Este es un espacio que propone reflexiones y debates sobre la inter-retro-conexión sociedad en la Naturaleza y la Naturaleza en la sociedad.

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sábado, 9 de noviembre de 2019

DE LA SUSTENTABILIDAD A LA INMANENCIA DE LA VIDA


De la sustentabilidad a la inmanencia de la vida

Por:
Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales

Conferencia presentada en el 4º Congreso Nacional de Ciencias Ambientales en Cali-Colombia por Hernando Uribe Castro en el marco del Conversatorio sobre la presentación del libro “Ecología política: de la desconstrucción del capital a la territorialización de la sustentabilidad” de Enrique Leff. Comentaristas del libro: Arturo Escobar y Hernando Uribe Castro.

En octubre pasado Enrique Leff me invitó a que comentara su más reciente obra “Ecología política: de la desconstrucción del capital a la territorialización de la sustentabilidad[1] en el 4º. Congreso Nacional de Ciencias Ambientales. Invitación que también se extendió a nuestro querido amigo Arturo Escobar. Desde ese momento, no hice más que danzar en las profundas, interesantes e inspiradoras ideas expuestas en cada una de las páginas de ese maravilloso libro.

Enrique Leff, Arturo Escobar y Hernando Uribe Castro

Agradezco al profesor Leff, la confianza que ha depositado en mí, no solo en cuanto a que yo comentara su obra públicamente, sino también, en cuanto a que compartiera conmigo un libro que aún no había salido a la luz mundo. Y sobre todo, que depositara la confianza y me ofreciera la oportunidad de sentarme en esta  mesa de este bello auditorio de la Universidad Autónoma de Occidente junto a él y Arturo Escobar (a quien admiro y respeto) y ante todos ustedes para ofrecer unas ideas (lluvia de ideas) sobre aquello que nos convoca y que nos preocupa: la cuestión por la vida en un planeta rumbo a la destrucción.

Me siento entonces honrado y autorizado, y sobre todo con la Autoridad Intelectual, para ofrecer unos comentarios que son mis puntos de vista, sobre estas cuestiones tan trascendentales y que se plasman en esta nueva obra que ve nacer el día de hoy el ambientalismo.

Ecología política: de la desconstrucción del capital a la territorialización de la sustentabilidad” es un libro para la vida y hecho en el transcurso de la vida de Enrique Leff, porque pone en el centro del debate la discusión por las “condiciones de la vida en el planeta”; pero también es un libro que recoge los diferentes momentos de reflexión, de pensamiento y de producción de uno de los pensadores (sociólogos ambientalistas, ecomarxista, ambientalistas) más importantes del mundo en sus trayectos de vida personal y de materialidad corporal.

Lo que ha hecho Leff, no es solo un aporte al pensamiento ambiental latinoamericano sino un aporte a pensar la vida en el planeta Tierra. Involucra a todos y todas, en cada rincón y hemisferio de ésta, nuestra casa común. Una casa común que es descrita por Byung-Chul Han en su bello texto “Loa a la Tierra: un viaje al jardín” como “bella e incluso mágica. Deberíamos respetarla, tratarla con esmero, e incluso alabarla, en lugar de explotarla tan brutalmente. Lo bello nos obliga al respeto y al esmero” (p. 177)

En este libro -voluminoso de capítulos, conceptos, ideas y preguntas-, Leff hace varios llamados y comparte varios mensajes que trataré de comentar y resumir, aunque soy consciente de que lo expuesto pone el acento es unos aspectos pero deja por fuera otros que de seguro pueden ser mucho más importantes que los que mencionaré. Por tanto invito a todas y todos los presentes, a todos los lectores y a todos los ambientalistas y no ambientalistas, para que se den la oportunidad y el tiempo para leer esta joya del pensamiento, esta obra del ambientalismo mundial y vivan de modo real lo que ahí se dice y se expresa.

Con este nuevo libro que se publicó poco después del “Fuego de la vida” -donde Leff retoma a Heidegger ante la cuestión ambiental-, que recogen tantos y tantos años de reflexión, me doy cuenta que Enrique Leff ha abierto todo un grupo de términos y frases que amplían el glosario del ambientalismo y el ecologismo. Pienso que, al modo como se ha hecho con otros autores como Bourdieu y Foucault, es necesario abrir un libro de términos de Leff. La riqueza lingüística de sus obras es increíblemente amplia y de gran profundidad. Una riqueza epistémica y conceptual que danza entre la filosofía y las ciencias ambientales. Recuérdese que la autonomía del campo, como lo explica Bourdieu, se logra con los elementos particulares que se van produciendo en el campo y le van asignando esa personalidad. Leff y todos sus aportes, aportan a la construcción de ese campo ambiental como espacio social de luchas. Unas luchas entre diferentes agentes que tratan de acceder al monopolio de los sistemas de soporte de la vida y de sus enunciaciones y significaciones.

Ahora bien, inicio esta corta intervención de unos veinte minutos para plantear las primeras ideas de modo concreto, las cuales requerirían de una larguísima exposición:

El libro “Ecología política: de la desconstrucción del capital a la territorialización de la sustentabilidad” puede considerarse como un texto que recupera más de 40 años de reflexión ambiental. Explica con maestría la sociogénesis de la crisis ambiental como una crisis civilizatoria y de conocimiento. La degradación ambiental y la descomposición del tejido ecológico en un planeta repleto de vida. El libro evidencia la forma como Leff fue construyendo, armando, estructurando sus conceptos, sus puntos de vista, sus ideas. Es un fluir en las ideas, las emociones y las preguntas. Es un libro que se pregunta y se auto-pregunta, en cada una de sus páginas. De los hechos más atractivos del libro, está en cuanto a que Leff nos muestra cómo logró transitar epistémicamente varios procesos. Por ejemplo:

  • De su desencantamiento con el “Desarrollo Sostenible” hacia un re-encantamiento con la inmanencia de la vida.
  • Desde la deconstrucción de la racionalidad económica, hacia la búsqueda de un paradigma económico alternativo.
  • Desde el ambiente como externalidad hacia el ambiente como un potencial para una nueva racionalidad.
  • Del conocimiento científico, hacia los saberes ambientales.
  • De la racionalidad económica, hacia la racionalidad ambiental.
  • De un régimen ontológico de la tecno-economía hacia una racionalidad ambiental fundado en una ontología de la vida.

Comprender cómo estas transiciones se dieron, es ejemplarizante para todos nosotros, pues demuestra que nuestras reflexiones siempre están en evolución, en transformación lenta. Que solo se logra esa madurez para reconocer estos cambios propios del pensamiento cuando se logra una reflexividad, al modo en que lo exige Pierre Bourdieu.

Unas segundas ideas giran en torno a lo siguiente:

En esta bella obra, donde la evolución de los conceptos está en relación con los trayectos de vida personal del autor, es posible detectar dispositivos analíticos muy poderosos, que de llegar a ser comprendidos, pueden activar en cada uno de nosotros ese fuego por la vida. No el fuego que destruye la vida, sino el fuego que la origina. Por ello, deseo poner además el acento en aspectos como:

  • La relación entre la racionalidad ambiental y el principio de diferencia: es decir, la racionalidad técnico económica vs. los modos alternativos.
  • Resistencias y las rexistencia.
  • Reapropiación social de la naturaleza y los principios de justicia ambiental. Es decir, el derecho a la vida.
  • La justicia ambiental que de-construye, enfrenta, confronta y subvierte la dominación.
  • La empropiación de la naturaleza en relación con la autodeterminación.
  • La reapropiación de la naturaleza en procesos ecológicos e identidades locales como posibles caminos para territorializar la sustentabilidad.

Un tercer grupo de ideas pone en interacción el saber ambiental, los diálogos de saberes y la fuerza de los movimientos sociales. Con respecto al papel del saber ambiental, pongo el acento en las siguientes ideas de Leff:

  • Muy importante, los entretejidos culturales que pueden considerarse como la diversidad de cosmovisiones, formaciones simbólicas y sistemas taxonómicos.
  • El saber ambiental implica la necesaria reinvención del espacio y del lugar. Dimensiones donde se dan las resistencias y rexistencias de los pueblos.
  • El saber ambiental expresa que la sustentabilidad es el territorio en el que arraiga el ser y el tiempo de la vida, y no la tecno-economización de la naturaleza.
  • Para Leff, el lugar es el territorio de la sustentabilidad, donde la cultura y las identidades se enraízan en las bases ecológicas propias del lugar.
  • Es necesario romper con el tiempo del capitalismo como resistencia y rexistencia.
  • El saber ambiental se construye en los diálogos de saberes: saber la vida se vuelve condición para salvar la vida.

Con relación al papel de los diálogos de saberes, Leff nos invita a pensar en lo siguiente:

  • En los diálogos de saberes se funda un sentido categorial que refiere al encuentro entre diferentes seres culturales, a la diversidad de modos de comprensión del mundo y de modos de ser-en-el-mundo.
  • Otro modo de comprensión de la genera­ción de otras verdades históricas: de otros modos de producción de la existencia humana y de la construcción de otros mundos posibles.
  • El diálogo de saberes hace posible pensar la “tras­cendencia” del mundo.
  • Re-territorialización de la vida en la rempropiación[2] cultural de la naturaleza, a través de un diálogo de saberes –entendido como un encuentro de seres-saberes– en el campo de la ontología política.

Y con respecto al papel de los movimientos sociales, Leff nos recuerda que:

  • Los movimientos sociales y los pueblos, buscan alternativas al sistema. Por eso se han dado en el rechazo al neoliberalismo.
  • Los movimientos sociales reclaman un nuevo orden social y proponen un nuevo orden político. 
  • Expresan, exigen y promueven nuevos paradigmas productivos.
  • Están liberando no solo la “sustentabilidad” sino también la “democracia”. La sustentabilidad y la democracia han sido presas de las argucias de los agentes promotores del capitalismo, aquel que produce y reproduce las desigualdades, las inequidades y las pobrezas.
  • Leff se pregunta ¿Cómo superviven los pueblos originarios, campesinos, afrodescendientes e indígenas a pesar de las condiciones de injusticia, de crueldad de un sistema, de los gobiernos y las políticas?
  • Para Leff no es suficiente con el aporte intelectual que devela las trampas del capitalismo. Es necesaria la acción política de los movimientos sociales. El paradigma tecno-económico de producción puede ser refutado en el mundo académico y de seguro que se puede triunfar en la arena intelectual, pero solo los movimientos sociales podrán confrontar el orden económico mundial estable­cido. Los nuevos movimientos indígenas y campesinos socio-ambientales por la reapropiación de la naturaleza emergen a la luz de esta perspectiva post­marxista y postestructuralista. Los movimientos sociales se hacen más fuertes, más estratégicos, más recursivos. Sus reclamos de autonomía, territorio y dignidad de los pueblos cobran cada día mayor fuerza y presencia.

No pretendo terminar con la presentación de estas ideas, sin antes llamar la atención sobre dos aspectos que considero, son centrales en “Ecología política: de la desconstrucción del capital a la territorialización de la sustentabilidad” y una idea tercera que es concreta:

1.   El asunto sobre la liberación de la sustentabilidad de las garras y de los usos y abusos sociales, políticos y económicos que ha hecho el mundo corporativo de esta noción. Una noción que surge como liberadora y esperanzadora para transitar hacia un mundo más conectado con la trama de la vida, pero que hoy se encuentra desgastada, maniatada, desvirtuada y manipulada. Una noción que ha caído en la trampa de la “modernidad ecológica” y que ha sido utilizada para continuar justificando la “destrucción creativa”, principios de la racionalidad económica basada en la acumulación de capital.

Una noción que ha mutado en otras nociones como “capitalismo verde”, “economía verde”, “desarrollo sostenible”. Leff apunta a proponer estrategias para liberar la sustentabilidad - exorcizarla- de este yugo, de este peso que la deja sin peso. Y tal vez la más importante alternativa es la deconstrucción de la economía, que es a su vez una deconstrucción de la racionalidad económica.

Una deconstrucción que involucra a los movimientos sociales, que son capaces de una apropiación de la naturaleza y de elaborar estrategias de aprovechamiento sustentable de los recursos. Diversidad, equidad social y diferencia política son nuevos presupuestos de la sustentabilidad.

Liberar la sustentabilidad del yugo corporativo es no dejarse sucumbir de la inercia fatalista. La vida debe resistir. Una vida en donde se reconoce la Otredad y donde es posible el diálogo de saberes (que se ubica más allá de lo inter y trandisciplinar). En un diálogo entre humanos donde el foco son las condiciones de la vida.

2.      La sustentabilidad, dice Leff, es un llamado a la vida. Es una comprensión de los tiempos humanos y los tiempos de la naturaleza. La sustentabilidad más allá de la simple cuantificación (de energía, de masa, de intercambio), sino que también involucra valoraciones simbólicas como las percepciones culturales.

3.      Un comentario al capítulo 8 titulado “persistencia del campesino”. Es importante pensar la frase que nos propone Leff “Los campesinos e indígenas persisten porque viven dentro de otros mundos de vida”.

Finalmente, deseo expresar que es un placer, un honor, compartir en tiempo-espacio real (espacio que es a la vez, absoluto-relativo-relacional) con este hombre, con este ser, con este académico e intelectual que ha dicho lo que se tiene que decir para superar esta angustiosa estancia del ser humano en las condiciones posibles de la vida en nuestra casa común.

Un saludo fraternal a mis queridos amigos Enrique Leff y Arturo Escobar, con quienes la vida nos ha dado la posibilidad y nos ha permitido irnos aproximando, encontrando y re-encontrando. No solo soñamos sino que entresoñamos. Es un placer estar al lado de estos dos maestros, estos dos amigos y ante todas y todos ustedes.

Es mi deseo leer un pequeño párrafo del libro “Ecología política: de la desconstrucción del capital a la territorialización de la sustentabilidad” que considero es significativo para que nuestras mentes dancen, se muevan y se deleiten.

“No existe una estrategia única, verdadera y válida para construir la susten­tabilidad planetaria. Su posibilidad no puede fundarse en el optimismo triun­falista de que la resistencia indígena y la persistencia campesina prevalecerán y no serán absorbidas por la modernidad, o sucumbirán arrastradas por la inercia de la degradación entrópica inducida y alimentada por el orden eco­nómico mundial. El desafío que plantea la construcción de la sustentabilidad no consiste sólo en analizar la eficacia de estos movimientos de resistencia-re­xistencia desde el punto de vista de la ecología política y de la sociología am­biental. La cuestión más crítica yace en las posibilidades de deconstruir, tanto teórica como prácticamente, la racionalidad dominante del mundo actual y de construir una racionalidad ambiental fundada en las condiciones de la vida” (2019, p. 202).

Muchas gracias!

Enrique Leff, Arturo Escobar y Hernando Uribe Castro






[1] El libro es publicado por Editorial Siglo XXI en octubre de 2019. Consta de 14 capítulos. Cada capítulo se corresponde con textos escritos en momentos diferentes de la vida de Leff, quien los dejó tal y como fueron redactados en sus momento. El libro es una evolución del pensamiento de Leff y del movimiento ambiental.

[2] El término “empropiar” pone de manifiesto el hecho fundamental de que el Ser no se apropia a los entes de la manera que uno se apropia un objeto o extrae algo de alguna parte para hacerlo propio, como toda cultura se ha apropiado de la naturaleza convirtiéndolo en su patri­monio biocultural, o como el capitalismo expropia a la naturaleza. Empropiar significa hacer propio algo dentro de la inmanencia del ser empropiador, porque propiamente le pertenece o porque emerge de sí mismo, de la manera que la vida en su diversidad emergente y compleji­zante pertenece a la vida misma. La empropiación de la naturaleza adquiere en el campo de la ontología política el sentido de pensar los modos emergentes de reinvención de las identidades y la reinscripción de los imaginarios y prácticas de los Pueblos en la inmanencia de la Vida, de la autonomía en el manejo de su patrimonio biocultural dentro de las condiciones de la vida. Este modo de empropiación es una utopía, que sin pretender la reunificación entre lo Real y lo Sim­bólico –la fusión de la diferencia originaria en un monismo ontológico– permite distinguirlo de los modos tradicionales de apropiación cultural y de la expropiación capitalista de la naturaleza.

sábado, 12 de octubre de 2019

DE RIOS INVISIBLES/INVISIBILIZADOS, SILENCIOSOS/SILENCIADOS


DE RÍOS INVISIBLES/INVISIBILIZADOS, SILENCIOSOS/SILENCIADOS

Por
Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales
Director Instituto de Estudios para la Sostenibilidad

He culminado con mi equipo de Investigación* un estudio exploratorio sobre la historia ambiental de los ríos Cañaveralejo, Meléndez y Lili de la ciudad de Santiago de Cali en Colombia.

Un Programa de Investigación cuyos resultados ponen en evidencia lo que sucedió con estos cursos de agua. Pienso que lo que encontramos como equipo de investigación, además de preocupante es  alarmante y altamente perturbador. Por ello, es necesario insistir en los llamados a la sociedad para que despierte de su letargo, aturdimiento y encantamiento por los discursos del “desarrollo” y la modernidad.

Con el ejercicio de la investigación realizamos un rastreo del pasado hídrico y ecosistémico, de las transformaciones socioterritoriales y de la destrucción con profundas heridas en las condiciones de vida que experimentaron estos ecosistemas. Una historia ambiental que -de la mano de la ecología política y la sociología urbana-, recuperó esa otra historia que no había sido contada y que se encontraba perdida en los vericuetos del olvido urbano. Una historia ambiental que permitió ir tras los rastros, las huellas y los indicios de un pasado caracterizado por una increíble dinámica natural que poseían estos afluentes y que hoy en día, de todo ello, solo quedan unos hilos de agua. Tres ríos que fueron intervenidos con obras de infraestructura para canalizarlos y convertidos en uno solo a través de un canal interceptor. Los ecosistemas, la biodiversidad y sus flujos se encuentran destruidos.

Foto: Archivo Grupo de Investigación en Conflictos y Organizaciones, 2019.

Las evidencias recuperadas en nuestra investigación ponen al descubierto que la ciudad de Cali creció a espalda de sus ríos. Una ciudad que no solo los silenció, sino que además los invisibilizó del paisaje territorial y social, así como los desterró del lugar que ocupaban en la memoria de cada habitante. Los ríos parecen que hubiesen caído en un abismo profundo del que nunca más podrán salir.

Hoy en día, la mayor parte de los ciudadanos no sabe de la existencia de ellos. Y los pocos que la conocen, no saben dónde están, por dónde corren sus aguas y qué sucedió con ellos. Estos afluentes que fueron centrales para la historia social, política y económica de esta ciudad, hoy fluyen escondidos como fantasmas nocturnos urbanos, o como “monstruos” de los que la ciudad se debe de cuidar.

Nuestra investigación explica claramente cuáles fueron las razones y los motivos existentes detrás de esta situación. De lo que algunas vez fueron ríos caudalosos y con vida hoy se encuentren en condiciones deplorables y de injusticia ambiental. Incluso, algunos de los pocos tramos que quedaron expuestos como muestra de su existencia, se han tratado de maquillar con parques o zonas verdes de diversión. Es frente a la comprensión de estos hechos donde cobra importancia la historia ambiental, así como los otros campos de la ecología política y la sociología urbana.

Estos campos de producción de conocimiento -que son además emergentes así como interdisciplinarios- ofrecen los dispositivos analíticos con los cuales se puede develar el conjunto de acciones y decisiones que fueron tomadas a lo largo de la historia urbana, así como los discursos y los argumentos utilizados para producir el panorama de degradación ambiental de la actual ciudad. Acciones, discursos y argumentos que surgieron tanto de los agentes institucionales como de los agentes privados interesados en el negocio del marcado de la tierra, sin la precaución de los daños y deudas ecológicas y ambientales.

Lo perturbador de todo ello, es que en escenarios de insustentabilidad, cambio climático, degradación ecosistémica y crisis ambiental, las políticas y los políticos, así como el gobierno y la alta dirigencia continúen sus acciones destructoras de los ecosistemas estratégicos existentes en el territorio. ¿Es posible plantear que Cali es una ciudad sostenible cuando las evidencias existentes ponen al descubierto las tristes marcas de la racionalidad económica sobre la naturaleza y su efecto de insustentabilidad? ¿Es suficiente con el superficial discurso del “desarrollo sostenible” y la “gestión hídrica” para producir una verdadera justicia ambiental que ponga en el centro la situación de indignidad que experimentaron y experimentan estos ecosistemas? ¿Por qué la ciudad y sus habitantes parecen ser tan insensibles con lo que sucede con el agua? ¿Por qué los ríos y sus condiciones de vida no están en el centro del pensamiento de cada uno de nosotros? ¿Qué nos imposibilita pensar sobre lo que es importante y necesario pensar? ¿Qué podemos hacer como seres un poco más sensibles ante estos hechos y retos? ¿Quién o quiénes pagarán por los costos ecológicos y ambientales de toda esta destrucción?

Estas y otras preguntas hacen parte de los resultados de esta investigación, los cuales serán socializados en los siguientes meses con todas aquellas personas que estén interesadas en conocer más sobre estos hechos.

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* Grupo de Investigación en Conflictos y Organizaciones de la Universidad Autónoma de Occidente.

sábado, 14 de septiembre de 2019

PAISAJES Y COLORES DE TIMBÍO, CAUCA

PAISAJES Y COLORES DE TIMBÍO, CAUCA*

Por:

Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales
Director Instituto de Estudios para la Sostenibilidad

Luis Hernando Hidalgo Gutiérrez
Licenciatura en Ciencias Sociales

En el municipio de Timbío, Departamento del Cauca (Colombia), existe una vereda denominada Barro Blanco. En esta vereda habita una comunidad de campesinos que se dedica a las actividades productivas del café. Es un paraje localizado en los Andes caucanos a media hora de la histórica ciudad de Popayán. 

Paisaje de Timbío, Cauca. Foto: Hernando Uribe Castro
Frutos del café, El Roble, Cauca. Foto: Hernando Uribe Castro
En esta vereda se encuentra el sector El Roble, que se caracteriza por sus bellos paisajes y territorio colorido. El nombre de éste sector se debe a que en esta zona existió, antaño, un inmenso bosque de árboles de robles, el cual fue afectado por las actividades productivas a lo largo del tiempo. Hoy queda poco de ese bosque, pues en el territorio predominan los cultivos comerciales.

Panorámica desde el sector El Roble, Timbío. Foto: Hernando Uribe Castro
Los campesinos que habitan en este sector, se encuentran rodeados de variadas formas y texturas del territorio. Diversidad de plantas, de aves, de animales domésticos y de flores de distintos colores embellecen el paisaje. 

Flores de colores. Foto: Hernando Uribe
Colores y flores en El Roble, Timbío, Cauca. Foto: Hernando Uribe Castro

Flores en el sector El Roble, Timbío, Cauca. Foto: Hernando Uribe Castro.

Flores en el sector El Roble, Timbío, Cauca. Foto: Hernando Uribe Castro.

Las viviendas campesinas poco a poco evidencian modificaciones en sus estructuras, pues al sector han ingresado nuevos materiales de construcción. El ladrillo y el cemento ha ido desplazando los materiales propios y tradicionales de la zona. Algunas casas hoy en día se construyen con materiales traídos de la ciudad, mientras que otras casas todavía conservan los rasgos tradicionales de la casa rural. 

Casa tradicional del sector El Roble, Timbío, Cauca. Foto: Hernando Uribe Castro

Transitar por el camino del sector El Roble, pone de manifiesto la dinámica de la vida campesina, puesto que éste conecta las diferentes unidades familiares que se encuentran localizadas a lado y lado. Una buena parte del camino veredal todavía se encuentra sin pavimento. En tiempos de mucha lluvia el tránsito es difícil para los autos que ingresan al sector. En tiempos de fuerte sequía, el camino veredal es solo polvoreada. El camino está bien demarcado por los límites de las propiedades y por cercas vivas que poseen árboles y plantas de colores. 

Camino veredal El Roble, Timbío. Foto: Hernando Uribe Castro
Camino veredal en el amanecer en el Roble, Timbío. Foto: Hernando Uribe Castro

Camino veredal del sector El Roble (Timbío) en tiempos de sequía. Foto: Hernando Uribe Castro

Las condiciones topográficas y microclimáticas posibilitan que en el sector existan importantes fuentes de agua. De hecho, el perímetro del sector se encuentra claramente demarcado por un río y una quebrada, los cuales confluyen en el punto conocido como "El Recodo" en donde existen unas inmensas piedras a las que la comunidad le asigna valores y propiedades mágicas. 

Río Pambío en El Roble, Timbío. Foto: Hernando Uribe Castro
Conocer el sector El Roble, su gente, sus características y paisajes posibilita tener una nuevas experiencias y conocimientos de ese territorio diverso que es el departamento del Cauca.

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* Este es un producto de difusión de conocimiento de algunos hallazgos de la tesis de Luis Hernando Hidalgo Gutiérrez, de la Universidad del Valle, trabajo que fue dirigido por el PhD. Hernando Uribe Castro, 2019.


jueves, 12 de septiembre de 2019

TRABAJANDO CON LAS COMUNIDADES DEL NORTE DEL CAUCA

EN DIÁLOGO DE SABERES CON LAS COMUNIDADES AFRONORTECAUCANAS


En el mes de agosto, el profesor Hernando Uribe Castro, director del Instituto de Estudios para la Sostenibilidad, estuvo como invitado en el ciclo de talleres de la "Escuela de Formación Afronortecaucana "Casilda Cundumí" y en diálogo de saberes con las comunidades de Puerto Tejada, Villa Rica y Guachené sobre los temas del territorio y los conflictos ambientales. El taller había sido convocado y organizado por el Grupo Semillas.

Hernando Uribe Castro con las comunidades del norte del Cauca. Agosto 2019.

En estas jornadas participaron diferentes representantes de las organizaciones sociales del norte del Cauca como UAOAFROC, La Asociación Cultural Casa del Niño, la Red de Mujeres del Norte del Cauca y la Corporación Colombia Joven, entre otros.

Hernando Uribe Castro y taller sobre conflictos ambientales en el norte del Cauca.

Se abordaron temas como la vida, el territorio, la finca tradicional, la soberanía alimentaria, el papel de la mujer en la defensa del territorio y la importancia de la participación comunitaria en las organizaciones sociales. Estos talleres y encuentros con las comunidades continuarán a lo largo del año.

miércoles, 28 de agosto de 2019

DESTRUIR PARA ACUMULAR


Destruir para acumular: el caso del río Cauca

Por:
Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales
Director Instituto de Estudios para la Sostenibilidad

Podemos considerar al río Cauca como un eje articulador de sociedades, economías, culturas y ecosistemas. No solo serpentea entre las cordilleras Occidental y Central sino que además ha estado presente en la vida de diversas especies y grupos culturales asociadas a él. Desde el pasado geológico, pasando por el mundo prehispánico hasta nuestros días, el río ha enfrentado las diversas dinámicas de cambio (natural como social) y formas de su apropiación humana: como escenario de vida, como canal de comunicación, como espacio productivo, entre otras.

Pero no cabe la menor duda que fue en el siglo XX, cuando la racionalidad moderna que se impuso en esta región, intensificó su uso por razones productivas y para la acumulación del capital: desde ese momento, el río y todos sus ecosistemas estratégicos enfrentaron una crisis sin igual y con efectos de gran complejidad socio-ambiental. La diversidad fue amenazada y llevada a casi la extinción. Por ejemplo, la pérdida del bosque seco, la desecación de lagos, ciénagas y madres viejas ponen en evidencia los daños producidos por una intensa actividad productiva y por unas plataformas de construcción antrópicas basadas en la búsqueda del beneficio económico y la acumulación del capital. Agentes agrícolas, agroindustriales, industriales y comerciales, sumados a una intensa urbanización por agentes inmobiliarios y de la construcción, produjeron el conjunto de afectaciones que se perciben hoy como irreversibles.

Bajo esta lógica de la modernidad y la racionalidad del capital, el río Cauca fue colonizado, despojado de su diversidad y transformado. De su cauce, tierras, bosques, cienagas y humedales se extraen las materias primas para la explotación económica intensiva y extractiva. Todo ello se ha hecho bajo las argucias del discurso del desarrollo y el progreso, que promovieron su “rectificación”, “mejoramiento” y mayor “aprovechamiento”. Como lo he expuesto en variadas oportunidades (Uribe, 2014; Uribe, 2016; Uribe, 2017; Uribe, 2018; Uribe 2019), el valle geografico del río Cauca pasó de ser un ecosistemas a un socioecosistema del capital agrícola y agroindustrial con el apoyo del Estado colombiano y la banca internacional.

La red hídrica se embalsó, canalizó, desecó y drenó para la irrigación y el riego que benefició a un gremio económico y especializado de la caña de azúcar. La diversidad de especies fue casi extinta. De este modo, el río Cauca pasó de tener aguas corrientosas y alegres, a aguas tranquilas y opacas por la contaminación y todo el daño producido. Todo ello relacionado también con el hecho de que los ecosistemas en las altas montañas, productores de agua, fueron afectados por la actividad ganadera de los terratenientes, la deforestación y la transformación del uso de suelo en casas de descanso para familias de clases altas que retienen el agua para sus piscinas. El río Cauca ya canalizado recorre paisajes homogéneos y monopolizados que ofrecen tristeza y amargura, como amarga es la historia de la dulce agroindustria de la caña de azúcar.

Hoy surgen nuevos discursos de agentes de Estado y corporativos del mercado (como ingenios azucareros y empresas) buscando apoyos para su recuperación, produciendo mensajes de responsabilidad ambiental empresarial y ocultado el hecho de que fueron ellos quienes por la búsqueda de la rentabilidad y los beneficios económicos ocasionaron todo este desastre ecológico y ambiental. El río Cauca vive una lenta agonía.

Bibliografía citada:

Uribe Castro, Hernando. (2014a). De ecosistema a socioecosistema diseñado como territorio del capital agroindustrial y del Estado-nación moderno en el valle geográfico del río Cauca, Colombia. En: Colombia, Revista Colombiana de Sociología. Ed.: Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá v. 37, fasc.2 pp.121-157.

Uribe Castro, Hernando y Perafán, Aceneth. (2016). La agroindustria azucarera y la producción de conflictos ambientales. Memorias 18 Convención científica de ingeniería y arquitectura. La Habana: Cuba.

Uribe Castro, Hernando. (2017). Transformaciones ambientales y acción colectiva en el valle geográfico del río Cauca frente a la agroindustria cañera 1960-2015. Tres estudios de casos. Tesis Doctoral: Doctorado Interinstitucional en Ciencias Ambientales. Universidad del Valle, Universidad Tecnológica de Pereira y Universidad del Cauca. Santiago de Cali.

Uribe Castro, Hernando. (2018). La laguna de agua grande. El conflicto socioambiental en la laguna de Sonso. Cali: Programa Editorial de la Universidad Autónoma de Occidente.

Uribe Castro, Hernando. (2019). Destruir la naturaleza para re-diseñar el territorio: El caso del valle geográfico del río Cauca, Colombia. Cali: Programa Editorial de la Universidad Autónoma de Occidente.

Uribe Castro, Hernando. (2019). Monocultivo cañero y diseño socioecosistémico del valle del río cauca, Colombia: Territorio-Ambiente y Ciencia-técnica. (En Imprenta). Cali: Universidad Autónoma de Occidente.



lunes, 10 de junio de 2019

UN ENCUENTRO CON LEFF


UN ENCUENTRO CON ENRIQUE LEFF

Por
Hernando Uribe Castro
Director
Instituto de Estudios para la Sostenibilidad

En los días del mes de mayo de 2019 -en el marco de las actividades programadas por el Instituto de Estudios para la Sostenibilidad (IEPS) de la Universidad Autónoma de Occidente-, recibimos la visita del profesor Enrique Leff, considerado por el mundo académico como uno de los autores pioneros de campos como el ecomarxismo, la ecología política latinoamericana, la sociología ambiental y la educación ambiental. Leff, presenció durante estos días varios encuentros con la comunidad de estudiantes, profesores, directivos, así como con líderes de la sociedad civil de la región y del país.

Conferencia Enrique Leff, 31 de mayo de 2019.
Ofreció en el auditorio Quincha -y en el marco de la Cátedra Valle del Cauca del IEPS-, una interesante conferencia titulada “Racionalidad ambiental: aprendiendo a vivir en las condiciones de la vida” en la que se notó la presencia de un número importante de jóvenes estudiantes interesados en escucharlo. Conferencia que no solo, fue excepcional, sino que además puso en un tono muy alto el pensamiento crítico latinoamericano y su reflexión sobre las condiciones de la vida.

Recalcó y subrayó en la conferencia –así como lo ha hecho en el conjunto de sus obras-, la idea aquella de que la crisis ambiental es una crisis social y de conocimiento. Una crisis producida por la lógica de la modernidad y del olvido que produjo el campo de la producción científica, sobre todo las ciencias sociales, de las cuestiones de la naturaleza. Los llamados que se han venido haciendo desde los pueblos, la Pachamama, los conflictos socioambientales, el grito de la tierra y el pensamiento ambiental, no solo sacudieron las bases de la ciencia moderna, sino que además han cuestionado las certezas con la que la modernidad impuso el ideal de progreso, de desarrollo, de un mundo mejor construido desde la razón instrumental científica y desde la racionalidad económica basada en la lógica del capital.

Para Leff, algo pasó con el pensamiento humano, con su sensibilidad y emocionalidad, para que tomara distancia y se alejara, olvidara, de lo que él denomina “la inmanencia y el sentido de la vida”, dejando al ejercicio del poder corporativo y del mercado, el sometimiento de la naturaleza y de la “muerte entrópica del planeta”. La naturaleza en esa lógica del capitalismo, no es más que un recurso indispensable para la producción. Y ha sido la dinámica del capitalismo, lo que ha producido con mayor fuerza las condiciones para que la crisis ambiental planetaria llegara la situación en que se encuentra hoy.

Según Leff, más que plantear un Antropoceno (que es precisamente el largo periodo de los efectos de la presencia humana en el planeta), lo que el mundo evidencia hoy está más aproximado a un Capitaloceno (donde las lógicas del capital y la modernidad, han producido unos efectos ambientales más pronunciados, profundos y casi irreversibles sobre la faz del planeta).

La especie humana debe retomar el sentido y la inmanencia de la vida. Despojarse del egocentrismo de especie, sacudirse del reduccionismo de la racionalidad de la modernidad, y enfrentar los retos por resistir y re-existir en la idea de transitar hacia un buen vivir. Esto es un aprender a vivir en las condiciones de la vida.

jueves, 30 de mayo de 2019

ENRIQUE LEFF Y HERNANDO URIBE CASTRO

ENRIQUE LEFF Y HERNANDO URIBE CASTRO. SEMINARIO SOBRE RACIONALIDAD AMBIENTAL, INSTITUTO DE ESTUDIOS PARA LA SOSTENIBILIDAD

Enrique Leff y Hernando Uribe Castro, mayo 29 de 2019. 
Seminario sobre Racionalidad Ambiental
Instituto de Estudios para la Sostenibilidad
Universidad Autónoma de Occidente