solución estructural que, de concretarse, será sin duda alguna, no solo una solución para esta ciudad y para las familias, sino también un modelo interesante que puede ser compartido con otras realidades latinoamericanas. Un modelo de solución basado en la construcción de un sector rural donde el eje son las Viviendas Productivas Rurales Sustentables. Un modelo que beneficiará a más de seiscientas (600) familias.

Este puede ser un claro ejemplo del renacer de una nueva humanidad basado en el diálogo, la colaboración, el apoyo, el respeto, el amor y la dignidad. Estamos para ver el “Renacer de los Samanes del Cauca”. Una comunidad de tradición campesina que ahora tiene una solución estructural acorde a su particularidad. Un renacer que marca la ruta de una lucha de larga data, de la Existencia, la Resistencia y la Rexistencia.

Un renacer de unos seres conectados entre sí y con la tierra. Una tierra nueva que liberará de los dolores del pasado, que sacará las rabias trancadas de los pechos, que dispensará de la indignación por la incertidumbre y la tragedia. Un renacer donde seguramente los árboles de Samán, los cultivos familiares, las flores, las rosas, las aves y demás especies darán la bienvenida a todos y todas que lleguen a esta nueva comunidad.

Un Renacer de Los Samanes del Cauca donde la tierra será vida, y la vida será vivida, por fin, con serenidad.  Un renacer donde se recuperará el sueño, la esperanza, la tranquilidad y la credibilidad por un buen vivir. Donde el cielo encapotado de estrellas y donde el cúmulo estelar de las Pléyades estará allí observando y vigilante desde la distancia, del renacer de la vida, del amor y el sosiego en esta porción de planeta Tierra, en esta porción de sistema viviente.


Adriana Quiceno, Gloria Quintero y Hernando Uribe Castro
Foto tomada en 2016
Yoider Gómez, presidente de la JAC y lideresas del sector
Foto: Hernando Uribe Castro, 2013.
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* Ver: https://www.cali.gov.co/documentos/1384/informes-contraloria/genPagDocs=3
También ver: https://90minutos.co/contraloria-cuestiona-presuntas-irregularidades-en-obras-del-jarillon/
** Ver noticia: https://www.youtube.com/watch?v=xI2TRdJ62Eg