Este es un espacio que propone reflexiones y debates sobre la inter-retro-conexión sociedad en la Naturaleza y la Naturaleza en la sociedad.

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sábado, 12 de octubre de 2019

DE RIOS INVISIBLES/INVISIBILIZADOS, SILENCIOSOS/SILENCIADOS


DE RÍOS INVISIBLES/INVISIBILIZADOS, SILENCIOSOS/SILENCIADOS

Por
Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales
Director Instituto de Estudios para la Sostenibilidad

He culminado con mi equipo de Investigación* un estudio exploratorio sobre la historia ambiental de los ríos Cañaveralejo, Meléndez y Lili de la ciudad de Santiago de Cali en Colombia.

Un Programa de Investigación cuyos resultados ponen en evidencia lo que sucedió con estos cursos de agua. Pienso que lo que encontramos como equipo de investigación, además de preocupante es  alarmante y altamente perturbador. Por ello, es necesario insistir en los llamados a la sociedad para que despierte de su letargo, aturdimiento y encantamiento por los discursos del “desarrollo” y la modernidad.

Con el ejercicio de la investigación realizamos un rastreo del pasado hídrico y ecosistémico, de las transformaciones socioterritoriales y de la destrucción con profundas heridas en las condiciones de vida que experimentaron estos ecosistemas. Una historia ambiental que -de la mano de la ecología política y la sociología urbana-, recuperó esa otra historia que no había sido contada y que se encontraba perdida en los vericuetos del olvido urbano. Una historia ambiental que permitió ir tras los rastros, las huellas y los indicios de un pasado caracterizado por una increíble dinámica natural que poseían estos afluentes y que hoy en día, de todo ello, solo quedan unos hilos de agua. Tres ríos que fueron intervenidos con obras de infraestructura para canalizarlos y convertidos en uno solo a través de un canal interceptor. Los ecosistemas, la biodiversidad y sus flujos se encuentran destruidos.

Foto: Archivo Grupo de Investigación en Conflictos y Organizaciones, 2019.

Las evidencias recuperadas en nuestra investigación ponen al descubierto que la ciudad de Cali creció a espalda de sus ríos. Una ciudad que no solo los silenció, sino que además los invisibilizó del paisaje territorial y social, así como los desterró del lugar que ocupaban en la memoria de cada habitante. Los ríos parecen que hubiesen caído en un abismo profundo del que nunca más podrán salir.

Hoy en día, la mayor parte de los ciudadanos no sabe de la existencia de ellos. Y los pocos que la conocen, no saben dónde están, por dónde corren sus aguas y qué sucedió con ellos. Estos afluentes que fueron centrales para la historia social, política y económica de esta ciudad, hoy fluyen escondidos como fantasmas nocturnos urbanos, o como “monstruos” de los que la ciudad se debe de cuidar.

Nuestra investigación explica claramente cuáles fueron las razones y los motivos existentes detrás de esta situación. De lo que algunas vez fueron ríos caudalosos y con vida hoy se encuentren en condiciones deplorables y de injusticia ambiental. Incluso, algunos de los pocos tramos que quedaron expuestos como muestra de su existencia, se han tratado de maquillar con parques o zonas verdes de diversión. Es frente a la comprensión de estos hechos donde cobra importancia la historia ambiental, así como los otros campos de la ecología política y la sociología urbana.

Estos campos de producción de conocimiento -que son además emergentes así como interdisciplinarios- ofrecen los dispositivos analíticos con los cuales se puede develar el conjunto de acciones y decisiones que fueron tomadas a lo largo de la historia urbana, así como los discursos y los argumentos utilizados para producir el panorama de degradación ambiental de la actual ciudad. Acciones, discursos y argumentos que surgieron tanto de los agentes institucionales como de los agentes privados interesados en el negocio del marcado de la tierra, sin la precaución de los daños y deudas ecológicas y ambientales.

Lo perturbador de todo ello, es que en escenarios de insustentabilidad, cambio climático, degradación ecosistémica y crisis ambiental, las políticas y los políticos, así como el gobierno y la alta dirigencia continúen sus acciones destructoras de los ecosistemas estratégicos existentes en el territorio. ¿Es posible plantear que Cali es una ciudad sostenible cuando las evidencias existentes ponen al descubierto las tristes marcas de la racionalidad económica sobre la naturaleza y su efecto de insustentabilidad? ¿Es suficiente con el superficial discurso del “desarrollo sostenible” y la “gestión hídrica” para producir una verdadera justicia ambiental que ponga en el centro la situación de indignidad que experimentaron y experimentan estos ecosistemas? ¿Por qué la ciudad y sus habitantes parecen ser tan insensibles con lo que sucede con el agua? ¿Por qué los ríos y sus condiciones de vida no están en el centro del pensamiento de cada uno de nosotros? ¿Qué nos imposibilita pensar sobre lo que es importante y necesario pensar? ¿Qué podemos hacer como seres un poco más sensibles ante estos hechos y retos? ¿Quién o quiénes pagarán por los costos ecológicos y ambientales de toda esta destrucción?

Estas y otras preguntas hacen parte de los resultados de esta investigación, los cuales serán socializados en los siguientes meses con todas aquellas personas que estén interesadas en conocer más sobre estos hechos.

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* Grupo de Investigación en Conflictos y Organizaciones de la Universidad Autónoma de Occidente.

sábado, 14 de septiembre de 2019

PAISAJES Y COLORES DE TIMBÍO, CAUCA

PAISAJES Y COLORES DE TIMBÍO, CAUCA*

Por:

Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales
Director Instituto de Estudios para la Sostenibilidad

Luis Hernando Hidalgo Gutiérrez
Licenciatura en Ciencias Sociales

En el municipio de Timbío, Departamento del Cauca (Colombia), existe una vereda denominada Barro Blanco. En esta vereda habita una comunidad de campesinos que se dedica a las actividades productivas del café. Es un paraje localizado en los Andes caucanos a media hora de la histórica ciudad de Popayán. 

Paisaje de Timbío, Cauca. Foto: Hernando Uribe Castro
Frutos del café, El Roble, Cauca. Foto: Hernando Uribe Castro
En esta vereda se encuentra el sector El Roble, que se caracteriza por sus bellos paisajes y territorio colorido. El nombre de éste sector se debe a que en esta zona existió, antaño, un inmenso bosque de árboles de robles, el cual fue afectado por las actividades productivas a lo largo del tiempo. Hoy queda poco de ese bosque, pues en el territorio predominan los cultivos comerciales.

Panorámica desde el sector El Roble, Timbío. Foto: Hernando Uribe Castro
Los campesinos que habitan en este sector, se encuentran rodeados de variadas formas y texturas del territorio. Diversidad de plantas, de aves, de animales domésticos y de flores de distintos colores embellecen el paisaje. 

Flores de colores. Foto: Hernando Uribe
Colores y flores en El Roble, Timbío, Cauca. Foto: Hernando Uribe Castro

Flores en el sector El Roble, Timbío, Cauca. Foto: Hernando Uribe Castro.

Flores en el sector El Roble, Timbío, Cauca. Foto: Hernando Uribe Castro.

Las viviendas campesinas poco a poco evidencian modificaciones en sus estructuras, pues al sector han ingresado nuevos materiales de construcción. El ladrillo y el cemento ha ido desplazando los materiales propios y tradicionales de la zona. Algunas casas hoy en día se construyen con materiales traídos de la ciudad, mientras que otras casas todavía conservan los rasgos tradicionales de la casa rural. 

Casa tradicional del sector El Roble, Timbío, Cauca. Foto: Hernando Uribe Castro

Transitar por el camino del sector El Roble, pone de manifiesto la dinámica de la vida campesina, puesto que éste conecta las diferentes unidades familiares que se encuentran localizadas a lado y lado. Una buena parte del camino veredal todavía se encuentra sin pavimento. En tiempos de mucha lluvia el tránsito es difícil para los autos que ingresan al sector. En tiempos de fuerte sequía, el camino veredal es solo polvoreada. El camino está bien demarcado por los límites de las propiedades y por cercas vivas que poseen árboles y plantas de colores. 

Camino veredal El Roble, Timbío. Foto: Hernando Uribe Castro
Camino veredal en el amanecer en el Roble, Timbío. Foto: Hernando Uribe Castro

Camino veredal del sector El Roble (Timbío) en tiempos de sequía. Foto: Hernando Uribe Castro

Las condiciones topográficas y microclimáticas posibilitan que en el sector existan importantes fuentes de agua. De hecho, el perímetro del sector se encuentra claramente demarcado por un río y una quebrada, los cuales confluyen en el punto conocido como "El Recodo" en donde existen unas inmensas piedras a las que la comunidad le asigna valores y propiedades mágicas. 

Río Pambío en El Roble, Timbío. Foto: Hernando Uribe Castro
Conocer el sector El Roble, su gente, sus características y paisajes posibilita tener una nuevas experiencias y conocimientos de ese territorio diverso que es el departamento del Cauca.

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* Este es un producto de difusión de conocimiento de algunos hallazgos de la tesis de Luis Hernando Hidalgo Gutiérrez, de la Universidad del Valle, trabajo que fue dirigido por el PhD. Hernando Uribe Castro, 2019.


jueves, 12 de septiembre de 2019

TRABAJANDO CON LAS COMUNIDADES DEL NORTE DEL CAUCA

EN DIÁLOGO DE SABERES CON LAS COMUNIDADES AFRONORTECAUCANAS


En el mes de agosto, el profesor Hernando Uribe Castro, director del Instituto de Estudios para la Sostenibilidad, estuvo como invitado en el ciclo de talleres de la "Escuela de Formación Afronortecaucana "Casilda Cundumí" y en diálogo de saberes con las comunidades de Puerto Tejada, Villa Rica y Guachené sobre los temas del territorio y los conflictos ambientales. El taller había sido convocado y organizado por el Grupo Semillas.

Hernando Uribe Castro con las comunidades del norte del Cauca. Agosto 2019.

En estas jornadas participaron diferentes representantes de las organizaciones sociales del norte del Cauca como UAOAFROC, La Asociación Cultural Casa del Niño, la Red de Mujeres del Norte del Cauca y la Corporación Colombia Joven, entre otros.

Hernando Uribe Castro y taller sobre conflictos ambientales en el norte del Cauca.

Se abordaron temas como la vida, el territorio, la finca tradicional, la soberanía alimentaria, el papel de la mujer en la defensa del territorio y la importancia de la participación comunitaria en las organizaciones sociales. Estos talleres y encuentros con las comunidades continuarán a lo largo del año.

miércoles, 28 de agosto de 2019

DESTRUIR PARA ACUMULAR


Destruir para acumular: el caso del río Cauca

Por:
Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales
Director Instituto de Estudios para la Sostenibilidad

Podemos considerar al río Cauca como un eje articulador de sociedades, economías, culturas y ecosistemas. No solo serpentea entre las cordilleras Occidental y Central sino que además ha estado presente en la vida de diversas especies y grupos culturales asociadas a él. Desde el pasado geológico, pasando por el mundo prehispánico hasta nuestros días, el río ha enfrentado las diversas dinámicas de cambio (natural como social) y formas de su apropiación humana: como escenario de vida, como canal de comunicación, como espacio productivo, entre otras.

Pero no cabe la menor duda que fue en el siglo XX, cuando la racionalidad moderna que se impuso en esta región, intensificó su uso por razones productivas y para la acumulación del capital: desde ese momento, el río y todos sus ecosistemas estratégicos enfrentaron una crisis sin igual y con efectos de gran complejidad socio-ambiental. La diversidad fue amenazada y llevada a casi la extinción. Por ejemplo, la pérdida del bosque seco, la desecación de lagos, ciénagas y madres viejas ponen en evidencia los daños producidos por una intensa actividad productiva y por unas plataformas de construcción antrópicas basadas en la búsqueda del beneficio económico y la acumulación del capital. Agentes agrícolas, agroindustriales, industriales y comerciales, sumados a una intensa urbanización por agentes inmobiliarios y de la construcción, produjeron el conjunto de afectaciones que se perciben hoy como irreversibles.

Bajo esta lógica de la modernidad y la racionalidad del capital, el río Cauca fue colonizado, despojado de su diversidad y transformado. De su cauce, tierras, bosques, cienagas y humedales se extraen las materias primas para la explotación económica intensiva y extractiva. Todo ello se ha hecho bajo las argucias del discurso del desarrollo y el progreso, que promovieron su “rectificación”, “mejoramiento” y mayor “aprovechamiento”. Como lo he expuesto en variadas oportunidades (Uribe, 2014; Uribe, 2016; Uribe, 2017; Uribe, 2018; Uribe 2019), el valle geografico del río Cauca pasó de ser un ecosistemas a un socioecosistema del capital agrícola y agroindustrial con el apoyo del Estado colombiano y la banca internacional.

La red hídrica se embalsó, canalizó, desecó y drenó para la irrigación y el riego que benefició a un gremio económico y especializado de la caña de azúcar. La diversidad de especies fue casi extinta. De este modo, el río Cauca pasó de tener aguas corrientosas y alegres, a aguas tranquilas y opacas por la contaminación y todo el daño producido. Todo ello relacionado también con el hecho de que los ecosistemas en las altas montañas, productores de agua, fueron afectados por la actividad ganadera de los terratenientes, la deforestación y la transformación del uso de suelo en casas de descanso para familias de clases altas que retienen el agua para sus piscinas. El río Cauca ya canalizado recorre paisajes homogéneos y monopolizados que ofrecen tristeza y amargura, como amarga es la historia de la dulce agroindustria de la caña de azúcar.

Hoy surgen nuevos discursos de agentes de Estado y corporativos del mercado (como ingenios azucareros y empresas) buscando apoyos para su recuperación, produciendo mensajes de responsabilidad ambiental empresarial y ocultado el hecho de que fueron ellos quienes por la búsqueda de la rentabilidad y los beneficios económicos ocasionaron todo este desastre ecológico y ambiental. El río Cauca vive una lenta agonía.

Bibliografía citada:

Uribe Castro, Hernando. (2014a). De ecosistema a socioecosistema diseñado como territorio del capital agroindustrial y del Estado-nación moderno en el valle geográfico del río Cauca, Colombia. En: Colombia, Revista Colombiana de Sociología. Ed.: Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá v. 37, fasc.2 pp.121-157.

Uribe Castro, Hernando y Perafán, Aceneth. (2016). La agroindustria azucarera y la producción de conflictos ambientales. Memorias 18 Convención científica de ingeniería y arquitectura. La Habana: Cuba.

Uribe Castro, Hernando. (2017). Transformaciones ambientales y acción colectiva en el valle geográfico del río Cauca frente a la agroindustria cañera 1960-2015. Tres estudios de casos. Tesis Doctoral: Doctorado Interinstitucional en Ciencias Ambientales. Universidad del Valle, Universidad Tecnológica de Pereira y Universidad del Cauca. Santiago de Cali.

Uribe Castro, Hernando. (2018). La laguna de agua grande. El conflicto socioambiental en la laguna de Sonso. Cali: Programa Editorial de la Universidad Autónoma de Occidente.

Uribe Castro, Hernando. (2019). Destruir la naturaleza para re-diseñar el territorio: El caso del valle geográfico del río Cauca, Colombia. Cali: Programa Editorial de la Universidad Autónoma de Occidente.

Uribe Castro, Hernando. (2019). Monocultivo cañero y diseño socioecosistémico del valle del río cauca, Colombia: Territorio-Ambiente y Ciencia-técnica. (En Imprenta). Cali: Universidad Autónoma de Occidente.



lunes, 10 de junio de 2019

UN ENCUENTRO CON LEFF


UN ENCUENTRO CON ENRIQUE LEFF

Por
Hernando Uribe Castro
Director
Instituto de Estudios para la Sostenibilidad

En los días del mes de mayo de 2019 -en el marco de las actividades programadas por el Instituto de Estudios para la Sostenibilidad (IEPS) de la Universidad Autónoma de Occidente-, recibimos la visita del profesor Enrique Leff, considerado por el mundo académico como uno de los autores pioneros de campos como el ecomarxismo, la ecología política latinoamericana, la sociología ambiental y la educación ambiental. Leff, presenció durante estos días varios encuentros con la comunidad de estudiantes, profesores, directivos, así como con líderes de la sociedad civil de la región y del país.

Conferencia Enrique Leff, 31 de mayo de 2019.
Ofreció en el auditorio Quincha -y en el marco de la Cátedra Valle del Cauca del IEPS-, una interesante conferencia titulada “Racionalidad ambiental: aprendiendo a vivir en las condiciones de la vida” en la que se notó la presencia de un número importante de jóvenes estudiantes interesados en escucharlo. Conferencia que no solo, fue excepcional, sino que además puso en un tono muy alto el pensamiento crítico latinoamericano y su reflexión sobre las condiciones de la vida.

Recalcó y subrayó en la conferencia –así como lo ha hecho en el conjunto de sus obras-, la idea aquella de que la crisis ambiental es una crisis social y de conocimiento. Una crisis producida por la lógica de la modernidad y del olvido que produjo el campo de la producción científica, sobre todo las ciencias sociales, de las cuestiones de la naturaleza. Los llamados que se han venido haciendo desde los pueblos, la Pachamama, los conflictos socioambientales, el grito de la tierra y el pensamiento ambiental, no solo sacudieron las bases de la ciencia moderna, sino que además han cuestionado las certezas con la que la modernidad impuso el ideal de progreso, de desarrollo, de un mundo mejor construido desde la razón instrumental científica y desde la racionalidad económica basada en la lógica del capital.

Para Leff, algo pasó con el pensamiento humano, con su sensibilidad y emocionalidad, para que tomara distancia y se alejara, olvidara, de lo que él denomina “la inmanencia y el sentido de la vida”, dejando al ejercicio del poder corporativo y del mercado, el sometimiento de la naturaleza y de la “muerte entrópica del planeta”. La naturaleza en esa lógica del capitalismo, no es más que un recurso indispensable para la producción. Y ha sido la dinámica del capitalismo, lo que ha producido con mayor fuerza las condiciones para que la crisis ambiental planetaria llegara la situación en que se encuentra hoy.

Según Leff, más que plantear un Antropoceno (que es precisamente el largo periodo de los efectos de la presencia humana en el planeta), lo que el mundo evidencia hoy está más aproximado a un Capitaloceno (donde las lógicas del capital y la modernidad, han producido unos efectos ambientales más pronunciados, profundos y casi irreversibles sobre la faz del planeta).

La especie humana debe retomar el sentido y la inmanencia de la vida. Despojarse del egocentrismo de especie, sacudirse del reduccionismo de la racionalidad de la modernidad, y enfrentar los retos por resistir y re-existir en la idea de transitar hacia un buen vivir. Esto es un aprender a vivir en las condiciones de la vida.

jueves, 30 de mayo de 2019

ENRIQUE LEFF Y HERNANDO URIBE CASTRO

ENRIQUE LEFF Y HERNANDO URIBE CASTRO. SEMINARIO SOBRE RACIONALIDAD AMBIENTAL, INSTITUTO DE ESTUDIOS PARA LA SOSTENIBILIDAD

Enrique Leff y Hernando Uribe Castro, mayo 29 de 2019. 
Seminario sobre Racionalidad Ambiental
Instituto de Estudios para la Sostenibilidad
Universidad Autónoma de Occidente

sábado, 18 de mayo de 2019

EN DEFENSA DEL HUMEDAL EL CORTIJO, CALI-COLOMBIA


EN DEFENSA DEL HUMEDAL EL CORTIJO EN EL VALLE SAGRADO DEL LILI,
CALI-COLOMBIA

Por:
Hernando Uribe Castro
Doctor en Ciencias Ambientales
Director Instituto de Estudios para la Sostenibilidad

El crecimiento exponencial de la ciudad de Cali ha conllevado a que, día tras día, se integren zonas de ecosistemas estratégicos a procesos de urbanización y al mercado del suelo urbano. En algunas ocasiones, estos procesos se han realizado sin el control de la autoridad ambiental, o en su defecto, con su autorización. El humedal El Cortijo -localizado en la ciudad de Santiago de Cali- es un ecosistema estratégico propio de la dinámica natural del río Lili y su relicto de bosque seco tropical.

Río Lili a su paso por el humedal El Cortijo
Foto: Hernando Uribe Castro, 26 de abril de 2019
Lo que enfrenta este humedal es un claro ejemplo del segundo caso, es decir, en donde las autoridades ambientales otorgaron los permisos y dieron las autorizaciones correspondientes para la realización de las obras en el desarrollo del Proyecto Terminal de Cabecera Sur y su conexión troncal ubicada en el municipio de Cali, Valle del Cauca. Una de ellas, mediante Resolución 0710 No. 0712-001258 de diciembre 30 de 2016. (Procuraduría General de la Nación y Personería de Santiago de Cali, 2018).

Es interesante preguntarse ¿cómo fue posible que, precisamente, las entidades encargadas de velar por la protección, conservación de los elementos de la naturaleza y sus ecosistemas estratégicos de la ciudad de Cali y del Alto valle del río Cauca, autorizaran la ocupación del cauce y las obras hidráulicas en un ecosistema estratégico de la ciudad de Cali como lo es el Humedal El Cortijo, en un contexto glolocal donde cada relicto de bosque y de humedal se convierten en lugares sagrados que aportan a la sustentabilidad de la vida y una esperanza para afrontar los embates de un cambio climático acelerado por la irresponsabilidad del capitalismo y que llegó con fuerza para eliminar todo rastro de vida planetaria?

¿Cómo comprender que esto suceda en un país que se jacta de poseer un amplio marco normativo que protege los humedales y demás ecosistemas estratégicos para la mitigación del cambio climático? ¿De qué sirve la Ley 357 de 1997, la Política Nacional para los Humedales Interiores de Colombia, la Resolución 157 de 2004 y 196 de 2006 del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, cuando acontecen hechos como el del Humedal El Cortijo y de los demás ecosistemas ya eliminados del territorio?

Las comunidades y grupos organizados de vecinos, así como las comunidades ancestrales habitantes de estos lugares han dado la lucha, han paralizado las obras y han puesto las respectivas denuncias ante la Procuraduría, la Contraloría, la Personería y demás entes encargados de velar por el que los agentes de Estado cumplan con lo estipulado en el marco constitucional colombiano.

Fue a través de la “Acción Preventiva Conjunta” de la Procuraduría General de la Nación y la Personería de Santiago de Cali -y no la autoridad ambiental local y regional del Valle del Cauca-, la que ordenó la suspensión de los desarrollos de la obra hasta tanto no tener la valoración técnica de la Universidad del Valle. 

¿Cómo es posible que entidades como las ambientales -municipales y regionales-, una de ellas fundada desde 1954, no haya reconocido en casi 65 años de vida, este humedal y los otros ecosistemas que infortunadamente ya fueron aniquilados por el monopolio agroindustrial cañero, la "geofagia" urbanizadora y la avaricia de terratenientes y mineros que arrasan con cada centímetro de las tierras y suelos del Valle del Cauca?

Pienso que las autoridades ambientales (local, departamental, regional y nacional) le deben una clara explicación a la sociedad vallecaucana y, en general, a la sociedad colombiana con respecto a su proceder, en esté y en los demás casos por permitir que se presentaran las afectaciones socioambientales a los ecosistemas estratégicos del Valle del Cauca.

También pienso que la comunidad, grupos de vecinos y comunidades ancestrales ya son victoriosos en este caso en la medida en que no solo han logrado detener el monstruo del mundo corporativo que atenta contra los bienes de la naturaleza, sino que también han logrado desenmascarar el débil y, a veces, falso ambientalismo y ecologismo que dicen poseer las autoridades ambientales de la ciudad, la región y el país. Entidades que hablan de vida, sostenibilidad y del mundo verde, pero cuyas acciones evidencian que han permitido la eliminación de los ecosistemas estratégicos y que además, han sido muy débiles y negligentes a la hora de enfrentar los grupos económicos que atentan contra los bienes y elementos de la naturaleza de este territorio.

La victoria total estaría en que se logre proteger en su integridad el Humedal El Cortijo como espacio de vida, de conexiones vitales y como ecosistema estratégico ante el Cambio Climático.

Lo que ha logrado la comunidad del Valle Sagrado del Lili es, desde ya mismo, un caso ejemplar para otras comunidades que también enfrentan los estragos de este mundo corporativo, desarrollista y extractivista que elimina todo indicio de vida por el afán de lucro y de acumulación incesante de capital.

Referencias bibliográficas:

-       El País. (2017). Construcción de terminal del MÍO genera discordia. pág. A8. 1 de julio de 2017.

-      El País. (2017). La difícil tarea de ejecutar grandes obras en el sur de Cali. pág. A2. 16 de Julio de 2017

-     El País. (2018). “Consejo de Estado ordena suspender temporalmente obras del Terminal Sur del MÍO”. Publicado el 30 de mayo de 2018.

-       El País. (9 de Julio de 2017). Los puntos de discordia por Terminal Sur del Mio. pág. A2.

-   Procuraduría General de la Nación y Personería Santiago de Cali. (2018). "Acción Preventiva Conjunta". 13 de junio de 2018. República de Colombia.